Feijóo presentó a Vidal como candidato del PP a la alcaldía de Pontecesures.

Pérez, Piñeiro, Martínez, Bello Maneiro, Vidal y Caamaño compartieron el protagonismo con las críticas a Pedro Sánchez en una cita en la que el ausente fue el alcaldable de Cuntis.

El presidente del PP de Galicia y titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presentó ayer en Caldas a los candidatos populares a las elecciones municipales en la comarca. Fue en un acto que contó con unas 400 personas en las que estuvo respaldado por el presidente del PP provincial, Alfonso Rueda, o la presidenta del Congreso, Ana Pastor, entre otros, y en el que la campaña de los comicios municipales se vio solapad por referencias a las elecciones generales.

Fue la puesta de largo de los candidatos del PP en Caldas, Moraña, Portas, Valga, Pontecesures y Catoira, Fernando Pérez, Luisa Piñeiro, Ricardo Martínez, José María Bello Maneiro, Juan Manuel Vidal e Iván Caamaño, respectivamente. El gran ausente fue el cabeza de lista del PP por Cuntis, toda vez que Antonio Pena renunció a liderar a los populares cuntienses y se apunta que Manuel Vázquez puede ser el hombre que anuncie en las próximas semanas Rueda como alcaldable de la villa termal.

«Nunca he visto en esta comarca un acto como este, esto es empezar bien», indicaba al inicio de su intervención Pastor en referencia a los numerosos simpatizantes que acudieron al acto. En el exterior, unos cuarenta técnicos de ambulancias se manifestaron para reclamar un nuevo convenio. «Si tuviésemos en España un gobierno y un presidente normal estaríamos presentando más detenidamente a nuestros candidatos, de lo que queremos hacer, como el centro de salud de Caldas», señalaba el propio Feijóo en referencia a la convocatoria de las elecciones estatales del 28 de abril, en un discurso en el que apeló a que la derecha y el centro votasen unidos «para sumar» y «dar estabilidad». Feijóo hizo continuas referencias al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «El absurdo que supuso para la historia de España» y que «consistió en querer estar en el gobierno a toda costa sin gobernar y en convocar las elecciones generales en una fecha diferente a la de las municipales», dijo.

El presidente del PP de Galicia apuntó que los comicios de abril «servirán para iniciar una nueva etapa de estabilidad y gobernabilidad, con un gobierno que únicamente se dedique a los españoles, en la que Galicia tenga la consideración que se merece y para que el Gobierno de España haya un referente de sentido común».

Feijóo, Pastor y Rueda también destacaron la importancia del PP «por proyectos, por ideas y sobre todo por las personas», en palabras de la presidenta del Congreso. «Fernando -Pérez-, no te equivocas, tienes a un gran partido detrás y no a una persona que llama okupas a los funcionarios de una oficina agraria que hacen un gran servicio a los ganaderos de la comarca», indicaba Feijóo en referencia a las palabras del regidor de Caldas, el socialista Juan Manuel Rey, que también fue aludido por Rueda en su discurso indicando «veo al alcalde más preocupado». «En las autonómicas y estatales el PP gana en Caldas, Caldas es del PP», indicaba en su arenga el presidente provincial.

Pérez fue el primero de los candidatos en dirigirse a los simpatizantes. Previamente Rueda recordaba que «para convencerle de que fuese candidato, adquirí una serie de compromisos con él», en referencia que el propio Pérez le trasladó su programa electoral antes de aceptar ser candidato. El cabeza de lista en Caldas criticó «la política de confrontación» del gobierno caldense así como «la falta de protagonismo y de liderazgo» de la villa termal y cargó también contra Rey «por no poner a disposición de la Xunta los terrenos para la construcción del centro médico».

Piñeiro, por su parte, hizo un llamamiento a a votar tanto en las elecciones generales como en las municipales. La actual regidora de Moraña, de la que Rueda previamente había destacado su labor a la hora de hacerse con una Alcaldía «que decían que era socialista», le devolvió el guante al presidente del PP provincial señalando que «la de Caldas es una comarca del PP».

Faro de Vigo

Setenta millones para la electrificación de las vías convencionales entre ellas la que transcurre por Padrón, Pontecesures y Catoira.

Con toda la pompa de un acto institucional en el Ministerio de Fomento -y todas las reservas por el cariz electoral que adquiere cualquier iniciativa política en estas fechas- el ministro Ábalos ha forrado de millones de euros el demandado proyecto para enganchar el Corredor Atlántico a la red europea de mercancías ferroviarias, que tendrá un impulso decisivo en la próxima década y los consiguientes fondos comunitarios.

El máximo responsable de las infraestructuras en España ha confirmado la inversión de 2.820 millones de euros este mismo año para acometer mejoras en los distintos trazados del corredor, y 370 de ellos serán específicos para lo que ADIF denomina como cuadrante noroeste, en el que se integra Galicia. Se trata de casi un 17 % del montante total de 17.000 millones que todavía tiene que invertir España en la red ferroviaria para que estas conexiones se consideren integradas por sus características en el gran corredor transeuropeo, llamado a convertirse en una alternativa real a la invasión de camiones que inundan los entramados viarios continentales.
El eje del corredor atlántico

José Luis Ábalos habló en todo momento de «un proyecto de Estado», por cuanto beneficiará a Asturias, Castilla y León, Extremadura, Andalucía, País Vasco, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid y Galicia, y comprometió el respaldo del Ejecutivo, que debe complementarse «con la participación de la iniciativa privada para poder culminar la tarea». Se refería, sin entrar en más detalles, a la necesidad de que el sector público planifique y cree las infraestructuras, pero que también se encargue de generar el marco normativo que facilite la participación del capital privado. Además de la liberalización ferroviaria, citó la necesidad de que las empresas se impliquen en la gestión de las plataformas logísticas. ADIF, de hecho, propone un modelo colaborativo de explotación en nodos estratégicos como el de Monforte o León.

Una red «abandonada»

Las actuaciones pretenden mejorar los servicios logísticos para las empresas del sector industrial y los exportadores y mejorar una red «bastante abandonada y que corre el riesgo de quedarse obsoleta», reconoció el también dirigente socialista, que adelantó que tras su ejecución habrá una rebaja notable en los tiempos de tránsito, menos costes e incidencias y mayor fiabilidad para el transporte de mercancías desde los puertos atlánticos «hasta el núcleo de Europa».

En lo que respecta a Galicia, la luz verde prioritaria brilla especialmente en dos conexiones. Por un lado, el eje León-Vigo, de 420 kilómetros, que requiere una inversión hasta el 2025 de 650 millones de euros, necesarios para adaptar el trazado a los trenes de entre 600 y 750 metros, lo que implica la racionalización de las estaciones y la adecuación de gálibos e instalaciones de seguridad. Y, por otro, la línea Vigo-A Coruña, de 210 kilómetros, que necesita 70 millones de euros para la renovación y electrificación de los tramos del antiguo trazado que dan servicios de proximidad. A estas dos líneas estratégicas se sumarían actuaciones complementarias en 245 kilómetros de vías, incluyendo la conexión del puerto de Ferrol y el tramo que pasa por A Coruña-Betanzos-Lugo-Monforte de Lemos, que se conectaría a la línea Vigo-León. La factura de la modernización en este enlace suma cerca de trescientos millones de euros.

Según los cálculos de Fomento, la inversión en Galicia, Asturias y Castilla y León puede alcanzar los 3.558 millones de euros, de los que 1.300 son para renovación de infraestructuras y 2.265 millones para nueva construcción. Son 458 millones más que los que reclamaba la alianza de presidentes autonómicos, que junto al sector empresarial de las tres comunidades busca la implicación del Estado para que el noroeste no se quede desenganchado de las redes europeas. Para ello, también demandan la incorporación del norte de Portugal a este entramado.

La Voz de Galicia

Versos de Rosalía en las escaleras del IES de Valga.

Con motivo del aniversario del nacimiento de Rosalía de Castro, el domingo, se organizan actos en toda la comarca y en todos los ámbitos. En el instituto de Valga, por ejemplo, pintaron las escaleras interiores del centro con versos de la insigne escritora en los que alude, precisamente, a la localidad valguesa. Pertenecen al poema «Como chove miudiño».

Faro de Vigo

El mes más difícil para los vecinos del Ullán.

Cuatro ciudadanos perdieron la vida en trágicas circunstancias.

Los vecinos del Baixo Ulla, un territorio en el que destacan las localidades de Catoira, Valga y Pontecesures, no levantan cabeza. Viven en estado de conmoción permanente, después de que se registraran cuatro muertes en trágicas circunstancias en menos de un mes.

Un concejal de Catoira, atropellado por un camión mientras repartía el pan; un vecino de Valga, aplastado por su tractor muy cerca de su casa; y otro ciudadano de esta misma localidad, aunque originario de Catoira, arrollado por el tren cuando recogía leña. A ellos se sumaba el octogenario valgués alcanzado por un turismo tras cruzar un paso de peatones, también muy cerca de su domicilio.

Son cuatro personas fallecidas a causa de accidentes en un corto periodo de tiempo, lo cual confirma el luctuoso arranque de año en la comarca del Ullán. Si además se tiene en cuenta que en septiembre falleció otro concejal catoirense -en un accidente sufrido en A Illa, cuando practicaba kitesurf-, parece claro que la mala suerte se ha instalado en este territorio.

Porque tampoco hay que olvidar accidentes que se saldaron con heridos de diversa consideración, algunos graves. Uno de los más recientes fue el protagonizado por un vecino de Catoira que quedó aplastado por su motocultor cuando recogía leña en la parroquia de Abalo. Pero en semanas previas se registraron otros siniestros tanto en la localidad catoirense como en la valguesa, también con vehículos agrarios implicados.

El fallecido el lunes, cabe recordar, es José López Castiñeiras, natural de la parroquia catoirense de Oeste pero residente en el municipio vecino de Valga; conocido por sus conciudadanos como «Pepe o da Santa Lucía».

Tenía 66 años y murió arrollado por el tren cuando cruzaba la vía después de haber cortado leña en una finca próxima al tendido férreo, en una zona situada entre Catoira y la playa fluvial de Vilarello, en Valga. En un momento dado intentó cruzar por un paso a nivel sin barreras, arrastrando una carreta en la que llevaba un tronco y la motosierra. Fue entonces cuando resultó alcanzado por el convoy, que lo mató en el acto.

Inevitablemente, cada vez que se produce una muerte así los vecinos del Ullán recuerdan lo sucedido en abril de 2007 en la parroquia valguesa de Campaña, cuando tres vecinos perdieron la vida en el turismo en el que viajaban tras ser arrollados por el tren en el paso a nivel de Iglesia.

Eran Jesús Martínez Senín, de 54 años, su hijo Roberto Martínez Ríos, de 28, y su socio en una empresa de albañilería, José García Bejo, de 48 años.

Al margen del suceso del lunes en la vía férrea hay que recordar que solo siete días antes murió Manuel Castiñeiras Tarrío, «O Listeiro», un vecino del lugar de Paredes (Valga), cuando cruzaba por un paso de peatones, a la altura de la casa consistorial.

Parece que el hombre, de 86 años, ya lo había rebasado y se encontraba en el arcén en el momento en que fue embestido por un turismo.

El octogenario no solo sufrió el fuerte impacto del turismo, sino que recibió otro golpe de consideración al caer en el suelo tras salir despedido hacia un pequeño desnivel existente en el lugar.

El pasado 4 de febrero perdía la vida Francisco Barreiro Cordo, de 80 años de edad y vecino de la parroquia de Cordeiro, en el Concello de Valga, tras quedar atrapado bajo el tractor que conducía.

Se da la circunstancia de que este terrible suceso tuvo lugar a escasos metros de su casa, en el lugar de Balleas, y del mismo punto, en Barcia, en el que había sufrido un accidente casi idéntico en marzo de 2016, cuando cayó con su tractor al cauce del río Louro, donde permaneció atrapado durante unos minutos.

Tenía 77 años y salió con vida porque el caudal era bajo y los servicios de emergencias lo sacaran de debajo de su tractor con rapidez. Esta vez fue muy diferente y Francisco Barreiro Cordo, que se dirigía en su tractor a una finca cercana, no pudo resistir después de que su vehículo agrario volcara y lo aplastara.

Solo unos días antes, el 23 de enero, perdió la vida el concejal catoirense Eduardo Touriño Criado, de 46 años, atropellado por un camión. Estaba repartiendo el pan cuando fue brutalmente golpeado, parece que dentro del arcén de la carretera PO-548, que une Pontecesures con Vilagarcía, a su paso por el centro de Catoira.

Eduardo Touriño había aparcado su furgoneta en el arcén derecho en sentido a Vilagarcía y bajó de la misma para entregar el pan a uno de sus clientes habituales. En ese instante fue golpeado por un camión cargado de ventanas.

Evidentemente este caso conmocionó a los catoirenses, y más aún porque tenían muy fresca en la memoria la muerte del también edil socialista Carlos Castaño Ferreirós, que falleció el 24 de septiembre, a la edad de 41 años, tras sufrir un accidente mientras practicaba kitesurf en la playa de A Canteira (A Illa de Arousa).

Faro de Vigo

Un tren arrolla y mata en Catoira a un hombre que salió a cortar leña.

La Guardia Civil investiga por qué el hombre, de 66 años, no logró cruzar a tiempo la vía por un paso a nivel sin barreras.

Ocurrió poco después de la una y media de la tarde, según los datos del ADIF. El tren de media distancia que había salido de Guixar (Vigo) a las doce y media se detenía a medio camino entre Catoira y Pontecesures tras haber arrollado a un hombre que cruzó la vía en uno de los pasos a nivel sin barreras que existen en el recorrido. Aunque se puso en marcha un amplio dispositivo de emergencias, no sirvió de nada. José López Castiñeiras, un vecino de Valga de 66 años, había muerto como consecuencia de las heridas causadas por el brutal golpe del tren.

A nadie extrañaba la presencia de José en esa zona apartada de Catoira. El hombre poseía allí algunas tierras heredadas de su familia. Hasta ellas se acercó ayer por la mañana dispuesto a cortar leña. De hecho, en las inmediaciones del lugar del suceso estaban su coche y su remolque, en cuyo interior había apilados ya varios troncos.

No se sabe qué es lo que pudo pasar para que la jornada de trabajo en el monte tuviese tan negro desenlace. Según relatan algunos agentes que participaron en el rescate, el hombre estaba cruzando la vía en una zona en la que esta hace una ligera curva con una motosierra y un tronco en la mano. Según el relato del maquinista, el hombre no logró apartarse a tiempo del camino de la locomotora. No se descarta que hubiese tropezado, perdiendo margen de movimiento, o que el tronco se le hubiese enredado en algo. La Guardia Civil, explicaban ayer desde el servicio de prensa del instituto armado, mantiene abiertas todas las hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido. La investigación no ha hecho más que empezar.

Repercusiones sobre el tráfico

En el tren viajaban 108 personas, según informó Renfe. Aunque inicialmente estaba previsto que esos viajeros pudiesen acabar su viaje en autobús, finalmente no fue así, y tuvieron que aguardar hasta las 15.32 horas para poder seguir camino. Eso no significa que la vía haya quedado abierta a esa hora, matizan desde Renfe, desde donde explican que a lo largo de la tarde varios trenes tuvieron que ser desviados, bien por el corredor atlántico, bien enviando a sus viajeros hasta su destino en autobuses y por carretera.

La Voz de Galicia

El hombre arrollado por un tren en Catoira cruzaba la vía tras cortar leña.

– El fallecido tenía 66 años y era una persona conocida en Valga por su actividad social -Los testigos indican que pasaba al otro lado del tendido férreo por un paso a nivel.

Un hombre de 66 años falleció ayer arrollado por un tren en Catoira cuando cruzaba la vía después de haber cortado leña en una finca próxima al tendido férreo. El fallecido es José López Castiñeiras, natural de la parroquia catoirense de Oeste, pero residente en el municipio vecino de Valga, donde estaba casado.

El accidente se produjo sobre las 13.30 horas, en una zona de vía situada entre Catoira y la playa fluvial de Vilarello, en Valga. El fallecido estaba cortando leña en una finca situada junto a la vía, pero aparcó del otro lado. En un momento dado, intentó cruzar por un paso a nivel sin barreras, arrastrando una carreta en la que llevaba un tronco y la motosierra.

Fue entonces cuando resultó alcanzado por el convoy, que lo mató en el acto. Lo que no ha trascendido por el momento es por qué se produjo el accidente. Los propios servicios de emergencias desplazados a la zona indican que se barajan varias posibilidades, como que no le diese tiempo a cruzar antes de la llegada del tren, o que tropezase, sin que le diese tiempo a reaccionar y ponerse a salvo.

El propio maquinista habría indicado que el hombre no se movió al percatarse de la proximidad del tren, bien fuese porque se vio sorprendido por la inminente llegada del convoy o porque le quedó atrapado un pie en los travesaños de madera del paso a nivel.

El arrollamiento se produjo en una zona de difícil acceso situada en la parroquia de Oeste. Fuentes consultadas señalan que el paso a nivel que existe en ese punto es muy poco utilizado, y que carece de elementos de protección, como las barreras automáticas. Además, está cerca de una curva, lo que supone un riesgo añadido para el paso de las personas por ese lugar.

El hombre había acudido a una finca de su familia para recoger leña, y dejó el coche con el remolque del lado contrario de la vía, por lo que tenía que cruzar a pie. El tren que lo alcanzó había salido de Vigo a las 12.30 horas, y se dirigía a A Coruña con 108 personas a bordo.

El siniestro afectó a otros tres servicios. Fuentes de Renfe explican que dos de los trenes siguientes, un A Coruña-Vilagarcía y un Vigo-Santiago, fueron desviados por la vía de alta velocidad; mientras que los pasajeros de un Vilagarcía-Santiago hicieron el trayecto por carretera.

En cuanto al convoy implicado en el arrollamiento, pudo salir minutos después de las 15.30, por lo que acumuló un retraso de unas dos horas sobre lo previsto.

No obstante, la vía convencional aún estuvo cerrada en ese tramo hasta las cinco y media de la tarde, momento en el que se restableció la normalidad.

Batalla de Casaldeirigo

El fallecido había trabajado como agente para una compañía aseguradora que hacía pólizas para las funerarias. Tambien formó parte de la comisión de fiestas de San Miguel, y era actor en la conocida Batalla de Casaldeirigo, en la que se recrea la lucha contra el ejército de Napoleón. Su trágica muerte trae al recuerdo lo sucedido en 2007 en otro paso a nivel, esta vez en Campaña, cuando un tren arrolló y mató a tres hombres que se dirigían a sus casas en un coche a comer.

Faro de Vigo