Pontecesures lanza una APP para no perder detalle de la ruta de tapeo que empieza este viernes y se prolongará hasta el domingo.
Marzo llega con sabor a lamprea en Pontecesures. Este fin de semana se celebrará Tapealamprea y el domingo 13 le toca el turno a la fiesta propiamente dicha. Dos citas imprescindibles para los amantes de este pez y para quienes todavía no lo hayan probado pues, según sus incondicionales, el que prueba, repite. Con ese espíritu se puso en marcha el pasado año la primera ruta de la lamprea, que permite comerla en pequeñas dosis con el vino del mediodía o la caña de la tarde-noche. Así se despacharon 2.500 raciones. Y para que nadie se pierda, el Concello ha diseñado una aplicación (APP) a la que se podrá acceder desde smartphones y otros dispositivos digitales para saber dónde está cada local, cual es su tapa del día y valorar cada una de las recetas.
En la segunda edición del Tapealamprea participan quince locales del pueblo cuyos cocineros deberán esmerarse si quieren llevarse el diploma que los acredite como mejor chef. Como jurado ejercerán los propios clientes, que podrán dar su puntuación en unas tarjetas que habrá en los establecimientos. Y si rellenan tres, entrarán en el sorteo de vales de compra para consumir en el comercio local por valor de 50, 30 y 20 euros. El sorteo se celebrará el miércoles día 9 a las 12.00 horas en el consistorio.
Para entonces, la cocina de la Festa da Lamprea deberá ir calentando motores para que el domingo esté todo a punto para preparar los 175 ejemplares que llenarán la despensa.
Con vermú y café
La degustación se realizará en el recinto situado al lado de la plaza de abastos y está previsto cocinar 525 raciones de lamprea guisada al estilo tradicional, la bordelesa, con picatostes, arroz y bebida. El precio se mantiene, a 10 euros la ración, e incluye la cazuela de barro.
Este año, con la lamprea habrá también vermú y café. En la plaza del coche de piedra se instalará una «vermutería» móvil, que permitirá tomarse un aperitivo al son de la música de Xarandeira, y a las 15.30 horas, en la plaza de la lonja, se instalará el Canalla Café, que servirá solos, cortados y con leche para poner el broche al menú. La jornada festiva se abrirá a las 11.30 horas con la recepción de autoridades en el Concello, para dar paso al mediodía a la lectura del pregón, que este año correrá a cargo de Tomás Sobrino Moreiras, director del laboratorio de Investigación de Neurociencias Clínicas e Investigador Miguel Servet del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago. Un cesureño de nacimiento que el domingo tendrá ocasión de dirigirse a sus paisanos para hablarles de ese pez primitivo que sigue poblando las aguas del Ulla.
Visita al muelle y charla
La víspera, el sábado, habrá oportunidad de conocer de cerca cómo se captura la lamprea gracias a una visita al muelle guiada por el presidente de la asociación de valeiros, Antonio Pesado. La salida será al mediodía del centro social de Pontecesures y, ya de vuelta, una vez concluya la clase práctica, tendrá lugar una mesa de debate sobre la lamprea, que moderará Minia del Río. Ya en el propio recinto de la fiesta no faltará el acuario con las lampreas vivas.
El homenaje que Pontecesures rinde a la lamprea desde hace veintiún años coincide siempre con la romería de San Lázaro, una cita que cuenta con numerosos devotos -el año pasado se contabilizaron 28 autobuses- que contribuyen a dar realce a la degustación gastronómica.
El Concello todavía no ha cerrado las cuentas pero calcula que el presupuesto de la fiesta rondará entre los 14.000 y 16.000 euros, según informó la alcaldesa, Cecilia Tarela en el acto de presentación que celebró ayer junto al concejal Roque Araújo.
Del 4 al 6 de marzo. Participan los locales: A Redonda, Sole, Isidro, O Meco, O Candil, Bar Choco, Casa Chaves, café bar Barmbís, Nu-2, A Vila, Carabela, Telebar, Sol y Mar, Pizza Bambino y Víctor García. El precio de la tapa es de 2 euros.
Domingo 13 de marzo. Al lado de la plaza de abastos. Se cocinarán 525 raciones, a 10 euros cada una. El pregón correrá a cargo del investigador Tomás Sobrino Moreiras.
La Voz de Galicia