Tres delitos de asesinato, uno de tenencia ilícita de armas y dos de lesiones psíquicas graves son los cargos a los que se enfrenta José Luis Abet, el autor confeso del triple crimen de Valga, que sesgó las vidas de su expareja, Sandra Boquete, y la hermana y la madre de esta, Alba Boquete y Elena Jamardo.
Argumenta el letrado que la permanente revisable es aplicable a partir del tercer asesinato por lo que, por orden cronológico, sería imputable al caso de Alba Boquete, la hermana pequeña de la expareja. Por los crímenes de Sandra y su madre, Elena Jamardo, reclama sendas penas de asesinato.
Asimismo, la acusación que ejerce Amigos de Galicia reclama un delito de lesiones psíquicas a menores, al igual que Fiscalía, por los daños causados a los hijos pequeños de Abet y Sandra Boquete, que presenciaron los hechos. Por último,
Lago Calvo reclama que se aplique el agravante de género, en sintonía con la ley del “Solo sí es sí” y en base a los mensajes que Abet mandaba a su exmujer, en los que, según el abogado, la “cosificaba”. Las declaraciones las realizó antes de una jornada de preparación de un juicio que será maratoniano y en el que, por el momento, solo se decidió la constitución del jurado y que será a puerta cerrada.
Un «chamán» de testigo
Faltaban unos minutos para las diez de la mañana cuando Abet hacía su entrada en la Audiencia Provincial de Pontevedra, escoltado por dos agentes de la Policía Nacional. Comenzó entonces una larga selección de miembros del jurado, para la que se presentaron veinte personas de las cuales se seleccionaron siete mujeres y tres hombres.
La siguiente cuestión a deliberar fue la forma de celebración del juicio, ya que la Fiscalía planteó que fuese a puerta cerrada, petición a la que se adhirieron todas las partes y que finalmente prosperó, al tener en cuenta como un interés superior los derechos de los hijos de Sandra Boquete, para evitar así una revictimización. A la hora de ponderar los derechos, la presidenta de la sala decidió que este prevalece sobre el de información, aunque la lectura del veredicto sí que será pública. Fue clave, en este sentido, el informe psicológico aportado a petición de la magistrada.
Antes de eso, quedan intensas jornadas por delante, para un juicio que tendrá ocupada la sección cuarta durante toda la semana. Precisamente para hoy está previsto que dure mañana y tarde, con la declaración del acusado, de los once testigos previstos para ayer y de los 17 guardias civiles que se fijaron para hoy. La de mañana, será con trece testimonios y la del jueves está centrada en peritos y en personal de los centros penitenciarios de A Lama y Mansilla de las Mulas.
Por el medio, está prevista la declaración de un «chamán» al que el autor confeso habría recurrido, tiempo antes de los terribles hechos, para reclamar un maleficio para su exmujer.
Un relato escalofriante
Los hechos que se juzgarán en la Audiencia de Pontevedra ocurrieron a finales del verano de hace tres años y medio y causaron una gran conmoción en Valga. Según considera probado el Ministerio Público en su escrito, el acusado compró, unos días antes, un revólver de calibre 32 con una caja completa.
El 16 de septiembre de 2019, según el mismo confesó, acudió a casa de su exmujer, Sandra Boquete, en Valga y, para evitar que huyera, colocó su vehículo delante de la puerta del garaje y esperó a que se abriera.
La mujer se encontraba acompañada de sus dos hijos, de 4 y 7 de años, que lo presenciaron todo.
Cuando salió, relata el Ministeiro Público, Abet le puso la pistola en la cabeza y le pegó tres tiros, para a continuación abandonar la zona. En el camino se cruzó con el turismo de su excuñada, Alba Boquete, y su exsuegra, Elena Jamardo que acudían en ayuda de su familiar, y a las que también persiguió hasta darles muerte.
José Luis Abet es el segundo vecino de la comarca de Ulla-Umia para el que piden la prisión permanente revisable. El primero fue David Oubel, el parricida de Moraña, que precisamente inauguró esta pena en el conjunto estatal. Hoy en día son 28 los condenados en España a permanente revisable y otro de ellos también es arousano. Se trata de José Enrique Abuín, “Chiclé”, condenado por uno de los crímenes más mediáticos de la última década: El de la joven Diana Quer, en A Pobra.
Diario de Arousa