Piden la absolución del único acusado por el incendio de las caravanas de Cesures.

El fuego calcinó seis vehículos y causó daños por valor de 236.000 euros

El fiscal tenía intención de solicitar este jueves en el Juzgado de lo Penal número uno de Pontevedra la absolución del único encausado por el incendio que, en noviembre del 2019, causó importantes daños materiales en un taller de Pontecesures. En su escrito de acusación, el ministerio público entiende que, si bien los hechos enjuiciados pudieran ser constitutivos de un delito de daños causados mediante incendio, lo cierto es que entiende que, a día de hoy, «no consta la autoría del delito».

Y es que, con respecto al único encausado en este procedimiento judicial, se incide en que existían «distintas vías de entrada posibles a las autocaravanas para originar el fuego», así como que disponía de «las llaves del taller donde se guardaban las llaves de las mismas un empleado de la empresa, adems del propietario». Es por ello que reitera que «no hay constancia de quien fue el autor de los hechos», por lo que, «en consecuencia, no cabe hablar de circunstancias modificativas de responsabilidad penal ni de pena a imponer».

El fiscal, en todo caso, relata en su escrito de acusación que, minutos antes de las tres menos cuarto de la madrugada del 8 de noviembre del 2019, «persona o personas no identificadas prendieron fuego en el interior de seis autocaravanas propiedad de la empresa Talleres Isvacar, regentada por el investigado». Estos vehículos se encontraban estacionados en la explanada que esta empresa posee en el lugar de Redondo, en el término municipal de Pontecesures.

Los daños ocasionados por las llamas ascendieron, según la tasación avalada por la Fiscalía de Pontevedra, a 236.071 euros. A este respecto, desde el ministerio público acotan que el acusado tenía póliza en vigor con una compañía de seguros «que cubría los daños».

Lo cierto es que las informaciones publicadas por aquellas fechas refieren que solo se registraron daños materiales y las labores de extinción se extendieron a lo largo de cerca de tres horas. Las llamas afectaron a media ocena de autocaravanas nuevas y que estaban disponibles para su alquiler.

Movilización de emergencias

Nada más tener conocimiento del incendio, el 112 movilizó a los distintos servicios de emergencias: Bombeiros do Salnés con base en Vilagarcía, Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga, y Guardia Civil. La información difundida por La Voz de Galicia destacó el hecho de que, «una vez controladas las llamas, aún quedaba trabajo por delante, porque hubo que desconectar las baterías y retirar las bombonas de propano que había en los vehículos, con el fin de garantizar la seguridad en la zona».

Por su parte, fueron los agentes de la Guardia Civil los que abrieron la correspondiente investigación para esclarecer las causas que pudieran estar detrás de este incendio.

La Voz de Galicia

Rapaces do IES Macías Padrón aprenderon a aplicar a intelixencia artificial.

No IES Macías desenvolveuse un taller para coñecer as ferramentas da Intelixencia Artificial (IA) aplicadas ao emprendemento, neste concreto Aula de Emprendemento do Instituto Macias o Namorado.

Organizáronse varios talleres para aprender a comprender os conceptos básicos da IA e a súa relevancia no emprendemento, así como a achegarse ás ferramentas gratuítas dispoñibles. Grazas a elas, o alumnado aprendeu con estas ferramentas a realizar logotipos ou pequenas pezas de vídeo a partires da IA. Ademais, buscouse fomentar a creatividade e o pensamento crítico dos estudantes.

Taller sobre intelixencia artificial, IA, aplicada no IES Macías o Namorado

Taller sobre intelixencia artificial, IA, aplicada no IES Macías o Namorado IES

El Correo Gallego

Cien años de Caleras del Ulla, una de las empresas hitóricas a orillas del río.

Se cumplen cien años de una industria vinculada a Francisco Asorey, Castelao, Escuredo, Cerámica Celta y Sargadelos

Una foto de los años cincuenta en la que se aprecian Nestlé y el puerto en el que se cargaban y descargaban mercancías.

La asociación cultural Os Penoucos lanzaba en 2019 un ambicioso proyecto con el que mostrar, inventariar y tratar de preservar elementos patrimoniales, naturales y paisajísticos de los Ayuntamientos de Catoira, Dodro, Padrón, Pontecesures, Rianxo y Valga.

Se conoce como «Obaixoulla.gal:Patrimonio, territorio e paisaxes», y se centra en hórreos, cruceros de piedra, fuentes, lavaderos, iglesias, capillas, molinos, antiguas industrias y todo tipo de elementos (hasta completar unos 3.000) con los que completa un álbum digital de indudable valor etnográfico.

Todos esos elementos aparecen documentados, clasificados y geolocalizados con mapas libres y lo mejor de todo es que ese catálogo digital está al alcance de todos enla web «obaixoulla.gal».

Una herramienta con la que redescubrir la historia del curso bajo del Ulla, y constatar, por ejemplo, que se cumplen cien años desde el nacimiento de Caleras del Ulla, una fábrica de cal que fue el germen de una marca que se hizo tan popular como Cerámica Celta.

Os Penoucos se encarga de recordar que fue en 1923 cuando Ramón Diéguez Carlés puso en marcha esa calera que se situaba en la zona de Porto, a orillas del Ulla y a escasos metros que, en 1939, ocuparía la fábrica de Nestlé.

Según el relato que refresca esta historia, la solicitud de licencia de construcción de la fábrica hacía alusión a la puesta en marcha de dos hornos, uno de cocción de baldosa y artículos análogos y otro para calcinar cuarzo pedernal y carbonato cálcico.

Esto lleva a Os Penoucos a aclarar que aquel proyecto de aquella calera del Ulla iba a ser el embrión de la futura Cerámica Celta.

No sin antes incidir en que «la materia prima era, posiblemente, de procedencia asturiana, y llegaba en naves que descargaban inicialmente en el puerto de Cesures» hasta que posteriormente se construyó un pequeño embarcadero de piedra más próximo a la fábrica y sus hornos.

Fue a instancia del propio promotor de la obra, que de este modo quería acelerar y facilitar la descarga de las piedras calcáreas y de los materiales necesarios en el proceso de calcinación.

Las mismas fuentes señalan que la cal producida «se utilizaba en la construcción y para abonar» los campos de cultivo, vendiéndose tanto allí mismo como en diferentes municipios del entorno y en las ciudades de Vigo y Pontevedra, a las que llegaba el producto por vía marítima.

El mismo medio de transporte que tanta importancia tuvo en los orígenes de Pontecesures y empleaba, en el mismo puerto, Nestlé, después de que en febrero de 1938 se constituyera Industria Lechera Peninsular S.A. (Ilepsa), y el 16 de agosto de 1939 inauguraba su planta de leche condensada.

A escasos metros de La Calera, la compañía láctea también se aprovechó de su estratégica sutuación a orillas del Ulla para cargar y descargar la madera necesaria para las calderas, la hojalata usada en los envases originales de la marca y los productos ya terminados.

Todo ello trasladado en viejos galeones de vela hacia o desde Vilagarcía de Arousa, «donde amarraban los buques de mayor tonelaje y se hacían los transbordos»

Asé se explica también en «obaixoulla.gal» al aludir en su catálogo digital a esa fábrica «pionera en la recogida de leche en el campo gallego» que desde 1978 produce en Pontecesures la popular marca «La Lechera», hasta entonces exclusiva en su factoría cántabra de La Penilla de Cayón.

Por cierto, que también en este caso hay que hablar de un aniversario (cuatro décadas), pues en 1983 la factoría cesureña se convirtió en la única de Nestlé España dedicada a producir leche condensada.

Pero volviendo al tema central de esta información, como es el funcionamiento, hace cien años, de Caleras del Ulla, y entrando en detalle en las características de esa construcción, «obaixoulla.gal». resalta también que los hornos de calcinación del cuarzo y cocción de baldosas son «unas construcciones troncopiramidales ejecutadas en piedra del país labrada».

Su interior «tiene una sección aproximadamente circular a modo de chimenea, con una capacidad de 50 a 60 metros cúbicos», completándose las instalaciones con dos galpones de planta baja, de 30 metros de largo por 10 metros de ancho.

En aquella misma época, aclaran Os Penoucos, ya estaba en funcionamiento la Cerámica de Campaña, en Valga y conocido con el paso del tiempo como Novo y Sierra.

«Corría el año 1921, cuando el Concello de Valga concedía permiso al empresario vigués Manuel Posada Fernández, asociado a Manuel Otero Bárcenas, también de Vigo, para edificar una casa de labranza, destinada a cocer teja y ladrillo, contigua a un galpón para depósito de maquinaria en el lugar de A Torre en la parroquia de Campaña, matiza «obaixoulla.gal»

«Las primeras instalaciones se completarían en Gándara-Campaña con una finca de secado, un motor de gas pobre para el funcionamiento de la maquinaria para fabricar teja y ladrillo y con una oficina de dirección y administración» añade el proyecto.

Parece ser que la nueva empresa «ya figuraba registrada en 1922 como fábrica de ladrillos, aunque sin finalizar las obras», y en 1923 sus propietarios cederían la industria a «la mercantil pontecesureña Escuredo y Cía, constituída por Eugenio Escuredo Lastra, asociado a los empresarios José Novo Núñez, Salvador Sierra Trasande y José Sierra Martínez, socios de la compañía Novo y Sierra, dedicada al comercio de ultramarinos y coloniales a gran escala, principalmente con América».

La relación de Novo y Sierra con Caleras del Ulla se debe a queen 1925, «apenas dos años después de abrir la Cerámica de Campaña, el empresario Eugenio Escuredo puso en funcionamiento en el lugar de O Cantiño (en el llamado Camiño de San Xulián) un taller de cerámica artística inspirado en el modelo que había conocido en Sargadelos, y al que iba a llamar Cerámica Artística Gallega».

«Obaixoulla.gal» continùa el relato diciendo que «contrató a un artesano portugués y entró en contacto con el artista Francisco Asorey, que realizó los diseños de los primeros moldes que salieron de esta cerámica: Os tesouros, Pórtico da Gloria, A Naiciña y el Sepulcro del Apóstol.

Lasa primeras producciones llegaron a venderse en Inglaterra, Cuba y Argentina. Pero «la calidad del barro empleado era baja para este tipo de cerámica».

Razón por la cual, una vez surgidas las primera dificultades, «Escuredo abandonó la experiencia y en 1927 vendió los moldes de las figurar al industrial Ramón Diéguez Carlés que trasladó la producción de taller de cerámica a las instalaciones de la calera del Ulla, fundando allí en este año la Cerámica Celta.

Una llamativa historia que no termina ahí, sino que llevó a Ramón Diéguez, «preocupado por la calidad» de la materia prima y sacando partido a su preparación, decidió emplear el barro de sus minas de feldespato de Valga e introducir la tcnica del vidriado en las piezas que había heredado de Cerámica Artística Gallega «dándoles un nuevo impulso»,

En el catálogo de Os Penoucos relatan que «además de seguir contando con la colaboración de Asorey, contrató a un artesano de Buño»

Y apostillan que «el médico Víctor García García-Lozano, un gran entusiasta de la cerámica, introdujo a su colega Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el taller» siendo el insigne artista rianxeiro el que más se interesó por la cerámica de Diéguez y el que más influyó en ella, «preparando numerosos diseños y bocetos que servirían de guía para la realización de piezas como A Cabuxiña, inspirada en una obra del alemán Willy Züguel».

Por si no fuera suficiente, «Francisco Asorey, José María Acuña, Carlos Maside, Santiago Bonone, Carlos Sobrino, Manuel Torres y Carlos Bóveda aportaron también sus diseños a Cerámica Celta»

Industria en la que «se elaboró durante casi 40 años una artesanía ligada a la naturaleza que se llegó a conocer como la Universidad Plástica de Galicia. El taller artístico funcionó entre 1927 y 1963».

En definitiva, que con una herramienta como «obaixoulla.gal» es posible saber más sobre la historia de Pontecesures, Valga, Catoira y demás localidades a partir de todo tipo de elementos que forman parte del recuerdo, incluídas viejas fábricas como Caleras del Ulla.

Faro de Vigo

Los alumnos del obradoiro de emprego de Valga y Moraña visitaron la FINSA.

La visita de los alumnos valgueses del “obradoiro” a la FINSA.

El “Obradoiro de Emprego Ulla-Umia”, que comparten los Concellos de Valga y de Moraña, sigue desarrollando una intensa labor formativa en el que se incluye una visita a diferentes tipo de indusria.

Entre ellas, las que cursaron a la medarera FINSA, en el Concello de Padrón, y a la firma Martínez Otero, en A Estrada, los diez alumnos que integran el módulo de carpintería.

Acompañados de un profesor, la administrativa del taller de empleo, la tutora y su directora, los alumnos se familiarizaron con el proceso de fabricación de varios tipos de tableros de madera y «las diferentes soluciones constructivas adaptadas a las necesidades de los clientes», explica el Concello de Valga.

A modo de ejemplo, citan que pudieron comprobar cómo se fabrica la madera que los propios aprendices utilizan en las trabajos prácticos que llevan a cabo, tales como la colocación de un nuevo falso techo en el local social de Setecoros o la renovación de la barandilla del auditorio al aire libre de Vilarello.

Faro de Vigo

El alumnado de forestales de Valga visita la feria de Boiro.

Alumnos del taller el empleo de Valga, en el que reciben formación sobre carpintería y trabajos forestales, realizaron una visita formativa a la feria Agroforestal que se está celebrando en Boiro. Allí pudieron utilizar un simulador forestal, realizar prácticas con arneses de poda en altura y asistir a demostraciones de corta, poda y extracción de resina. También visitaron el Pazo de Goiáns.

La Voz de Galicia

La Biblioteca de Pontecesures cataloga el fondo bibliográfico donado por Vicente Moure. Del trabajo se encargó Mª Teresa Gil.

Las publicaciones ya están al alcance de los lectores. DP

La responsable de la Biblioteca Municipal de Pontecesures culminó el trabajo de catalogación del Fondo Manuel Vicente Moure, compuesto por 1.107 referencias bibliográficas. Se trata de una labor acometida por la responsable de este servicio, María Teresa Gil, que subraya que «estes libros nunca poderán ser obxecto de expurgo».about:blank

De los 1.107 libros, 250 fueron editados antes del año 1900, y uno de ellos data de 1700 y se titula Du celibat volontaire ou la vie sans engagement. Hay otros que fueron impresos en 1717 y 1785, dos de 1786, y tres de 1787.PUBLICIDADElija la seguridad informática más premiadaVer másOferta Bitdefender a partir de 19,99 € por año.Inspired by

Todos ellos están expuestos para que las personas interesadas en consultarlos puedan hacerlo en las instalaciones de la Biblioteca, después de medio siglo de itinerancia por otras instalaciones, como la antigua Casa Consistorial, el Colexio Público Infantil y la actual Casa do Concello, en cuyo semisótano estuvieron almacenados durante un tiempo.

El Fondo Manuel Vicente Moure se formó a raíz de una donación realizada por este vecino, nacido el 17 de noviembre de 1860, que emigró a Argentina. Allí hizo fortuna y destinó una parte de ella a mejorar las condiciones de vida de su pueblo natal.

Con 15 años cruzó por primera vez el Atlántico con destino a Argentina, donde no tardó en poner de manifiesto sus dotes como empresario. En Coronda, una pequeña localidad situada en la provincia de Santa Fe, se hizo con varias explotaciones que se extendían a lo largo y ancho de miles de hectáreas.

El éxito le permitió regresar por primera vez a su pueblo natal en 1905, y también comprobar que había retrocedido en la historia. Pontecesures pertenecía entonces al municipio de Valga.

Tras su vuelta a Coronda, realizó varios envíos de dinero para financiar la restauración de la iglesia de San Xulián, que dotó de dos campanas fabricadas en el taller de la familia Ocampo, de Arcos de la Condesa (Caldas de Reis).

También financió la reparación y ampliación de la escuela y la dotación de una biblioteca, además de promover la construcción de la Escuela Graduada San Xulián. La Corporación Municipal y varias asociaciones aprobaron nombrarlo Hijo Predilecto.

Diario de Pontevedra