Las 15 embarcaciones que abrieron la campaña regresaron ayer a puerto con una pieza, pese al optimismo con que encararon el trabajo.
La treintena de valeiros que a bordo de quince embarcaciones salieron a recoger lamprea en el Ulla se encontró una preocupante estampa: la ausencia casi total de este preciado pez. Ayer por la tarde regresaron a puerto y el optimismo con el que largaron sus aparejos el día anterior se había tornado en desesperación. Una sola pieza de lamprea es el balance del primer y triste día de campaña, algo que muchos de los marineros consultados achacan a la contaminación que padece el río.