Galicia llora la muerte de la valguesa víctima de violencia de género y condena el machismo.

En Valga, Sanxenxo, Santiago, A Coruña y otros muchos rincones de Galicia se organizaron ayer emotivas concentraciones contra el machismo y se guardaron minutos de silencio por la muerte de María José Aboy Guimarey, la vecina valguesa que el domingo perdió la vida -a los 43 años- tras ser presuntamente tiroteada por su esposo, Javier Bello Ferreirós, de 46.

Muestras de dolor y consternación como las vividas en la sede de la Xunta, Ayuntamientos, plazas e institutos se repetirán hoy, pues de nuevo se convocan protestas contra la violencia de género y actos de apoyo a los familiares de las víctimas, entre ellos un hijo varón, de 23 años, y una hija, de 18.

Entierros esta tarde

Al igual que quedará patente el dolor de la sociedad gallega durante el entierro de este matrimonio que supuestamente no tenía problemas que pudieran hacer predecir un desenlace tan terrible.

Los cuerpos de ambos llegaron ayer al Tanatorio San Roque, en Bemil (Caldas), y los dos serán enterrados hoy a partir de las seis de la tarde en el mismo cementerio, el de Santa María de Carracedo, también en el municipio caldense, del que era natural el presunto homicida.

A la capilla ardiente se desplazaron muchos de los vecinos y políticos que por la mañana y de nuevo por la tarde-noche protagonizaron las diferentes concentraciones de repulsa, entre ellas la organizada por el Concello y la del colectivo feminista «O Refaixo de Carolina», que contó con la asistencia de Carmela Silva, la presidenta de la Diputación de Pontevedra.

También acudieron al tanatorio algunos de los que acudían a mediodía al pleno extraordinario celebrado en el Concello de Valga, en el que se decretaron tres días de luto oficial «en memoria de María José Aboy Guimarey y de todas las víctimas de violencia de género».

De forma consensuada entre los dos grupos que conforman la Corporación, PP y PSOE, se decidió, igualmente, suspender todas las actividades municipales previstas para estos tres días, «en señal de duelo». Al tiempo que se condenaba enérgicamente «el terrible asesinato de nuestra vecina», se ofrecía apoyo a la familia y se ponían a disposición de todas las mujeres de Valga y municipios cercanos «los recursos del Centro de Información á Muller (CIM), que ofrece asesoramiento psicológico y jurídico gratuito a las víctimas de violencia de género».

Teléfono 016

La Corporación no se olvidó de hacer un llamamiento a la sociedad para que denuncie cualquier tipo de violencia de género «ante los departamentos de Servicios Sociales, el CIM, los cuerpos policiales o el teléfono contra el maltrato, el 016».

Se trata así de «evitar nuevas víctimas» y de «reafirmar el compromiso total del Concello contra la violencia machista».

En este sentido, aunque no había evidencias de violencia de género previa en el matrimonio valgués, hay que reseñar que once de las doce mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año no habían presentado denuncia.

Esto lleva a la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Ángeles Carmona, a decir que «la víctima tiene que saber que en España existe un sistema de recursos asistenciales, judiciales y policiales que están creados solo y exclusivamente con la intención de proteger su vida y su integridad física y psíquica».

A lo que Teresa Peramato, la fiscal ante el Tribunal Constitucional, añade que «hay que decirle a la sociedad y a las víctimas que si hay alguna manera de frenar al agresor es a través del procedimiento judicial, con medidas cautelares o con penas».

También se pronunció la vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, quien dijo sentir «inmensa rabia y dolor» y se mostró «desolada» tras conocer el crimen machista de Valga, ofreciendo «firmeza» para combatir esta lacra.

Abundando en ello, la Corporación condenó la muerte de María José Aboy diciendo que era «una mujer joven, con toda la vida por delante y con muchos sueños por cumplir que ya no podrá alcanzar».

Lo hizo entre lágrimas, tanto las de miembros de la Corporación como del público que asistía al pleno y después se concentraba en silencio a las puertas del consistorio, con presencia de trabajores municipales y de representantes de la Xunta y del municipio vecino de Pontecesures, con el alcalde Juan Manuel Vidal Seage a la cabeza.

En esos actos el Concello de Valga expresaba su condena al «asesinato machista» y mostraba su «absoluto rechazo a todas la formas de violencia contra las mujeres, ya sea psicológica, económica, física o sexual», pues cualquiera de ellas constituye «un atentado contra la dignidad e integridad».

Y desde la Administración local se dejaba claro, por último, que «la violencia de género no es un asunto privado, sino que se trata de un problema social que se combate con tolerancia cero frente a cualquier comportamiento machista», de ahí su intención de seguir «trabajando coordinadamente con otras instituciones y promoviendo actividades de prevención y sensibilización».

Faro de Vigo

Una línea de investigación que deja muy pocas dudas sobre lo sucedido en la vivienda.

Las fuerzas de seguridad indican que la investigación que rodea a la muerte de María José Aboy ofrece muy pocas dudas. Todo apunta a que, como se explicó desde un primer momento, falleció a causa del disparo de escopeta que le propinó su esposo, Javier Bello, antes de suicidarse.

Ambos estaban solos en su casa, un inmueble de piedra apartado de la carretera y demás vecinos situado en el lugar de Bronllo, en la parroquia de Setecoros. Se encuentra a escasos kilómetros de Carracedo, de donde era natural el presunto homicida, y la misma parroquia de Caldas en la que ambos cuerpos serán enterrados esta tarde.

El hombre habría acabado con la vida de su pareja cuando ésta se encontraba en la habitación. Le disparó en el pecho con una de las escopetas de caza que tenía en el domicilio y María José Aboy murió en el acto.

Inmediatamente el presunto homicida se disparó en la cara, quedando completamente irreconocible. Minutos después los cuerpos de ambos fueron descubiertos por el hijo mayor de la pareja, después de que acudiera al lugar alertado por la tardanza de sus padres, que iban a reunirse con él y otros miembros de la familia para almorzar.

La puerta de la vivienda estaba cerrada y fue necesario forzar la entrada para acceder al interior.

Faro de Vigo

«Parece que los hijos aún no son conscientes».

El alcalde conservador de Valga, José María Bello Maneiro, explicaba ayer que los hijos de Javier Bello y María José Aboy Guimarey «parecen no ser conscientes de lo que ha sucedido; es como si no quisieran asumirlo y no acabaran de creérselo».

Añadía el regidor que tanto ellos como los demás familiares y el conjunto del pueblo de Valga están «destrozados por tan terrible suceso«. Desde el gobierno local también confirmaron que los psicólogos enviados por la Xunta y los trabajadores sociales del propio Concello siguen tratando de ayudar a la familia, y muy especialmente a los dos hijos del matrimonio formado por Javier Bello y María José Aboy.

Faro de Vigo

Apelan al trabajo conjunto «para erradicar la barbarie».

Desde el Concello de Valga apelan a la colaboración entre instituciones y ciudadanos «para erradicar la barbarie que representa la violencia machista».

Se trata de hacer todo lo humanamente posible para acabar con «una lacra que afecta de manera dramática a nuestra sociedad y es la expresión máxima de la desigualdad de género», según se hace constar en el pronunciamiento unánime de la Corporación. Convertido en un manifiesto institucional y una hoja de ruta sobre la que trabajar, ese mensaje permite resaltar que «acabar con la violencia contra las mujeres es un reto de todos; una tarea conjunta que requiere una actuación unitaria y coordinada frente a los maltratadores».

Faro de Vigo

Los alumnos del instituto en el que estudió el primogénito proclaman: «Nin unha máis».

«Nuestras madres, hijas, hermanas o amigas también pueden ser víctimas de violencia de género, y como sociedad no podemos permanecer impasibles ante este atentado contra los derechos humanos». Este es el mensaje que lanzaba el Concello de Valga justo antes de que se organizara una concentración de repulsa frente al machismo en el mismo instituto en el que estudió el hijo mayor de María José Aboy y Javier Bello.

Los alumnos salieron al recreo y se reunieron a las puertas del centro y ante un gran mural pintado en la pared en el que puede leerse: «Nin unha máis».

Allí, junto a profesores, miembros de la Corporación, representantes de la Fundación Amigos de Galicia y otros asistentes pudieron meditar sobre lo sucedido, solidarizarse con la familia de la víctima y asistir a la lectura de un manifiesto y un poema con los que se dejaba patente que los jóvenes también quieren contribuir a erradicar la lacra del machismo y se comprometen a «pensar en ser todos mejores personas».

Los estudiantes se posicionaban así ante lo que definieron como «un terrible suceso en el que se conjugaban violencia sexista y muerte». Un trágico episodio «que nos toca aquí al lado y nos estremece especialmente». Lo hacían sabedores de que «muchos de nosotros conocemos a alguna víctima afectada».

Además de brindar «todo nuestro apoyo» a los hijos de Javier Bello y María Aboy, los adolescentes valgueses se conjuraban «para que cada uno de nosotros piense en la parte de responsabilidad que le corresponde cuando ante el abuso de poder miramos a otro lado, cuando en una pelea animamos a los contendientes o cuando ante un caso de acoso no denunciamos», ya que de este modo «estamos colaborando a construir un mundo muy negro».

Faro de Vigo

Tres días de luto en Valga por el asesinato de María José Aboy.

«Sus hijos aún no asumen lo ocurrido», apunta el alcalde de la localidad.

Valga amanecía conmocionada por el asesinato de María José Aboy, de 43 años, a manos de su pareja, Javier Bello, de 46, que se suicidaba después matar a la mujer de un disparo de escopeta.

Tras el crimen, que deja la primera víctima mortal de violencia machista de este 2019 en Galicia y que eleva a tres los asesinatos en la última semana, el concello de Valga celebraba esta mañana un pleno extraordinario en el que se decretaron 3 día de luto oficial y por el que se suspendían todas las actividades municipales.

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