Muchas empanadas resumidas en una sola en Cordeiro.

La espectacular empanada rondó los 44 metros de largo.

La empanada es una de las comidas gallegas por excelencia. Un plato suculento que gusta a nativos y visitantes. Y en Cordeiro (Valga) llevan 17 años festejándola. En realidad, se trata de muchas empanadas, porque los productos que utilizan para el relleno son variados, con lo que cualquiera puede salir satisfecho, pero al final todas ellas forman una sola gran empanada, que ayer rondó los 44 metros de longitud. Para ello, los vecinos tuvieron que trabajar muy duro desde primera hora de la mañana de ayer y contaron con el asesoramiento del maestro Manuel Pereira.

Existen fiestas gastronómicas que a pesar de carecer del respaldo mediático que tienen otras (caso de la del Albariño o la del Marisco) cuentan con una numerosa nómina de fieles por su originalidad y singularidades. Un ejemplo es la del Bolo de San Gregorio, que se celebra en Paradela (Meis), donde se puede degustar un enorme roscón de Pascua. Y otra es la fiesta de la empanada de Cordeiro, en el ayuntamiento de Valga.
Como ocurre con el bollo de Paradela, la empanada de Cordeiro es gigantesca. Ayer por la tarde se celebró la decimoséptima edición de esta cita gastronómica, y la empanada rondó los 44 metros de largo. En realidad, se trata de muchas empanadas resumidas en una sola, pues si bien la harina es la misma (obtenida de maíz), los ingredientes del relleno de la empanada varían mucho, y van desde la carne de ternera o cerdo hasta las sardinas, pasando por el atún, las zamburiñas o los mejillones, el lomo o el pollo.
Esta «superempanada» es el fruto de una intensa jornada de trabajo de muchos vecinos de la parroquia de Cordeiro, y su degustación es el colofón a un día de fiesta religiosa, como es el Corpus. De hecho, los primeros trozos se cortan una vez la procesión va ya camino de vuelta a la iglesia.
Asesorados por un maestro
Los vecinos pudieron contar con el asesoramiento técnico de un maestro panadero, Manuel Pereira, que tiene en su haber el récord mundial por la elaboración de la empanada más larga, que medía unos 200 metros.
Los socios de la entidad organizadora pudieron disfrutar de un par de raciones gratuitas, mientras que los no socios tenían que pagar 1,50 euros por cada trozo de empanada. También colaboraron con el evento (celebrado en el Teleclub) las mujeres de la asociación Costureira, que realizaron una exhibición de costura.
Este colectivo está integrado por mujeres de entre 40 y 70 años que ponen en común sus conocimientos de costura, aprendiendo las unas de las otras, y que enseñan a las jóvenes interesadas en introducirse en este mundo.

FARO DE VIGO, 15/06/09

Fillo adoptivo da vila padronesa. Artigo sobre o «padre Enrique».

De seguro que se alguén preguntase en Padrón, por don Enrique Tomás Rodríguez, poucos serían os padroneses que acertarían a dar resposta. Nembargantes , non tería o interesado máis que preguntar sinxelamente polo padre Enrique, para que no intre calquera se daría conta de que lle estaban a preguntar polo frade dominico do convento do Carme. Pois ben istes días a Corporación está iniciando os trámites para nomealo fillo adoptivo.

E que 50 anos, ou sexa medio século, entre nós, ó fronte do convento , e de convivencia padronesa diremos que non só se convirtiu nun padronés mais, é que xa ven a ser coma unha verdadeira institución. A súa presenza a través de tanto tempo presidindo festexos relixiosos de tanta tradición coma as festas da Nosa Señora do Rosario, ou as do Carme, procesións e cantos actos se veñen celebrando no emblemático convento da capital do Sar, aparte a sua estimable colaboración co Concello dando facilidades para a instalación nunha das salas da oficina de Emprego e Colocación Municipal, a disponibilidade para frecuentes e diversas exposicións no monumental claustro, o local do Albergue de Peregrinos , etc. Son algunhas das facetas , aparte do seu trato persoal con fregueses e paisanía en xeral que lle granxearon o aprezo e estima dende que chegou a Padrón, e a quen tal vez se lle deba en grande medida que permaneza aberto ao público prestando servizos relixiosos , o que para os padroneses resulta tan entrañable convento do Carme .

José Castro Cajaraville. TIERRAS DE SANTIIAGO, 17/05/09

La Pascua presume de equinos.

La feria caballar de Padrón reunió a numerosos ejemplares y visitantes, aunque la crisis se dejó sentir en las ventas

La Pascua de Padrón celebró ayer el día más intenso de la fiesta, en el que el mundo del caballo tuvo un protagonismo especial. La jornada arrancó bien temprano con la feria equina, que este año contaba con seiscientos puntos de amarre para los caballos y una distribución de espacios para que los tratantes pudiesen exhibir sin problemas a sus animales y así favorecer la venta.
Pese a estos preliminares, los vendedores se quejaron de problemas para acceder al recinto debido a su escasa señalización y a los inconvenientes provocados por el gran número de personas que invadieron la zona para únicamente contemplar la estampa de los animales, nerviosos ante tanta expectación. De hecho, un hombre tuvo que ser atendido por la coz de un animal.
Superado el agobio de visitas, y cuando el espectáculo de doma estaba en pleno apogeo, quienes se acercaron hasta Padrón para comprar un caballo se afanaron en el arte del regateo con los tratantes, que, además de lamentar que «a xente ven máis a mirar que a mercar», presumían de ejemplares árabes, caballos cruzados, ponis y también burros. En cuanto a los precios, ninguno de los caballos bajaba de los mil euros.
La masiva afluencia de visitantes convirtió las calles padronesas en una inmensa procesión con un recorrido casi común, que arrancaba en la feria equina, pasaba por las zonas del mercadillo y concluía en el entorno de la plaza de abastos. Para la tarde quedaron actividades como la corrida de toros, no apta para todos los gustos, y que como años anteriores provocó quejas de los colectivos antitaurinos.
Terminada la jornada equina, el programa de hoy se nutre de actos oficiales, como la tradicional recepción a la corporación de Santiago.

LA VOZ DE GALICIA, 13/04/09