La procesión de los lacones, en el Concello de Valga; la bendición de los panes, en el Ayuntamiento de Cambados, o la celebración de una festividad local, como sucede en el de Meaño; marcan el inicio del mes en la comarca de O Salnés y el territorio Ullán. Se trata de los homenajes a San Blas y la Candelaria, según proceda, dos citas que cuentan con miles de devotos en la comarca.
En Valga, sin ir más lejos, los vecinos se reunieron ayer para recorrer, con los lacones a la cabeza, el trayecto entre Vilar y Cordeiro, deteniéndose en puntos estratégicos para degustar buenos aperitivos y vinos.
La subasta de las patas de cerdo en Valga, donde suelen alcanzar los 80 euros, constituye una cita profana y religiosa que es ya parte destacada de la historia de esta localidad.
Desde 1918
Cabe recordar que cada 25 de enero, festividad de San Paio, las figuras de San Roque y San Antonio se trasladan en procesión desde la iglesia parroquial de Cordeiro hasta la capilla de Vilar.
Y llegado el día de la Candelaria -ayer- se hace el recorrido inverso, con los cestos de lacones sobre las cabezas avanzando en animada procesión, esta vez quizás más rápida que de costumbre, debido a la amenaza de lluvias.
Una vez finalizada la procesión se oficia una misa, y es después cuando se subastan los jamones, prácticamente como se hace desde 1918, cuando, según cuenta la historia, los valgueses sufrieron una brutal epidemia de gripe.
Fueron los residentes en Vilar los encargados de pedir ayuda a los santos, y dado que la enfermedad cesó mostraron su gratitud ofreciendo lacones a San Roque y San Antonio.
Faro de Vigo