La agrupación de voluntarios de Protección Civil de Pontecesures
está a punto de cumplir 25 años. Un cuarto de siglo de trabajo
ejemplar, de compromiso constante, que ha sido reconocido, dicen sus
responsables, por todos aquellos que saben de la gestión de las
emergencias y por «los sucesivos alcaldes que han pasado por el
Concello». Hasta ahora. Al actual regidor cesureño, Juan Vidal Seage
(PP), lo acusan los voluntarios de ningunearlos, ignorarlos e incumplir,
sistemáticamente, los compromisos con ellos adquiridos. Como
consecuencia de esa situación, la agrupación ha acordado un cese
temporal de actividad. Así que, si está usted en Pontecesures y tiene
alguna emergencia, no intente contactar con ellos: no hay nadie al otro
lado de la línea. Con este parón, que «nos duele muchísimo a todos»,
pretenden los voluntarios llamar la atención del Concello y de los
vecinos sobre la importancia de su trabajo. Y, de esa forma, intentar
forzar al ejecutivo local a prestarles un mínimo de atención.
«Cuando entró este gobierno, después de
la moción de censura, decidimos darle un margen. El alcalde siempre
había tenido muy buenas palabras para nosotros, y consideramos que
merecían un tiempo para situarse». Y eso que pronto comenzaron a
producirse desajustes. «Cada año, con una subvención, el Concello
contrata a una persona para el servicio municipal de Emergencias. El
equipamiento para esa persona se lo compra Protección Civil. Llevamos
tres años así», se lamentan los voluntarios, que pagan ese equipaje con
sus medios mientras ellos no tienen «ropa para trabajar».PUBLICIDAD
Las
quejas siguen. Porque el gobierno local, dicen los voluntarios, está
siendo cicatero con ellos hasta el punto de que la base ha permanecido
sin agua caliente durante once meses, entre ellos los tres en los que
estuvo operativa la cuadrilla de lucha contra los incendios. La lista de
quejas de la agrupación aún va más allá: se les niegan medios y, los
pocos que tienen, se les usurpan en la práctica. Es el caso de uno de
los coches del servicio de emergencias, que está siendo utilizado por la
Policía Local. «Hay una subvención para comprar un coche para ellos,
pero no lo dan hecho y llevan desde septiembre de 2017 usando el
nuestro», cuentan.
Todo este cúmulo de situaciones llevó a los
voluntarios a plantarse. «Nosotros ponemos nuestro cuerpo, nuestro
esfuerzo, nuestro trabajo», dicen. Y no piden más «que se nos den los
medios para que podamos trabajar». Pero sus quejas no les han reportado
más que disgustos. Acusan al alcalde de estar llevando a cabo una
«venganza contra nosotros», que se traduce en que ni siquiera se haya
pedido la subvención que permite contratar a un agente de emergencias.
¿Hay posibilidad de que las cosas se encaucen? «No lo parece; el alcalde
ni siquiera quiere hablar con nosotros».
«Non se están a pedir nin as subvencións para o material preciso»
El problema surgido de Protección Civil fue objeto de un intenso debate en el pleno de la corporación. La portavoz del BNG, Cecilia Tarela, interpeló al alcalde sobre esta cuestión. A su juicio, Vidal Seage «igual debería pasar un día de traballo para saber todo o que fan». La edila recordó que, además de atender emergencias «a calquera hora do día o u da noite», la agrupación se encargaba, también, de la retirada de nidos de velutina, más de doscientos el año pasado. «¿Quen vai facer agora todo ese traballo?», se pregunta, y no le vale «a resposta do alcalde de que se chame ao 112». Pide a Seage que abra un diálogo y que, por lo menos, pida las subvenciones para material. Ayer fue imposible conocer la postura del regidor sobre este asunto.
La Voz de Galicia