Valga homenajeó ayer la destilación tradicional de aguardiante con una fiesta en la que se implicaron las asociaciones
La aldea de Vilarello, situada en las proximidades de la conocida playa fluvial de Valga, ganó ayer el concurso «O lugar máis fermoso», que se organiza con motivo de la Mostra da Caña do País, que ayer celebró el día grande de su 23 edición. Tras Vilarello, que pertenece a la parroquia de Cordeiro, quedaron Barcia y Campaña.
La jornada estuvo cargada de actividades muy diversas, entre las cuales descataron la degustación de aguardientes, una demostración de destilado a cargo de los veteranos «cañeiros» de Valga Fermín Rodríguez y «Tucho» Santiago, acompañados por otros de Vedra y por los «requicheiros» de Portomarín, o una recreación de la batalla contra los franceses de Casal de Eirigo.En otro de los concursos se premiaba los mejores aguardientes, en las modalidades de caña blanca, de hierbas y tostada. Participaron un buen número de productores, todos ellos de Valga, y una de las ganadoras fue Carmen Bermúdez.
También hubo un concurso de elaboración de cestas de huerta, que ganó Rosario Busto Castaño, de Vilarello, seguida de Luisa Vázquez Souto, de Campaña, y de Soledad González Barreiro, de Barro.
La Mostra da Caña do País es una fiesta en la que las asociaciones locales tienen un gran protagonismo, pues montan una caseta en la que además de mostrar su actividad a los vecinos venden diferentes artículos, en algunos casos relacionados con el aguardiente. La asociación de viticultores Ribeira de Arousa, por ejemplo, vendía vinos y licores elaborados por sus socios; y había asociaciones de padres de alumnos de colegios o de mujeres rurales que comercializaban tartas o bizcochos hechos con aguardiantes del país. Participaron una quincena de colectivos muy diversos, como la banda municipal de música, que vendía camisetas y discos, la de solidaridad con el pueblo saharaui o la que organiza la fiesta de la batalla de Casal de Eirigo, que tenía una exposición relacionada con este evento.
Además de los actos directamente relacionados con la caña, la fiesta contó con una comida campestre, un encuentro de palilleiras, una concentración de Vespas y motos antiguas, dos conciertos de la banda de música de Valga, un espectáculo circense o piezas de teatro, una de las cuales fue una representación del conjuro de la «queimada». Hubo mucho público, por lo que la organización hace un balance positivo de la fiesta.
Hasta hace unos años Valga también hacía una fiesta dedicada a la anguila el mismo día que la de la caña, aunque esa parte del evento se suspendió hace un par de años debido a la escasez de anguila y a la crisis económica.
FARO DE VIGO, 25/08/13