La caña y anguila de Valga, ejemplo de la riqueza y variedad gastronómica de Galicia.

En Galicia hay fiestas para exaltar todo tipo de productos de la huerta, el mar y los ríos. Y la caña do país que se produce en localidades como Valga, junto con la anguila que se pesca -o al menos se pescaba antaño- en sus ríos también tienen su propia exaltación, convirtiéndose por tanto en un ejemplo más de la rica y variada oferta gastronómica de la comunidad autónoma.

Así lo consideran también en la agencia Turismo de Galicia, cuya directora, Nava Castro, se refirió ayer a los destilados y el pescado valgueses como «un buen ejemplo de es variedad y calidad de los productos gallegos que nos hace únicos entre los diferentes destinos turísticos».

Ruta de pinchos

Quedó puesto de manifiesto en el transcurso de la XXVII Festa da Anguía e Mostra da Caña do País, que comenzó hace días con diversas actividades socioculturales, catas y concursos, y que finaliza hoy con la segunda jornada de «Tapa á Anguía», una ruta en la que participan trece bares y restaurantes del municipio en los cuales se sirven gratis pinchos del escurridizo pez preparados de diferentes maneras.

Aquellos que aún quieran saborearlas pueden hacerlo hoy desde las 12.00 a las 16.00 horas, y de nuevo de 20.00 a 23.00 horas, en los bares Couceiro, Juan, Pirata, Maneiro, O Pontellón, Alba, Pardal y Potel, así como en el hotel Corona de Galicia, las cafeterías del Auditorio Municipal de Cordeiro y de la Casa da Cultura de Valga, la pastelería Caprichos y Casa Comparada.

Irmáns Dios Mosquera

De este modo se completa una fiesta que vivió ayer su día grande, con actos centrales en el Parque Irmáns Dios Mosquera desarrollados desde las nueve de la noche.

Fue allí donde el público asistente pudo saborear tanto el aguardiente como las anguilas, organizándose igualmente actividades para los niños tales como el taller gratuito «A cociña viaxeira», tendente a concienciarlos sobre lo importante que resulta una alimentación sana y equilibrada.

Los jóvenes asistentes podían trabajar con diferentes productos del supermercado, familiarizándose al mismo tiempo con valores como la solidaridad y la colaboración.

Todo ello antes de que se promoviera el concurso «Buscando anguías», dotado con tres premios en metálico que sumaban seiscientos euros.

Esto era parte de lo previsto por el gobierno presidido por el conservador José María Bello Maneiro en una fiesta que, como se explicaba anteriormente, ayuda a promocionar los productos gallegos.

A este respecto, Nava Castro incidió ayer en la importancia de mostrar esos productos a los turistas y a las nuevas generaciones de gallegos para que aprendan a apreciarlos.

En el caso de los ciudadanos de Galicia – y de los valgueses en particular-, todo esto puede servirles también «para ver la gastronomía no solo como una oportunidad de desarrollo, sino también para la convivencia», apostillan en Turismo de Galicia.

El Concello convoca cada año el concurso «Embelecer Valga», una de las citas destacadas en el programa de las fiestas de la anguila y la caña del país. Es una forma de incentivar la participación de los vecinos y de mejorar el aspecto de la localidad, ya que básicamente consiste en animar a los ciudadanos a unirse formando equipos que se dedican a trabajar para mejorar diversas zonas de su parroquia o lugar, encargándose la Administración local de suministrar el material necesario.

De este modo los valgueses se divierten y concursan adecentando las zonas en las que residen, al tiempo que optan a un primer premio de 300 euros y un segundo de 200, con cien euros para las demás comisiones vecinales participantes.

En la edición de este año, cuyos premios se dieron a conocer ayer en el transcurso de los actos centrales de la Festa da Anguía, el primer clasificado fue el lugar de Vilar, donde los vecinos se ocuparon de la colocación de farolas y canalones para mejorar el local social, además de instalar una mesa de madera y bancos, junto con el acondicionamiento de sus jardines.

El segundo puesto fue para Barcia, donde los residentes se ocuparon de mejorar el parque y el local social, decorándolo además con nuevos accesorios e instalando maceteros con plantas y un juego conocido como araña trepadora. La tercera posición la ocupó el lugar de Canle, que en esta edición del concurso propuso y ejecutó el cierre de la pérgola de madera y la iluminación y decoración de su parque.

Faro de Vigo

Valga quiere alcanzar el índice de donación de sangre recomendado por la OMS.

Está en el límite por lo que llama a la solidaridad el próximo jueves 20.

La Axencia Galega de Sangue, ?rganos e Tecidos, dependiente de la Consellería de Sanidade, deplazará el próximo jueves 20 de julio a Valga una unidad móvil de donación dentro de su campaña de verano ??Súmate, dona sangre?. El autobús estará emplazado en Pontevalga, delante del Ayuntamiento, de 10 a 14 horas y por la tarde se trasladará a Cordeiro, junto al Auditorio Municipal, entre las 16 y las 21 horas

Pueden acudir las personas mayores de 18 años (si cumplen 65 pueden donar con el permiso de su médico), con más de 50 kilos de peso y que no padezcan ni hayan padecido enfermedades transmisibles por la sangre. No deben acudir sin desayunar pero después de la comida tienen que dejar pasar dos horas, sin olvidar la tarjeta de donante, DNI o documento similar y un informe médico en el caso de estar tomando algún medicamento. Antes de la donación, un médico realiza una entrevista y un examen básico para preservar la salud del donante y proteger al futuro receptor de los componentes sanguíneos. Los hombres pueden donar un máximo de cuatro veces al año y las mujeres tres, dejando pasar entre cada una de ellas un mínimo de dos meses.

Tanto la Axencia Galega de Sangre como el Ayuntamiento, que colabora en esta acción, solicitan a los veciños del municipio la mayor colaboración y solidaridad, teniendo en cuenta que el verano es una de las épocas de mayor dificultad para conseguir las donaciones que precisan los enfermos. Por este motivo, se impulsan iniciativas para sensibilizar sobre la importancia de este acto altruista y tratar de garantizar una participación adecuada para cubrir las necesidades de los hospitales gallegos, que atienden cada día una media de 2.700 urgencias, más de 500 intervenciones quirúrgicas y tres trasplantes de órganos y tejidos. El objetivo es el de conseguir las 100.000 donaciones cada mes, cifra que precisan los hospitales para atender a todos los enfermos. Además, se incide en la concienciación de un grupo especial de donantes universales, con sangre cero negativo, que son apenas 7 de cada 100.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una tasa de donación de entre 40 y 60 por cada 1.000 habitantes. En Galicia las donaciones de sagre consiguieron en 2016 las 111.276, lo que representa que son 41 por cada 1.000 habitantes. Durante el pasado año, en Valga se registró una tasa de 39 donaciones por 1.000 habitantes, muy cerca de lo recomendado por la OMS, de ahí que se impulsen campañas como la del próximo día 20. La Axencia Galega de Sangue incide en que «los enfermos no toman vacaciones» en el verano y «muchas personas dependen de nuestra solidaridade para recuperar su salud».

En este sentido, hay que tener en cuenta que de cada donación de sangre se obtienen tres componentes: glóbulos rojos, plasma y plaquetas, que suelen utilizarse por separado, de manera que una donación puede beneficiar a más de un paciente. Enfermos que se tienen que operar, que sufrieron accidentes de tráfico o laborales, que padecen anemias, hemorragias, cáncer o leucemia o se tienen que someter a trasplantes de órganos son los principales receptores de estas donaciones. Una intervención quirúrgica puede precisar dos bolsas de glóbulos rojos y en algunos accidentes de tráfico y trasplantes de hígado se llega a utilizar la sangre que donan diez o veinte personas.

Faro de Vigo

Pontecesures ondea sus banderas a media asta por el atentado de Londres.

El alcalde popular explica que es un «acto de solidaridad» con las víctimas y sus familias, entre ellas una madre gallega.

Las banderas de la fachada del Ayuntamiento de Pontecesures ondean desde ayer a media asta. El motivo no es otro que mostrar la solidaridad del pueblo pontecesureño con la tragedia que acaba de asolar a la capital británica -y también a toda Europa-, donde un atentado terrorista acabó con la vida de cinco personas -e hirió a decenas-, entre ellas una mujer de 43 años de origen gallego (hija de una betanceira) que salía de su trabajo en un colegio y caminaba por el viaducto para recoger a sus hijas.

El alcalde del pequeño municipio del Ullán, Juan Manuel Seage, explica que «queremos solidarizarnos» con las víctimas fallecidas en Londres y sus familias. Entre la opción de convocar una concentración con un minuto de silencio y descender las banderas institucionales en señal de duelo, el regidor popular se decantó por esta segunda opción.

En multitud de ciudades y también municipios de menor entidad de distintas partes del territorio español se llevaron a cabo actos semejantes para demostrar el más absoluto rechazo al terrorismo.

No obstante, en las comarcas de O Salnés y Ullán, el de Pontecesures fue de los pocos concellos que decidió mostrar públicamente su solidaridad con la tragedia ocurrida en la ciudad londinense.

Pese a este nuevo atentado, España mantiene el nivel 4 de alerta antiterrorista. Se trata del penúltimo escalón previsto, pues el máximo, el nivel 5, se reserva para casos de atentados ocurridos en territorio nacional y en la práctica implica como diferencia con el nivel previo la presencia de militares en las infraestructuras críticas, nudos de comunicación y lugares de gran acumulación de personas.

Faro de Vigo

«Móvete Dance» en Pontecesures.

Día 7 de enero?16.30 horas.?Plazuela de Pontecesures?

La asociación de empresarios de Pontecesures organiza una actividad que invita a mover el cuerpo y a la solidaridad. Quienes participen en esta sesión «dance» deberán aportar un alimento no perecedero que se donará a Cáritas. Se sorteará n un fin de semana, una cena y cuatro vales de 25 euros.

La Voz de Galicia

Fallece un trabajador en Finsa tras quedar atrapado en una cinta transportadora.

Un operario de 59 años de edad resultó ayer fallecido a consecuencia de las heridas que sufrió tras ser atrapado por una cita transportadora en las dependencias que la maderera Finsa posee en la localidad coruñesa de Padrón.

Los hechos tuvieron lugar en el turno de noche, sobre las 4 horas, cuando, al parecer, el hombre, que responde a las iniciales E.E.I., trataba de desobstruir una cinta transportadora que se utiliza para la evacuación de residuos. Por motivos que se desconocen, resultó atrapado, lo que acabaría provocando el fatal desenlace. Sus compañeros, en cuanto se percataron de la situación, alertaron inmediatamente al 112, que movilizó a la Guardia Civil, a urgencias médicas y a integrantes del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) con sede en Padrón, estos últimos ya no llegaron a intervenir.

Cuando se personaron en el lugar los médicos solo pudieron confirmar el fallecimiento del hombre, por lo que se hicieron cargo de la situación efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil y los forenses. Los agentes han abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que ocurrió el siniestro e inspectores de Trabajo se personaron en la fábrica para mantener una reunión con sus directivos y con los representantes sindicales.

Precisamente, la central sindical Comisiones Obreras emitió ayer un comunicado en el que lamentaba el fallecimiento del trabajador, afiliado a esta organización y espera que la investigación esclarezca las causas en las que se registró el fatal accidente. La central también trasladó su solidaridad a la familia.

Los representantes del sindicato pudieron acceder al lugar del accidente y afirman que «lo único que se puede confirmar, por ahora, es que el operario falleció sobre las cuatro de la mañana cuando efectuaba labores de desobstrucción en una cinta de evacuación de residuos».

En ese escrito también reconoce el sindicato que, en el momento del suceso, había más empleados en la fábrica, pero «aparentemente, ninguno con contacto visual directo» con el trabajador fallecido. La central sindical insiste en que seguirá «muy de cerca la investigación de este fatídico accidente» y, según cuales sean las conclusiones, pedirá la adopción o refuerzo de medidas preventivas para evitar que «una nueva desgracia vuelva a ocurrir».

Faro de Vigo

El espíritu del «Nunca Máis» se instaura en los montes.

nuncam

002, tras la llegada de ingentes cantidades de chapapote a la costa gallega debido al hundimiento del petrolero «Prestige» los ciudadanos se unieron para colaborar en la limpieza y acuñaron aquello del «Nunca Máis», como aviso a navegantes y a modo de ruego, para evitar tragedias similares. El eslogan se repitió con fuerza en los incendios de 2006 y ahora vuelve a escucharse, pues la sociedad está alarmada al ver cómo arde el monte otra vez. Muchos tratan de colaborar en la extinción, pero también pueden hacerlo alertando en caso de ver fuego o denunciando a los pirómanos.

En 2002, cuando se hundió el «Prestige», el fenómeno de las redes sociales no estaba tan presente en el día a día como lo está en la actualidad. Y aún así a raíz de aquel desastre ecológico los ciudadanos se unieron y colaboraron intensamente.

Ni que decir tiene que ahora, cuando las nuevas tecnologías están plenamente implantadas y todo el mundo tiene un móvil en su mano o su bolsillo, hablar de los incendios forestales que asolan Galicia resulta mucho más sencillo, y conocer su evolución es posible en tiempo real.

Escenas de rabia

Por eso el espíritu del «Nunca Máis» vuelve a estar presente, ahora en los montes, al igual que lo está la solidaridad entre los ciudadanos, sobre todo entre los directamente afectados por las llamas o su cercanía.

Los fuegos registrados en lo que va de mes permitieron ver las mismas caras de desesperación, impotencia y rabia que se vieron tras la llegada del chapapote a la costa o durante la oleada de incendios de 2006.

Al igual que se repiten las escenas de personas luchando contra la adversidad sin apenas medios para ello, en este caso provistas de mangueras de las que apenas fluye agua, ramas que arrancan a los árboles o arbustos para golpear las llamas y pañuelos o camisetas con los que tapan la boca como si fueran mascarillas.

Vecinos intoxicados por el humo, exhaustos después de enfrentarse a las llamas -a veces además bajo un sol de justicia-, atendidos por padecer crisis de ansiedad al ver que pueden perderlo todo en cuestión de minutos o personas heridas, con pequeños cortes o contusiones, constituyen el parte médico de esta nueva lucha contra los incendios y los terroristas que se ocupan de provocarlos.

Desde Castroagudín (Vilagarcía) a Setecoros (Valga), pasando por Dimo (Catoira), Meaño, Rianxo, Ribadumia, Cambados, O Grove, Pontecesures, Meis y tantos otros lugares de O Salnés, Ullán y Barbanza los arousanos intentan cerrar filas contra esta lacra que no solo puede provocar muertes y que arrasa montes y zonas de cultivo, sino que también constituye un perjuicio enorme para el bienestar de las futuras generaciones.

Todo esto justifica la colaboración de los vecinos en la lucha contra las llamas.

Una ayuda que puede prestarse no solo atacando el fuego o brindando apoyo a los profesionales que lo hacen, sino también telefoneando al 085 o al 112 para alertar de cualquier incendio o bien informando a las fuerzas de seguridad sobre cualquier indicio que permita identificar, localizar, detener y castigar a los pirómanos.