Los valeiros esperan un buen inicio de la pesca de la lamprea.

Con el año nuevo llegará a las mesas la lamprea. El concejal de Pontecesures, Luis Ángel Sabariz, informaba ayer de que la delegación provincial de Medio Ambiente aprobó ya el plan de aprovechamiento de esa especie, adorada por algunos paladares y denostada por otros. El día 2 de enero, los valeiros volverán a trabajar en el río, y allí seguirán hasta el día 15 de abril, fecha en la que finaliza la campaña. Los valeiros tendrán un día de descanso semanal, los lunes. Por tanto, las nasas deberán retirarse del río entre las doce horas del lunes hasta las doce del martes. Las condiciones para la explotación de la lamprea del Ulla, en definitiva, son similares a las del año pasado.

En Pontecesures, son 16 las embarcaciones que se dedican a la pesca de la lamprea. Desde la pasada campaña, cuatro barcos de Rianxo participan también de esta actividad. En esta ocasión, toda esta flotilla espera el día 2 de enero con ilusión: las lluvias que tanto daño han causado estas últimas semanas son, en contrapartida, un buen augurio para los valeiros.

«Cuando es un año de lluvias, lo que suele ocurrir es que las capturas se concentran en los primeros meses», explicaba ayer Ramón Barreiro, el presidente del colectivo de valeiros de Pontecesures. Enero y febrero serán meses, por lo tanto, en los que la lamprea debería entrar en abundancia en los butrones que se coloquen en el río. En marzo y abril, sin embargo, las capturas se prevén menos numerosas.

Si las capturas se presentan buenas, los precios parece que seguirán los senderos de años anteriores. Los valeiros confían en que las piezas de lamprea alcancen los 50 euros en las primeras jornadas de trabajo. «Despois, probablemente, irán baixando», explicaba ayer Ramón Barreiro. El presidente de los valerios cesureños reconoce que es en el campo de la comercialización donde más obstáculos sigue encontrando el colectivo que preside. «Non hai tradición de subastar nas lonxas, entón é moi complicado», sentencia. Ni siquiera hay canales estables de distribución. «¿Os restaurantes locais? Pois tampouco é que sexa fácil, porque tamén eles van ao máis barato», argumenta el presidente de los valeiros.

Los franceses

¿Y de dónde viene esa competidor barato? De Francia. Desde el país vecino, la lamprea llega hasta las orillas del Ulla cargada en camiones. Luego, esos ejemplares son volcados en piscinas en las que se mantienen hasta que llega la hora de servirlos. Pero cuando ese producto llega al plato, «xa leva máis dun mes pescada». Esto significa que «a calidade non é comparable en absoluto».

LA VOZ DE GALICIA 14-12-06