La Guardia Civil da el alto a un coche sin carné en Pontecesures y colisiona con su furgoneta camuflada

La Guardia Civil de Tráfico protagonizó ayer un curioso episodio en Pontecesures: Quiso identificar a un conductor que hacía extrañas maniobras al volante y acabó participando en un accidente.

Sucedió en la carretera N-550 a su paso por el centro pontecesureño, prácticamente a la altura de la casa consistorial. Resulta que la Guardia Civil circulaba en una furgoneta camuflada cuando observó la presencia en la calzada de uno de esos coches cuyos pilotos no necesitan carné.

Parece que conducía erráticamente, de ahí que los agentes decidieran adelantarlo y darle el alto para identificarlo. En ese instante el conductor se habría puesto nervioso y en lugar de frenar aceleró, por lo que impactó con el coche policial. Fue sometido a las pruebas de alcoholemia y arrojó un resultado negativo. Es un vecino que regresaba de llevar a su hijo al trabajo en Valga, y que conducía el coche por primera vez, ya que acababa de comprarlo. Indican los agentes –también acudió la Policía Local– que el conductor “simplemente se puso nervioso y no supo reaccionar al ver el coche policial con las luces encendidas”.

Faro de Vigo

Las duras medidas llevan a gran parte de los hosteleros de Arousa a bajar la reja.

En todos los concellos afectados por las máximas restricciones hay bares con el cartel de “cerrado”

Las duras restricciones aplicadas en once municipios arousanos para paliar los efectos de la tercera ola de la pandemia han motivado que buena parte de la hostelería de estos lugares haya optado por bajar la reja hasta nuevo aviso. Las nuevas medidas vigentes desde ayer obligan a bares y restaurantes no solo a cerrar a las seis, sino a servir únicamente en terraza. Una condición que no todos pueden cumplir, porque no todos cuentan con un espacio que les resulte rentable. Así pues en Vilagarcía, en Cuntis, en Caldas, en Valga, en Vilanova y en los cuatro ayuntamientos de O Barbanza han optado por colgar el cartel de “cerrado” y avisar a su clientela a través de las redes sociales. Eso sí, acompañando el anuncio con un claro mensaje de cabreo al entender que es el sector más perjudicado y “criminalizado” por las decisiones del gobierno. De hecho los hosteleros de Ribeira y de A Pobra se echaron ayer a la calle en sendas movilizaciones delante de sus consistorios para pedir el apoyo ciudadano y un plan de rescate en unas ayudas que parece que no dan llegado. En Vilagarcía algunos resistirán este fin de semana, pero cerrarán la puerta a partir del lunes y hasta que se suavicen las restricciones. Algo que parece difícil a corto plazo teniendo en cuenta que la tercera ola está azotando fuertemente a la capital arousana. Son ya 120 los casos activos, siete más que la jornada anterior. Tanto en Vilagarcía como en otras localidades arousanas se están pagando los contactos de la Navidad. En Vilanova siguen subiendo y son 27 casos activos, mientras que en Meis suben a 20 y en Ribadumia y Meaño a 13 cada uno. La bajada de casos se experimenta por el contrario en A Illa donde logran descender hasta los 67 casos, seis menos que la jornada anterior. Lo mismo en Cambados que tiene 26 positivos por coronavirus y en Sanxenxo bajan a 33. En O Grove sigue la incidencia a la baja con 14 personas activas por Covid-19.

     Donde preocupa y mucho la situación es en los ayuntamientos de la comarca de Ulla-Umia en los cuales -salvo la excepción de Moraña y de Portas- los casos siguen disparados con una incidencia muy por encima del tope considerado “máximo”. Los casos más alarmantes son los de Pontecesures y Valga con una incidencia acumulada de 1.703 y 1.329 respectivamente y con 52 y 78 casos positivos detectados en los últimos 14 días. En Catoira, pese a no estar sometida a restricciones, también hay una incidencia alta de 749, en Cuntis de 641 y en Caldas están en 510 por cada 100.000 habitantes.

Diario de Arousa

Valga solicita al Sergas formar una “almendra” con Pontecesures porque comparten servicios.

 Son dos de los concellos con mayor incidencia de COVID en Galicia | La Xunta analiza la petición.

El alcalde de Valga, José María Bello Maneiro, solicitó ayer al Sergas que se permita la libre circulación de personas entre este municipio y el de Pontecesures. Maneiro alude a la existencia de numerosas actividades y recursos compartidos entre los dos ayuntamientos, como sanitarios, empresariales, educativos o comerciales. Se da la circunstancia de que Valga y Pontecesures arrojan actualmente datos de contagios extremadamente preocupantes, hasta el extremo de que ambos están entre los municipios gallegos con mayor incidencia acumulada de la enfermedad. Esto llevó al Sergas a elevar al nivel máximo las restricciones en ambos concellos. En consecuencia, están cerrados perimetralmente y de forma individual, pues la Xunta ha eliminado las agrupaciones conocidas como “almendras”. Según un comunicado remitido por el Ayuntamiento, la Xunta se ha comprometido a estudiar la propuesta. Asimismo, los técnicos de la administración autonómica respondieron al alcalde que los vecinos de Valga podrán desplazarse a Pontecesures a comprar, siempre y cuando el artículo que necesitan no exista en Valga. Terminada la videoconferencia, el alcalde hizo hincapié en que la situación sanitaria actual es muy complicada, y que por lo tanto es fundamental cumplir con las normas de prevención, como el uso de la mascarilla o la distancia social. “Es fundamental para protegernos entre todos”, remarca José María Bello Maneiro. Al entrar en restricciones máximas, en Valga y Pontecesures la hostelería tendrá que cerrar en el interior, y los ciudadanos solo podrán entrar o salir por causas laborales, sanitarias, educativas o comerciales bien justificadas.

La incidencia a catorce días continúa al alza tanto en Cesures como en Valga.

Dos semanas se cumplen hoy desde las celebraciones de Nochevieja y parece claro que la resaca del cambio de año va a ser larga. Los casos de covid-19 continúan creciendo en las comarcas de O Salnés y del Baixo Ulla, pero a distinta velocidad. Hay dos localidades en el norte de la provincia en las que el virus parece caminar sin freno. Son Pontecesures, donde la incidencia ya está en 1.540 casos por cada cien mil habitantes, y en Valga, que ha superado ya sus perores récords y está en 1.193.

La Voz de Galicia

Valga solicita cierre conjunto con Cesures por compartir servicios de tipo esencial.

El gobierno local de Valga ha solicitado formalmente a la Consellería de Sanidade que declare el cierre perimetral conjunto con Pontecesures, una localidad con la que mantiene una diaria interacción en materia de servicios. De hecho el gobierno valgués no cuenta con cadenas de supermercados y es muy habitual que sus vecinos acudan a Pontecesures para satisfacer estas necesidades esenciales. Las autoridades sanitarias se comprometieron a estudiar la petición e informaron que cualquier vecino de Valga puede desplazarse a otro concello limítrofe a comprar siempre y cuando los productos que deseen adquirir no los haya en su localidad.

Valga y Pontecesures son tan solo dos de los once concellos arousanos que a partir de hoy están en alerta máxima de restricciones y con medidas muy severas. De hecho los vecinos de estas dos localidades y los de A Illa, Vilagarcía, Vilanova, Caldas, Cuntis, Rianxo, Boiro, A Pobra y Ribeira no pueden salir del municipio salvo causa debidamente justificada. Además la hostelería solo podrá servir en terraza hasta la seis de la tarde. El resto de concellos tienen también medidas fuertes, aunque más ligeras al eliminarse el cierre perimetral que había en algunos de ellos hasta ahora. En todo caso los datos de evolución de la pandemia en las tres comarcas arousanas son malos y se prevé que la situación pueda ir a peor en los próximos días, de ahí que desde las autoridades hagan un llamamiento a la “precaución máxima”. En Vilagarcía los casos siguen subiendo y son 113 positivos; en A Illa son 73; en Vilanova 22 y en Sanxenxo 36. Logra bajar Cambados a los 29 casos activos y O Grove se mantiene con los 15 positivos de la jornada anterior. La presidenta de la Mancomunidade, Marta Giráldez, asumía sin fisuras la aplicación de las medidas, aunque expresó su opinión de que se debería haber sido “valente” antes. El regidor de O Grove, José Antonio Cacabelos, volvió a pedir el confinamiento de la población para frenar una tercera ola que preocupa y que todavía no ha alcanzado su pico máximo.

Los cierres perimetrales nos sitúan al borde del semiconfinamiento

Cerrojazo a once concellos de la Ría de Arousa. La alta incidencia del coronavirus en las comarcas arousanas ha llevado a la Xunta de Galicia a decretar el nivel máximo de alerta en Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Rianxo, Boiro, A Pobra y Ribeira. Todos ellos tenían medidas ya muy duras, pero ahora se incrementan. No son los únicos. Por primera vez desde el inicio de la pandemia al listado de restricciones más severas se suman también Caldas, Cuntis, Valga y Pontecesures que han visto subir peligrosamente su curva de contagios en los últimos días. Una decisión que no pilló por sorpresa a los alcaldes de las diferentes localidades que buscan, en todo caso, que los contagios se frenen. Las medidas empiezan a tener efecto a partir de hoy a las doce de la noche y, previsiblemente, se extenderán hasta mediados del mes de febrero.

El nivel de restricción máxima afecta sobre todo a la hostelería y a la movilidad. En el primer caso porque los bares y restaurantes solo podrán abrir a las seis y únicamente atender en terraza, nada de interior. En el segundo caso porque los once ayuntamientos citados estarán cerrados perimetralmente en solitario. Eso implica que, por ejemplo, un vecino de Cuntis no podrá entrar ni salir de su localidad salvo causa justificada como ir al médico, trabajo o cuidado de personas mayores o dependientes entre otras ya tipificadas desde hace meses. Lo mismo en los ya señalados como son Valga, Cesures o Caldas. Su actividad debe limitarse a su término municipal. Son un total de 142.212 arousanos los que se verán sometidos a este nivel máximo de restricciones.PUBLICIDAD

Por otra parte el resto de los ayuntamientos de las comarcas de O Salnés y Ulla-Umia (en O Barbanza todos están en el nivel máximo) se colocan en el nivel medio-alto como el resto de Galicia. Esto trae cambios sustanciales. Cambados, Meaño, Sanxenxo y O Grove abren sus perímetros (llevaban con ellos cerrados varias semanas) y sus vecinos podrán desplazarse a otros concellos no cerrados. Eso sí, la recomendación repetida al máximo ayer por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, fue la de evitar salir de casa más allá de las actividades necesarias y esenciales.

Diario de Arousa