El Belén Artesanal abre sus puertas para mostrar su solidaridad con los refugiados sirios.

Nava Castro en belén de Valga /

El Belén Artesanal de Valga abrió ayer sus puertas al público para inaugurar de forma oficial la llegada de la Navidad al municipio. Entre las numerosas sorpresas que se encuentran entre las figuras y los decorados que lo conforman, este año destacaba la solidaridad con los refugiados sirios y el drama de la guerra.
La expectación en Valga era máxima y desde que se abrieron las puertas a las cinco y media de la tarde de ayer fueron muchos los vecinos que se acercaron para observar este Nacimiento, declarado de Interés Turístico de Galicia.
Entre los visitantes en la prieme jornada se encontreban, además del alcalde de la localidad, José María Bello Maneiro, la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, o el presidente de Portos, José Juan Durán, entre otros.
El Belén de Valga es la muestra artesanal más grande de Galicia y este año todavía más, ya que cuenta con una importante remodelación y ampliación para mayor lucimiento.
La directora de Turismo remarcó, tras la visita al Belén, que cuenta con una gran variedad de escenas en las que se recrean los oficios, costumbres, personajes famosos y actividades cotidianas en la que los propios vecinos son los protagonistas. Todo ello en un marco en el que se pueden apreciar varios microclimas. Estas circunstancias han motivado que desde la Xunta entiendan que se trata de uno de los ??grandes reclamos da nosa comunidade como destino turístico no Nadal?.Nava Castro destacó el carácter popular y participativo del Belén Artesanal y subrayó la dedicación de los vecinos que lo elaboran, al tiempo que resaltaba que tiene un doble valor cultural, por una parte mantener la tradición belenística y por otra la muestra de oficios ya desaparecidos o en vías de serlo.

Diario de Arousa

Las cuatrocientas hostias (coa man aberta).

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Santi Giménez.

En 1959 se dio por inaugurada la Nouvelle Vague con la primera película de François Truffaut, Les quatre cents coups. El título hace referencia a una frase hecha en francés, que vendría a traducirse en español por ??hacer las mil y una?, y jugaba con el doble sentido de la frase y las perrerías que le hace la vida al atormentado Antoine Doinel, protagonista de la trama.

Desde entonces, la muletilla de recibir ??cuatrocientos golpes? ha ido quedando olvidada y ha ido extinguiéndose al tiempo que los hippies que la utilizaban iban convirtiéndose en diputados, concejales y consejeros delegados. No obstante, en Pontecesures, un pequeño pueblo del Baixo Ulloa, en Galicia, puede volver a ponerse de moda, aunque sea con un sentido mucho más literal y menos metafórico.

Hace pocas semanas, la Guardia Civil de Valga consignó la denuncia por amenazas interpuesta por la ciudadana María José Lorenzo quien, alarmada, había comprobado como se había creado un grupo en Facebook referido a su persona bajo el nombre ??Eu tamén lle daria unha hostia coa man aberta? y en el que se habían apuntado 400 personas. Es decir, que la pobre señora Lorenzo está a punto de asumir el papel de Doinel pero a lo bruto, sin figuraciones literarias. Ella tiene el dudoso honor de tener 400 vecinos dispuestos a darle una hostia con la mano abierta, cosa que inquieta más que los vericuetos existenciales que adornaban la obra de Truffaut. ¿Qué ha hecho esta señora para enojar de esta manera a sus conciudadanos? Esta es su historia.

María José Lorenzo creó en su día una página en Facebook llamada ??Xente de Pontecesures?, una página dedicada a compartir recuerdos y noticias del pueblo y que según su impulsora fue creada ??para la nostalgia y comentar temas de actualidad?. Hasta aquí, nada hacía suponer que la cosa podía acabar como el rosario de la Aurora, pero es que Pontecesures tiene una curiosa historia.

Como no podía ser de otra manera, Pontecesures tiene su némesis en el pueblo de al lado, Valga, del que había formado parte hasta 1930, año en el que los cesureños culminaron su proceso de independencia, iniciado en 1925, cansados de pagar más impuestos que el resto de habitantes del Concello. No sé si la historia les suena. El caso es que desde entonces los de Valga y los de Pontecesures no se llevan demasiado bien.

Hecha esta precisión, resulta que la autora de la página de Facebook no vive en Pontecesures y ese detalle fue la mecha que encendió la polémica. Los debates en lo que debía ser una página para la nostalgia fueron volviéndose cada vez más agrios. María José Lorenzo empezó a vetar el acceso a la página a gente a la que acusaba de no poder opinar del pueblo por vivir en Valga y las discusiones fueron subiendo de tono. Antes, las discusiones en los pueblos se mantenían en el casino a la salida de misa. Ahora, por lo que se ve, ya son vía Facebook, aunque, la manera de arreglarlas parece que no ha evolucionado demasiado.

El punto álgido en la discusión de la página creada para compartir recuerdos, recordar a los maestros y hablar de cuanto costaba un litro de leche, fue cuando un cesureño le escribió a la administradora de la página: ??Cando te vexa vou darche unha hostia coa man aberta?. Acto seguido, fue vetado del grupo, una actuación que generó una cuestionable corriente de solidaridad y dio origen al grupo ??Eu tamén lle daria unha hostia coa man aberta? al que se apuntaron 400 personas y que motivó la denuncia.

Claro que si tenemos en cuenta que uno de los acontecimientos más celebrados del año es la tradicional carrera de burros y que la mayoría de la población trabaja en la factoría que Nestlé estableció en la localidad en 1939 y desde la que se nutre de leche condensada a medio mundo, no es de extrañar que los cesureños acaben resolviendo sus disputas a leches, o a hostias. Cuatrocientas, o las que hagan falta.

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Los ganaderos deciden abandonar sus campamentos en Larsa, Clesa y Nestlé y desbloquean las fábricas.

Un centenar de profesionales del sector llevaba cinco días frente a las factorías de Vilagarcía, Caldas y Pontecesures.

Los ganaderos que el viernes comenzaron a bloquear las fábricas de Larsa (Vilagarcía), Clesa (Caldas) y Nestlé (Pontecesures) han decidido levantar el campamento tras el principio de acuerdo alcanzado por la plataforma, que ha desconvocado la huelga de entregas. A las cinco y media de la tarde los ganaderos acampados en Vilagarcía preveían empezar a dejar salir los camiones de las factoría aunque el desalojo del entorno se irá realizando a cuentagotas, pues algunos huelguistas se marchan esta tarde, si bien la mayoría lo hará mañana por la mañana.

Los ganaderos de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes que estaban concentrados en las plantas arousanas agradecen la solidaridad manifestada por los vecinos, así como también por parte del Concello de Vilagarcía, que les proporcionó una nueva carpa para refugiarse de las inclemencias meteorológicas. Tras el fin de la huelga, esta tarde han telefoneado al alcalde socialista Alberto Varela para que se traslade a O Pousadoiro y así poder despedirse de él y darle las gracias por su respaldo.

Faro de Vigo

Los tractores llegan a Vilagarcía y Pontecesures.

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A las 9 horas de ayer un grupo de ganaderos de la zona de Lalín y Silleda se guarecía de la llovizna en la marquesina que hay junto a la entrada de Larsa, en la carretera hacia Trabanca Badiña. Tenían aire cansado, pues llevan desde el lunes pisando sus casas solo para dormir o pegarse una ducha. Los tractores con los que estuvieron protestando tanto junto a la muralla de Lugo como en Santiago permanecían aparcados en silencio a la entrada de la industria láctea vilagarciana. El conflicto lácteo llegó a la comarca arousana, con concentraciones en la capital arousana y Pontecesures.

Una panadera que estaba repartiendo con su furgoneta y que bajaba de Trabanca Badiña se detuvo unos segundos ante los ganaderos, que se guarecían de la llovizna bajo la marquesina que hay junto a la entrada de Larsa. Les preguntó si en algún momento iban a cortar el tráfico en la rotonda, uno de los principales accesos a Vilagarcía. Ellos le respondieron que no.

Dicen que no quieren causar molestias a los vecinos con piquetes ni tractores en medio de la carretera; ni siquiera tienen previsto obstaculizar a los trabajadores de las industrias lácteas, y de hecho ayer dejaron pasar con normalidad a los operarios de Larsa que entraban en el turno de mañana. Lo único que pretenden es impedir la entrada y la salida de leche de la factoría, para de ese modo protestar por los precios que están percibiendo por el litro de leche (en torno a 27 céntimos de media, según ellos) y la falta de medidas concretas que garanticen que las industrias cumplan después lo acordado.

Pero no solo hay concentración frente a Larsa, sino también frente a la Nestlé, en Pontecesures, y a la factoría de Clesa, en Caldas. La actividad de las industrias en Vilagarcía y Pontecesures se vio seriamente afectada. Los primeros tractores llegaron a Pontecesures sobre las 21,30 horas del viernes, y a Vilagarcía ya pasada la medianoche. Los ganaderos proceden de Rodeiro (que están en Pontecesures), Lalín, Silleda, Vila de Cruces o A Estrada? Y aunque poseen tractores modernos, potentes y bien equipados, un viaje desde Santiago o Lalín a Vilagarcía se hace muy pesado. «A 25 kilómetros por hora son bien dos horas de viaje», afirma Luis Cejo.

Algunos se las apañaron para dormir en las cabinas de sus tractores, y otros se turnaron para ir a descansar en sus casas, mientras otros ganaderos que se acercaron hasta Vilagarcía en coche les relevaban en esa primera madrugada de cerco a la industria láctea, un nuevo paso que los ganaderos gallegos decidieron dar el viernes en esta larga batalla que mantienen con la administración y parte del sector empresarial.

Su intención es quedarse como mínimo hasta el martes, cuando está prevista una nueva reunión en Madrid. Y entre tanto no les queda otra que armarse de paciencia e ir matando el tiempo de la mejor forma posible.

Pasadas las 9,30 horas de la mañana, varios de ellos se fueron a buscar el calor de una cafetería abierta, y tras otro relevo, sobre las 13 horas recibieron la visita del alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, y del diputado autonómico socialista, Pablo García.

Los ganaderos le pidieron al alcalde unas sillas para el tiempo que pasarán en la rotonda de Larsa, y le plantearon la posibilidad de hacer en la ciudad un reparto gratuito de leche para demostrar que, con los precios actuales, no ganan mucho menos regalándola, según uno de los afectados. Alberto Varela les respondió que «por nuestra parte no hay ningún inconveniente para que hagan ese reparto de leche», y les transmitió «nuestra solidaridad con la lucha que están emprendiendo». Asimismo, les ha ofrecido el uso de alguna instalación municipal «si quieren tener un sitio en donde descansar o darse una ducha». En Vilagarcía se han concentrado en torno a una treintena de tractores. La cifra es menor en Pontecesures, donde también han recibido la visita de la alcaldesa, la nacionalista Cecilia Tarela.

Los ganaderos están muy preocupados. Muchos ya tendrán que empezar a tirar la leche.

Faro de Vigo

Los tractores llegan a Vilagarcía y Pontecesures.

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Los ganaderos alcanzaron anoche la fábrica de Nestlé en Cesures y esta mañana esperan bloquear también la de Larsa en la capital arousana.

El conflicto del sector lácteo acaba de alcanzar Arousa. Ganaderos de Rodeiro, Lalín, A Estrada y Silleda se dirigían anoche a Vilagarcía para bloquear, a partir de esta mañana, el funcionamiento de la planta de Larsa en la capital arousana. El mismo plan reza para la factoría de Clesa en Caldas de Reis. Pero la primera avanzadilla está ya en Pontecesures desde las 22.30 horas de ayer. El acceso a la fábrica de Nestlé fue rodeado por una veintena de tractores. Sus propietarios no están dispuestos a ver cómo la industria y las políticas de precios malogran una actividad centenaria en Galicia. «Isto temos que solucionalo si ou si», afirmaba uno de sus portavoces. De momento, el Concello cesureño ya ha mostrado su solidaridad con el sector. La alcaldesa, Cecilia Tarela, ordenó la apertura del anexo del pabellón municipal de deportes para que los manifestantes puedan ducharse y descansar.

La Voz de Galicia