Un informe pericial retrasa la declaración del alcalde de Valga y los ediles investigados.

El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, y los ediles del PP investigados por el presunto cobro irregular de comisiones y asistencias no declararán mañana ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Caldas, como estaba previsto. La Fiscalía de Pontevedra ha requerido de un informe pericial que, en un plazo máximo de 30 días, deberá emitirse desde el Colegio Territorial de Secretarios, Interventores y Tesoreros. El objetivo es que se emita una resolución jurídica sobre la ??legalidad?, o no, ??de la constitución de las Comisiones de Coordinación de delegados realizado por el Concello de Valga durante los últimos años?.

La petición de este informe no paraliza el proceso, pero sí incrementa el período de instrucción hasta los 18 meses. De hecho desde el Juzgado de Instrucción han atendido la petición del Ministerio Fiscal y advierten que las declaraciones de los investigados previstas para mañana 29 de marzo y para el próximo 5 de abril quedan ??sin efecto?. Eso sí, ello no implica que, tal y como indican desde el Juzgado, ??puedan volver a ser citados a la vista del resultado de la diligencia?. Una referencia clara al informe pericial que ahora se reclama y que pasaría a engrosar la documentación sobre un asunto que mantiene en vilo al actual regidor y a parte de su equipo.

Los conservadores, con el alcalde a la cabeza, están investigados por la posible comisión de un delito de prevaricación administrativa y por la posible comisión de un delito de malversación de caudales o efectos públicos, tal y como reza el informe del Ministerio Fiscal. Los denunciantes entienden que la convocatoria de las citadas ??Comisiones de Coordinación? excedían en todo caso las facultades de autoorganización que pueden tener las corporaciones locales o el propio alcalde. Una composición que, dicen los denunciantes, no se adecúa a la proporcionalidad de las distintas formaciones integradas en el Pleno. La percepción de dietas por asistencia también está en cuestión.

Diario de Arousa

Pontecesures inicia hoy una ruta de tapas de lamprea marcada por la escasez de producto en el Ulla

Los pinchos pueden saborearse en once establecimientos, a un precio de tres euros la unidad -El día 2 se celebra la fiesta grande.

La villa ribereña de Pontecesures se sumerge de lleno desde hoy mismo en el mundo de la lamprea. Comienza la exaltación del pez cartilaginoso con una nueva edición de la ruta de tapas, que se extiende durante todo el fin de semana y es el aperitivo de la gran degustación que se anuncia para el siguiente.

Aunque eso sí, todo esto supeditado a la disponibilidad de producto, ya que los pescadores que se dedican a su captura en el Ulla con nasas butrón se enfrentan a una de las temporadas más flojas que recuerdan.

Producto autóctono

La escasez es de tal magnitud que si bien se garantiza la celebración de esta ruta de tapas, conocida como “Tapealamprea”, no está del todo claro que la fiesta del día 2 de abril pueda llegar a buen puerto, ya que el gobierno de Pontecesures no está dispuesto a desarrollar esa degustación si no es con un producto autóctono que, como queda dicho, este año brilla por su ausencia.

Hay quien cree que habría que recurrir a la lamprea francesa para desplegar la fiesta de todos modos y no perder su tirón, alegando que en otros municipios arousanos también sirven bivalvo foráneo como si fuera producto local. Pero en el ejecutivo pontecesureño no lo ven del mismo modo.

Nueva reunión preparatoria

En este sentido, hoy se celebra una nueva reunión entre el colectivo de valeiros y el gobierno para ultimar los detalles de la fiesta del fin de semana que viene, que se hace coincidir con una celebración religiosa tan importante en la localidad como San Lázaro.

En el Concello esperan que los pescadores consigan lampreas suficientes y que accedan a venderlas a 20 euros, por aquello de contribuir a la promoción del producto. Pero algunos de los encargados de capturar a la “dama del Ulla” no están por la labor de rebajar tanto las tarifas en una campaña tan mala como la actual y piden que se las paguen a, al menos, 35 euros por pieza.

A la espera de acontecimientos ahora hay que centrarse de lleno en la ruta de las tapas, “con algunas recetas realmente sorprendentes y con una importante participación de establecimientos”, explica el alcalde conservador de la localidad, Juan Manuel Vidal Seage.

El propio regidor anima a los vecinos a disfrutar de estos pinchos, a 3 euros la unidad, pero lógicamente también hace un llamamiento al conjunto de arousanos y ciudadanos de municipios y comarcas cercanas para que se desplacen a esta villa del Bajo Ulla con el propósito de saborear el que, junto con los churros, es el producto más característico de esta localidad.

Aquellos que quieran dar cuenta de este manjar que suele prepararse al estilo bordelesa, pero que tiene otras muchas posibilidades culinarias, tienen hoy a su disposición las tapas correspondientes entre las 19.00 y las 23.00 horas, mientras que mañana y el domingo se repartirán en horario de 12.00 a 15.00 horas, y de 19.00 a 23.00 horas.

A tres euros el pincho, los participantes tendrán múltiples posibilidades de degustar la lamprea del Ulla, y siguiendo el formato de este tipo de rutas gastronómicas, aquellos que la prueben en al menos tres de los establecimientos colaboradores tendrán la oportunidad de participar en el sorteo de tres cheques de compra por valor de 50, 30 y 20 euros, canjeables en el comercio local.

¿Qué tapas pueden degustar vecinos y visitantes? ¿Y dónde pueden encontrarla? Pues a continuación se resume la oferta de “Tapealamprea”, que también puede seguirse con una App:

1 | Lampreada. Pincho a base de caramelo de hojaldre relleno de lamprea en salsa con base de arroz. Lo ofrece el restaurante Soles, en la calle Redondo.

2 | Lamprea bordelesa. Tapa típica de lamprea al estilo bordelesa con su arroz y sus picatostes que se sirve en O Meco, en la Praza de Pontevedra.

3 | Empanada de Lamprea. Empanada a base de lamprea con salsa y patatas fritas que puede saborearse en O Candil, en la Rúa dos Namorados.

4 | Bordelesa con cachelos. El bar “Choco”, en la Praza dos Valeiros, también apuesta por la lamprea a la bordelesa, aunque en este caso con rodaja de cachelos.

5 | “Saquiños do tesouro”. Con el original nombre de “Os saquiños do tesouro” el restaurante Casa Chaves, en la calle Ullán, prepara una pasta rellena de lamprea con arroz acompañada de crema de patata, también con lamprea.

6 | Empanada. Mambís, negocio asentado en la calle Patifas, apuestan por la tradicional empanada de lamprea al estilo de la casa.

7 | “Cesta de lamprea”. En el Nu2, ubicado en la calle Carlos Maside, el pincho ofrecido en esta ruta se llama “Cesta de lamprea do Nu-2”.

8 | “Sushi”. El restaurante Carabela, todo un clásico en la preparación de lamprea situado en la calle San Lois, apuestan por una original tapa a base de “Sushi”.

9 | “Bombitas de lamprea”. Las “Bombitas de lamprea” son una preparación especial que puede saborearse en el Tele Bar, situado en A Plazuela.

10 | “Lamprea a la italiana”. Como no podía ser de otra manera, el local Pizza Bambino, en la calle Sagasta, se suma al “Tapealamprea” con un plato especial, la “Lamprea a la italiana”, es decir, pizza y lasaña de lamprea.

11 | “Tartaleta Reina del Ulla”. En A Casa do Río, un negocio de hostelería ubicado en la calle Víctor García, presentan su tapa con un nombre tan original como representativo: “Tartaleta de la Reina del Ulla”.

Faro de Vigo

Zafarrancho de obras para mejorar las carreteras de Arousa.

Ya se sabe, las obras son un mal necesario, un incordio que hay que sobrellevar con paciencia. Cuando son en las carreteras, las obras son una molestia compartida por todos los conductores que se desesperan sobre el asfalto. Quienes transiten con frecuencia por las rutas de la orilla sur de la ría lo van a descubrir pronto, ya que el Diario Oficial de Galicia publicaba ayer la licitación de un paquete de asfaltados y repintados que se van a desarrollar en varias vías de esta zona. En ese conjunto de actuaciones tiene previsto invertir la Xunta un total de 650.000 euros.

Aún pasará algún tiempo antes de que empiecen esos trabajos: las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el 15 de abril, y a partir de ahí empezarán a correr los siempre pesados plazos de la burocracia. En cualquier caso, las máquinas acabarán por alcanzar las carreteras previstas en Caldas, Catoira, Pontecesures, Valga, Cambados, Meis, Ribadumia, Vilagarcía y Vilanova de Arousa.

En estas vías se van a realizar trabajos de mejora del firme, a fin de «prolongar a vida útil do pavimento». Las actuaciones previstas en las carreteras arousanas forman parte de un paquete de un plan global diseñado por la Xunta y con el que se pretende actuar sobre 700 kilómetros de carreteras de titularidad autonómica.

Un plan global

Unos veinte millones de euros se destinarán a «conservar a rede viaria en óptimas condicións co fin de incrementar a seguridade viaria e proporcionar unhas vías cómodas que melloren a calidade de vida e potencien o desenvolvemento económico dos municipios galegos».

La verdad es que, tras largos años de crisis, el mantenimiento de muchas de las vías que articulan la comarca dejaba bastante que desear. Poco a poco, se han ido retomando proyectos de mantenimiento como el que ya se está ejecutando en la carretera que une Vilagarcía con Pontevedra. Esa actuación se va a realizar por fases, y la primera ya ha echado a andar. Hace una semana comenzaban en el municipio de Barro los trabajos para la construcción de una rotonda que dará acceso al polígono de Sequeiros.

Sin grandes trastornos

Hasta la fecha, las obras -las únicas que la Xunta ha adjudicado dentro del plan de mejoras previsto para esta carretera- no han causado demasiados trastornos a los conductores que utilizan esa vía.

En el tramo en el que han desembarcado máquinas y obreros se han colocado vallas y se ha eliminado un carril de circulación, pero ahí acaban, de momento, las incomodidades a las que se están viendo sometidos los conductores. Claro que la construcción de la rotonda acabará obligando a restringir el tráfico.

La Voz de Galicia

Las pesqueiras del Ulla tampoco pescan.

El escritor Miguel Piñeiro explica a la perfección tanto las características de las pesqueiras del Ulla como la historia que las rodea. Lo hace en su libro “Lampreas e Pesqueiras”, publicado por Editorial Galaxia.

FARO DE VIGO acompañó en su trabajo nocturno a los titulares de las pesqueiras del Ulla, esas construcciones de piedra que ya usaban los romanos y se emplean para la pesca de lamprea. El resultado de las jornadas de pesca en estas trampas situadas dentro del cauce fluvial es tan pobre como el obtenido por el colectivo de valeiros, los pescadores que emplean las nasas butrón desde embarcación, a la altura de Pontecesures.
Unos y otros hablan de un año nefasto, y son muchos los que dicen no recordar una escasez de producto tan notoria como en esta ocasión.
En cualquier caso, el trabajo en las pesqueiras continúa. Es una actividad peligrosa, dado que cualquier despiste puede tener consecuencias trágicas a causa de las intensas corrientes del Ulla, pero los concesionarios no se rinden y siguen colocando sus aparejos en los sillares de piedra del mismo modo que lo hacían sus antepasados.
Quizás sea el momento de recordar cómo funcionan las pesqueiras del Ulla, y para ello nada mejor que recurrir a un experto como Miguel Piñeiro, autor del libro titulado “Lampreas e Pesqueiras”, publicado por Editorial Galaxia.
A continuación se resumen algunas de las explicaciones ofrecidas por el autor:
[Hay dos métodos de captura más comunes y otros más particulares, pero se puede decir que los pescadores de cada curso han ido adaptando o heredando las técnicas en función del propio río, de su morfología, de sus obstáculos, de sus corrientes y remansos, de sus pozos, etc.

Dos métodos de pesca

Los métodos de pesca más genéricos son las redes y las pesqueiras.
Las redes y sus variantes son más propias de las zonas de estuario y desembocadura -en enero y febrero-, mientras que las pesqueiras son más propias de zonas más altas -en marzo y abril-. Es decir, la lamprea además de su propia supervivencia en el mar, debe pasar por dos barreras de pesca. La que no cae en su entrada al río, lo puede hacer más arriba o en las artes de los furtivos.
Las conocidas popularmente como pesqueiras son ingeniosas construcciones de la época romana formadas por grandes sillares de piedra. Están situadas dentro del río y se alinean en perpendicular o en oblicuo al curso del agua. Su estratégica situación provoca y faculta la captura de los peces cuando remontan el río. En la actualidad se conservan en relativo buen estado en los ríos Miño y Ulla.
Entre estas moles de piedra -lo que se llama corredor, pasillo o calle- o a ambos lados se colocan los “butrones” “copos” o “redes” donde entrarán las lampreas y de los que no podrán salir.
Hay pesqueiras que pescan hacia arriba -las del Miño- y otras hacia abajo -las del Ulla- como veremos más adelante.

También pescando a fondo hay diferencia entre ambos ríos; en el Miño se utilizan las “volantas” y en el Ulla los “butrones”.

Las “volantas” son redes, poco o nada selectivas, que barren el río derivando aguas abajo empujadas por la corriente.
Los “butrones” -nasas cónicas o cilíndricas- son aparejos de malla y aros de hierro con un orificio de entrada -“buciño”- y sin salida. Se sitúan en el fondo del lecho por lo que son menos acaparadores que las redes.
Otra modalidad o técnica -aunque condenada a desaparecer- es la “fisga”, “francada” o “tridente”. Consiste en un palo o mango largo con una serie de puntas afiladas en su extremo inferior con el que se clavan las lampreas. Se puede utilizar desde embarcación o desde un puesto de pesca. La metodología de la fisga está claro que es la más primaria y poco evolucionada de cuantas se conocen ya que todos nos podemos imaginar al hombre primitivo con un palo intentando clavar un pez.

Las lampreas capturadas con esta arte tienen un valor culinario menor, pues pierden parte de su sangre, indispensable para su preparación.
Un cauce íntegramente gallego

El río Ulla es el primer cauce íntegramente gallego, entendiendo por tal que nace, recorre y desemboca en Galicia sin que medien otras administraciones.
La significación de este curso solo es comprendida por sus ribereños y conocedores. El Ulla es al Ullán lo que el Miño a Ourense y a Lugo.
La concesión para pescar lampreas en las “pesqueiras” del Ulla tiene su origen en un documento fechado en el siglo IX que en actualidad está en poder de la familia Lago de Herbón y que en su día fue interpretado por un fraile del Convento de los Franciscanos.
En 934 el monarca Ramiro II donó a la iglesia de Santiago el Condado ??commiso?? de Postmarchos, delimitado por los ríos Ulla y Tambre (Tumbo A, doc. 40, p. 110).
Era uno de los límites del coto de la iglesia de Santiago, confirmado por Alfonso VII, en 1127, desde el río Iso hasta el mar y desde el Tambre al Ulla (Tumbo A, doc. 98, p. 210).
(?) El inquieto y riguroso Xosé Lois Ladra cita la aportación de datos de Quilez (1947) sobre las pesqueiras del Ulla. En concreto hace referencia a la cesión que realizó el Monasterio de San Martiño en el año 1533 a un matrimonio. La explotación de las mismas pasó en 1580 a otro particular con la obligación de rendar varias docenas de lampreas. Curiosamente este pago habría de hacerlo efectivo en 1900, “trescientos veinte años después del acuerdo”.
Desemboca el Ulla en la carismática Ría de Arousa y hermana sentimientos como demuestra el Patriarca de las Letras Galegas, Ramón Otero Pedrayo, en una carta inédita remitida a Xosé Piñeiro Ares en 1964: “Vindo do Porto dinlle ó Ulla, na ponte, as memorias que me diron para il os outros ríos de arelanza saudosa: o Douro, o Neiva, o Cávado, o Limia, o Miño, o Fragoso, o Lérez, o Umia; e seus poetas”.
Mientras que el Tambre, el Umia, el propio Miño y otros ríos gallegos, tienen una presa cerca del mar, el Ulla la tiene a casi 80 km por lo que dispone de un buen tramo de río, aunque insuficiente, para ser remontado por las especies migradoras.
En 1962 la empresa Hidroeléctrica Moncabril S.A. consigue una concesión para la explotación del kilowatio en río Ulla. Se anuncia la construcción de trece presas. Posteriormente, Fenosa compra la concesión de Moncabril y a finales de la misma década levanta la antiestética ??93 m de altura- y lesiva presa de Portodemouros con 297 hm3 de capacidad.
A unos 20 km de la desembocadura, a orillas del río donde se hace notar el efecto de la marea, está Padrón, cuna de escritores, poetas, pimientos y… pesqueiras.
Julio Lloréns dice en “La pesca deportiva del salmón en Galicia” que “en el monasterio de Hervón empieza la parte fluvial propiamente dicha mientras que el “Informe del Servicio Piscícola de A Coruña” de 1945 habla de la “Ría de Padrón”.
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La localización

Las pesqueiras en activo del Ulla se localizan desde Herbón, en la zona baja, hasta Sinde, en su parte más alta; unos ocho kilómetros de curso fluvial, aunque más arriba, en el coto salmonero de Couso, hay una pesqueira deshabilitada conocida por o lampreeiro y Julio Lloréns califica a la presa de Couso como antigua pesqueira. P. Hervella cita una pesqueira a unos 65 km, aguas arriba, a pocos metros del puente de San Xusto, muy cerca de la presa de Portodemouros.
Las pesqueiras del Ulla están formadas por grandes bloques, más o menos cuadrangulares, de piedras de muy variados tamaños. Las construcciones que mejor se conservan cruzan prácticamente todo el río y soportan extremas corrientes de agua en el caudaloso Ulla invernal.
Sus dimensiones varían pero la media es de tres metros de alto por dos de lado y otros tantos de ancho. Están alineadas en perpendicular a la corriente cruzando casi todo el río menos una gran corriente central que se llama “vena” y que queda libre de trampas.
A los huecos que hay entre los bloques, en este río se les llaman “boquetes” o “pasillos” y es el lugar donde, a semejanza a las pesqueiras del Miño, se arman los artilugios de pesca.

Características

Las redes o nasas con las que se capturan las lampreas en las pesqueiras del Ulla se componen de una boca -estructura metálica o de madera, cuadrada o rectangular, que recibe el nombre de cangalla- y de la red cónica que va atada a la entrada de la trampa. La medida total del aparejo varía de de uno a dos metros.
Esta nasa tiene adosado un brazo metálico que le faculta poder realizar un movimiento vertical para introducirla y sacarla del agua.
Para izar la nasa del agua están provistas de una cadena o cuerda atada a la cangalla. Esta cadena va asegurada en o trancadoiro, la pieza de piedra o el árbol donde se engancha.
Las lampreas intentan superar la fuerza de la corriente en los pasillos de la pesqueira ya que la nasa no los tapa en su totalidad. Aquellos ejemplares que no lo consiguen caen dentro de las redes y la fuerza del agua les impide salir. Las pesqueiras del Ulla pescan, pues, aguas abajo a diferencia de las del Miño que lo hacen aguas arriba.
Para llegar a las pesqueiras del Ulla en su parte más baja, saldremos de Padrón por la carretera a Ponte Vea, subiendo el río Ulla donde va marcando el límite provincial entre A Coruña y Pontevedra.
Las pesqueiras de este curso están divididas en cuatro tramos o grupos: el primero está en Herbón, el segundo está en Carcacía-Lapido y Carcacía, el tercero está en Barcala y Sinde; el cuarto y último es Reis.
Las pesqueiras de Herbón son 5.
Las primeras se llaman As Areas (Coordenadas UTM: X 529457/Y 4731135) y tienen la subdenominación de Areas (las de la mitad del río en su orilla norte) y Traxeito (las de la otra mitad, en la orilla sur). Miden 118 m. Areas tiene 6 pescos y 5 pasillos, Traxeito tiene 9 pescos y 8 pasillos.

La explotación de esta construcción pertenece a 5 propietarios y está repartida por grupos de muros denominados Cabildo, Cuarteles, Xanza, Mitra y Cortiñas. Estos pescos fueron adquiridos por separado.
Los nombres de los pasillos o boquetes son: Mardel, Segundo, Novo, Derrubado, Larchán, Amereiro, As Maimoas -ya caída- O Pexego, a Agulla, Pexego, a Cancela, o Láparo, o Chingado, o Badal, o Pesqueiro y o Cajón.
A 700 metros, río arriba, están las segundas pesqueiras, llamadas As Bellas (C. UTM: X 530156/Y 4731252) con la subdenominación de Bellas y Ribeiro (con la misma distribución geográfica que las Pesqueiras de Areas). Miden 91 m. Bellas tiene 4 pescos y 3 pasillos, Ribera 8 pescos y 7 pasillos.
Cada pasillo tiene, a su vez, su propio nombre: o da Curcuxa, o da Francisca, o Quintón, o Pexego, a continuación está la vena central sin armar, Pexego, Virguería, o Cabalo y o Cachopo.
A 519 m está, la tercera construcción, el particular y único Canal de Herbón (C. UTM: X 530 3779/Y 4731280). Llega a los 120 m de longitud entre los dos muros y alberga 4 puestos de pesca en la orilla norte y 3 en la sur, sumando 5 pasillos en total.

O Canal

La pesqueira de O Canal, está compuesta por unos muros en forma de vértice ??una V- orientado hacia la corriente para desviar el agua a las orillas donde están las trampas pero los muros no cercenan la corriente totalmente sino que están separados por una vena central de dos metros que permite el remonte de las especies migradoras.
Hay semejanzas entre esta pesqueira, las ya citadas del Miño y algunas otras del Tambre ??como veremos- pero la construcción o el modo de pesca varían ostensiblemente.
Las del Miño tienen la V en sentido contrario de manera que los peces en su remonte llegan a los muros y tienen que desviarse hacia las orillas donde también se sitúan las redes.
Las del Tambre tienen el pico de la V hacia la corriente y sin vena central, de manera que los muros se unen totalmente en el centro del río y derivan el agua hacia las orillas donde estaban las trampas.
Las más semejantes, en formato, a esta pesqueira del Ulla son una serie de construcciones galaico-portuguesas que unen sus muros en el centro del río. Ellas son: Novo, Ribeira Velha, Brandouro da Mancela, Fumega e Fontao en Prado; Paderne y Chaviaes (con vena central) y Novas de Braço en Alvaredo; Mosqueiros en Remoaes, otras tres en Prado y Seixeira Nova en Paços. Las del Tambre son: Cornedo, Xan-Latedo, Gándara-Pouso y Dorna en Negreira.
Por tanto consideraremos a la pesqueira de O Canal como construcción mixta o híbrida y se puede decir que única en Galicia.
A 333 m, aguas arriba, están las cuartas pesqueiras llamadas Prateado, en la actualidad muy deterioradas y con un gran boquete central. Tiene 5 pescos y 4 pasillos en una orilla y 6 poios con 5 pasillos en la otra.
La quinta pesqueira y última de Herbón es A Trapa. Tiene 6 pescos y 5 pasillos a un lado y 4 pescos con 3 pasillos al otro.

Casetas de vigilancia

El segundo grupo de pesqueiras está en Carcacía con la subdenominación de Carcacía-Lapido en la orilla norte y Carcacía en la sur.
Este grupo tiene 8 construcciones.
La primera es Furado en Carcacía-Lapido y A Caseta en Carcacía, ambas con 3 pescos y 2 pasillos cada una. En todas las pesqueiras, los propietarios montan unas casetas donde pasan la noche para efectuar labores de vigilancia; suelen ser construcciones rústicas de madera y plásticos salvo la de esta pesqueira que está excavada en la roca.
La segunda es Muxena con 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía-Lapido y Furado con 2 pescos y 1 pasillo en Carcacía.
En la tercera, Carcacía-Lapido carece de construcciones mientras Lombeira en Carcacía tiene 2 pescos con 1 solo pasillo.

La cuarta es Aguadalta con 3 pescos en Carcacía-Lapido y Nova en Carcacía con otros tantos; ambas tienen 2 pasillos.
La quinta carece de construcciones en Carcacía-Lapido mientras Loureiriña tiene 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía.
La sexta es Loureira con 3 pescos y 2 pasillos en Carcacía-Lapido y 2 pescos con 1 pasillo en la pesqueira también lamada Loureira en Carcacía.
La séptima se llama A Forrica en Carcacía-Lapido con 2 pescos y 1 pasillo y Lago en Carcacía con 3 pescos y 2 pasillos.
La octava y última de esta serie se llama Carballo, teniendo 3 pescos en Carcacía-Lapido y otros 3 denominados igual en Carcacía; en ambos casos tienen 3 pasillos.
Sinde y Reis

La tercera serie de pesqueiras son las de Sinde y Barcala. Las de Sinde se llaman Freixeiro con 2 pescos y 1 pasillo mientras que las de Barcala se llaman Bumio y tienen 3 pescos y 2 pasillos. Bumio es la última pesqueira de la orilla sur del Ulla.
Ya por último, está el cuarto y último grupo de pesqueiras, llamadas Reis compuesto por 2 construcciones.
Las primeras son los dos pescos de Bustelo y las segundas los dos de Lampreeiro; en ambos casos tienen 1 pasillo.
Las pesqueiras de Reis están en desuso en la actualidad.
Pocos metros abajo del coto de Couso, están las pesqueiras de Bustelo, con un pasillo cada una, y en límite inferior del propio coto está la pesqueira de O Lampreeiro o Corgos con un solo hueco.
El Ulla ha cambiado con el paso de los años y a algunos de estos pasillos no les llega el agua por lo que no se pueden armar. Al hecho de que una trampa consiga ejemplares en abundancia se le denomina “que paga bien” o que “corre bien”.
La normativa oficial permite la pesca desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana descansando sábados y domingos.
Las primeras en abrir la temporada son las pesqueiras de As Areas y Bellas que lo hacen de enero a marzo. Después abren las siguientes de febrero a abril.

Una barcaza en As Areas y Bellas

El sistema de levantado de copos en As Areas y Bellas es muy vistoso pues los propietarios utilizan una primitiva, arcaica, rústica y nada convencional barcaza llamada Ana María. Esta barca se construye de nuevo cada 6 o 7 años.
Los propietarios de la explotación de estas pesqueiras utilizan la barca para acercarse a los pescos, luchando con la brava corriente y poder acceder a cada uno de ellos. Tan artesanal es la barca como los propios remos pero la pericia de los tripulantes amortigua tales inconvenientes. Hay días que la corriente los lleva más de medio kilómetro aguas abajo. El éxito de la operación radica en entrar adecuadamente en la corriente. Si la operación falla, la consecuencia es el doble de trabajo y esfuerzo.
Estas pesqueiras son explotadas en la actualidad por veinte concesiones que corresponden a otras tantas personas y a sus familias.
El reparto entre los propietarios es por “quintas” de tal difícil entendimiento como explicación.
Las “partillas” son la base para el reparto entre propietarios.
Una lamprea tiene cinco quintas de propiedad. Si un propietario tiene media quinta en una trampa, quiere decir que de diez lampreas le corresponde una. Quien tenga una quinta doce -una quinta y medio cuarto- tendrá un ejemplar por cada lote de cinco lampreas y aún le queda cuarto y medio.
La mayoría de las pesqueiras de Herbón se conservan en un estado magnífico si tenemos en cuenta su antigüedad y que han soportado la furia del río y el inexorable paso del tiempo durante siglos. Y en el capítulo de agresiones, es mejor no mentar las realizadas impunemente por la mano del hombre. Hay pesqueiras que se refuerzan año tras año con cemento sin el menor rigor estético. Pero mucho más grave es el abandono total y absoluto de las distintas administraciones. Mientras Arbo en el Miño ha sabido hacer de sus pesqueiras un centro de interés turístico, las pesqueiras de Padrón están abandonadas a su suerte sin que nadie repare en que representan un patrimonio único].

Faro de Vigo

El ADN, unas pisadas y los guantes, claves en el crimen de Valga.

Son tres los indicios que, supuestamente, incriminan a Rafael Costa en el homicidio de Nelo, O Rato, un crimen que tuvo lugar el 28 de mayo del 2013 en el domicilio de este último en Valga: el ADN, las huellas de unas pisadas y unos guantes de látex.

Los investigadores que ayer comparecieron en la Audiencia de Pontevedra explicaron que, por un lado, el perfil genético hallado en la casa de la víctima, que tenía 92 años, coincide con el del acusado. De igual modo, estimaron que el dibujo de la suela de unas zapatillas de deporte que, según la Guardia Civil, solía vestir Rafael Costa concuerdan con, al menos, dos huellas de pisadas que quedaron impresas sobre la sangre en las inmediaciones del cadáver de O Rato.

Asimismo, los agentes explicaron que cerca del cuerpo sin vida de este vecino de Valga fue encontrado un guante, mientras que en la vivienda de Rafael Costa se intervino una caja de guantes de similar color -azul- y textura. «Son iguales en todo», sostuvo de manera contundente uno de los peritos de la Guardia Civil a través de videoconferencia.

No son los únicos indicios con los que contó la Fiscalía de Pontevedra para mantener las imputaciones iniciales -quince años de prisión por homicidio y tres años y cinco meses por robo con violencia en casa habitada en grado de tentativa-, pero sí las más contundentes. En este punto, los agentes del instituto armado recordaron que un vecino les relató como observó delante de la casa de la víctima una bicicleta de color rojo, curiosamente el mismo tono de la que empleaba habitualmente Rafael Costa.

Lo cierto es que este acusado «fue la primera línea de investigación» que siguió la Guardia Civil, una circunstancia que propició que, desde el primer momento, fuese sometido a un seguimiento discreto que finalmente derivó en su detención. Se le acusa de haber golpeado y asfixiado a la víctima para, acto seguido, prenderle fuego al cadáver para ocultar posibles pruebas. En todo momento, y siempre según el fiscal, actuó acompañado por un segundo individuo no identificado.

Por su parte, Rafael Costa negó su participación en el crimen asegurando que aquel día estuvo en Vilagarcía. Aunque manifestó que no sabe quien pudo ser el autor, declaró que desconfiaba de un conocido. En este sentido, relató un supuesto encuentro que ambos mantuvieron en su casa y en el que este último le habría dicho: «Xa podes estar tranquilo polo vello, que xa non te vai molestar».

Esta persona compareció, esposado, como testigo. Mantuvo que el encausado «me propuso entrar en casa de su vecino -la víctima- a robar».

«La primera línea de investigación» de la Guardia Civil giraba ya alrededor de Rafael Costa

El hombre aseguró que desconfiaba de un conocido, que compareció como testigo en el juicio
Un asesinato cruel que conmocionó a los vecinos del lugar de O Forno por partida doble

Con 92 años cumplidos, José Manuel Burés, Nelo O Rato, vivía solo y se enfrentaba sin problemas a los retos del día a día. Pero nadie, ni de su edad ni más joven, estaría preparado para afrontar el infierno que se desató en su casa de O Forno (Valga) el día 28 de mayo de 2013. Fue el día de su muerte. El día en el que un escalofrío recorrió la espalda de sus vecinos, aterrorizados ante la idea de que un asesino, especialmente cruel y salvaje, andaba suelto.

La brutalidad de aquel crimen conmocionó a todo el mundo en esta localidad situada junto al Ulla. El cuerpo de José Burés había sido encontrado en un inmueble anexo a su casa. Quien lo mató no solo le segó la vida: el cadáver estaba calcinado. Tras ser sometido a todo tipo de pruebas forenses, el anciano recibía sepultura. Al mismo tiempo, su casa seguía bajo los focos de los grupos especiales de investigación que se hicieron cargo del caso. Desde el principio parecía que la ciencia forense iba a resultar determinante para esclarecer el turbio asesinato de O Forno.

Cuando por fin se aclaró lo sucedido aquel 28 de mayo, los vecinos de Nelo O Rato no pudieron respirar aliviados. Más bien, el horror que sentían se incrementó al descubrir -o en algunos casos al confirmar- que el supuesto autor de los hechos era Rafael Costa Bermúdez, otro vecino de esta zona de Valga que en el momento de los hechos tenía 45 años. El sospechoso fue detenido el 5 de junio de 2013 en Vilagarcía. Ahora se enfrenta a una petición de 18 años de prisión. Esa es la pena que el Ministerio Fiscal pide para él.

La Voz de Galicia