La repatriación de los cuerpos de Alberto Chaves y María González “se prolongará días”.
Pontecesures y Rianxo recuerdan este martes a los dos jóvenes gallegos fallecidos en los atentados de Sri Lanka a través
 de distintos actos y muestras de solidaridad que se suman a los 
crespones negros y banderas a media asta del edificio consistorial.
Pontecesures, localidad pontevedresa donde residía María González Vicente, de 32 años, ha decretado tres días de luto oficial.
 Además han convocado una concentración a las 20.30 horas en la 
plazuela, a la que el alcalde, Juan Manuel Vidal, ha invitado a todos 
los vecinos.
El
 municipio de Rianxo, de donde era originario Alberto Chaves, de 31 
años, guardaba este mediodía ante el ayuntamiento un minuto de silencio 
en repulsa por lo ocurrido y como muestra de acompañamiento y 
solidaridad. El alcalde de la localidad, Adolfo Muiños, 
explicaba esta mañana para FARO la sensación de “rabia” y de 
“solidaridad absoluta” con la familia de los fallecidos en los ataques 
terroristas. 
El
 Parlamento de Galicia también guardó este mediodía un minuto de 
silencio en memoria de las víctimas de los atentados perpetrados el 
pasado fin de semana en Sri Lanka. El presidente del Parlamento, Miguel 
Santalices, expresó ayer sus condolencias a las familias y amigos de los
 fallecidos, al tiempo que se mostró convencido de que “jamás el terrorismo logrará doblegar a las sociedades y a las personas de bien”.
Santalices
 remitió también un mensaje de condolencia a los alcaldes de 
Pontecesures y de Rianxo, ayuntamientos de los que eran oriundas las 
víctimas gallegas.
Las visitas a la vivienda familiar del joven
 que trabajaba en India para una filial del grupo Profand, en la aldea 
de Rial, se sucedían esta mañana en un ambiente de consternación 
palpable entre los vecinos del lugar de la parroquia de Leiro, al que 
conocían bastante bien pues visitaba a su familia con asiduidad. “Rial 
está deshecha”, apuntaba uno de los vecinos, “yo lo quería como si fuese
 un hijo”. “Era un chaval educado, agradable, buen chico. Saludaba a 
todo el mundo”, explica el propietario del bar O Portugués. 
Atentados en Sri Lanka: la repatriación “se prolongará días”
La repatriación de los cuerpos de Alberto Chaves y Mariá González “se prolongará días”, según informaron fuentes diplomáticas. Las
 autoridades españolas desplazadas a Sri Lanka están tratando por ahora 
de recopilar toda la documentación necesaria para que se pueda proceder 
con la repatriación de los cadáveres de los dos jóvenes naturales de Galicia.
Sin
 embargo, ese proceso para obtener los certificados oficiales por parte 
de las autoridades judiciales de Sri Lanka aún “se prolongará días”, 
advirtieron fuentes diplomáticas españolas, que pidieron el anonimato. 
Cuando concluya todo el proceso burocrático, serán las agencias de 
seguros y las funerarias las que tomen el relevo, añadieron.
La joven pareja gallega, que estaba de vacaciones en Sri Lanka, falleció en la cadena de atentados perpetrados el Domingo de Resurrección en tres iglesias y tres hoteles de lujo del país asiático. Su muerte se suma a la de al menos catorce turistas españoles muertos en ataques terroristas perpetrados en los últimos veinticinco años mientras pasaban sus vacaciones fuera de España.
Además
 de los que se encontraban de vacaciones, al menos otros veinte 
españoles -cooperantes, misioneros o empresarios que residían en el 
extranjero- han fallecido en ataques terroristas fuera de España, el 
último el gallego Ignacio Echeverría, afincado en la capital británica asesinado en el atentado del londinense Puente de Westminster el 3 de junio de 2017.
Atentados en Sri Lanka: más de 300 muertos
Este martes, las autoridades de Sri Lanka elevaron a más de 300 el número de fallecidos
 por la sangrienta serie de atentados del Domingo de Resurrección, que 
atribuyen a un grupo islamista local y que ocasionaron además 500 
heridos.
Los ataques comenzaron
 de forma simultánea con potentes explosiones en tres hoteles de lujo en
 Colombo -los jóvenes gallegos se hospedaban en uno de ellos- y también 
en una iglesia de la capital, otra en Katana, en el oeste del país, y 
una tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.
Las  explosiones continuaron horas después con una séptima detonación en un  pequeño hotel situado a una decena de kilómetros al sur de la capital, y  la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.  Cuarenta sospechosos han sido detenidos por estos ataques, que aún no han sido reivindicados.
Faro de Vigo