Extrugasa dona 400 euros en la campaña de recaudación del colegio Ferro Couselo para construir un pozo de agua en Tindouf
El colegio Xesús Ferro Couselo se ha convertido en un fuerte catalizador del vínculo que todos los veranos se viene estableciendo entre Valga y una pequeña población saharaui conocida como Tindouf. Muchas de las familias de los alumnos del centro colaboran en las campañas estivales de acogida de niños saharauis. El apego generado también ha servido para descubrir las necesidades de una población en estado de extrema pobreza. Con un sentido de la empatía por encima de lo normal, los alumnos quieren regalarle a sus amigos su esfuerzo en forma de pozo de agua.
DIEGO DOVAL La presencia de niños saharauis en los veranos de Valga se ha convertido en toda una nota de alegría. Cada año las familias del municipio del Ullán muestran su espíritu humanitario en las campañas de acogida. Entre diez y quince niños menores de doce años conocen el primer mundo convirtiéndose su estancia en los hogares valgueses en una sucesión de experiencias que ninguno de sus protagonistas puede olvidar.
Esa enriquecedora relación dio un paso más gracias a la mediación del Colegio Xesús Ferro Couselo, centro en el que cursan estudios muchos de los niños que durante el verano comparten el día a día con sus amigos de Tindouf. Una foto regalada a los anfitriones con la palabra gracias, se convirtió en todo un catalizador de sentimientos solidarios que tomaron cuerpo en la forma de un pozo de agua.
Los contactos con la Asociación Saharaui tenían como objetivo devolver todo el cariño mostrado por los niños. La opción de poder mejorar la calidad de vida de los habitantes de Tinduf tenía como mejor exponente el agua, tan escasa por aquellos lares. Para ello, se elaboró un proyecto para construir un pozo de abastecimiento. El presupuesto elaborado situaba la cantidad necesaria en torno a los seis mil euros. Corría el año 2010 y todos los miembros del colegio, profesores incluidos, iniciaron una campaña para alcanzar la cifra en cuestión.
Así surgieron las campañas de todo tipo. Desde festivales hasta la venta de imanes, marcapáginas o camisetas. Todo era válido con el fin de ayudar a Tindouf. El único inconveniente eran las limitadas características del colegio de Valga. Con 95 alumnos había que redoblar esfuerzos para alcanzar cuanto antes el objetivo, pero la empresa no les asustó lo más mínimos, más bien todo lo contrario. El apoyo mostrado por las familias sirvió para catapultar las donaciones. Incluso se puso en marcha un carné solidario, disponible para todos los valgueses, y que supone la donación mensual de dos euros para una causa tan loable.
Como no podía ser menos, la empresa Extrugasa también ha querido hacer su aportación para una iniciativa que acentuará el hermanamiento entre Valga y Tinduf.
En la mañana de ayer, Andrés Quintá hizo entrega de un talón por valor de 400 euros que supone que la recaudación para el pozo de agua ya haya alcanzado los 4.000 euros.
Con dos tercios de lo necesario ya recaudado, el empeño de los alumnos del Xesús Ferro Couselo llega intacto a la recta final. Su director, Francisco Sánchez, tiene muy claro que «queremos alcanzar a fin de curso alrededor del 75% del total. Creo que lo vamos a conseguir. La aportación restante correrá a cargo del pueblo saharaui».
El final del presente curso tendrá un momento para el recuerdo con la entrega de la recaudación obtenida.
FARO DE VIGO, 21/12/12