La ausencia de seis alcaldes impide tomar decisiones sobre el futuro del CIM
La reunión de alcaldes de la comarca del Ulla-Umia y los municipios de Barro y Campolameiro para tomar decisiones «políticas» en relación con el futuro del Centro de Información á Muller (CIM) se quedó en agua de borrajas ante la ausencia de la mayor parte de los ediles. ?nicamente acudieron el caldense Juan Manuel Rey, el catoirés Alberto García y la cuntiense Fátima Monteagudo, mientras que el regidor de Campolameiro disculpó su ausencia dado que tenía un Pleno. El resto de mandatarios optaron por no acudir y enviaron a las trabajadoras sociales de sus respectivos ayuntamientos. Por ello, «lo que se pretendía que fuera una reunión para tomar decisiones políticas, se convirtió en una reunión técnica con unos cuantos políticos en la que no se pudo acordar nada», apuntó la concejal de Asuntos Sociais de Caldas, Begoña Castro.
El CIM pasa por un momento de incertidumbre puesto que el Servizo Galego de Igualdade (SGI) redujo la subvención concedida para financiarlo ?había comprometido 30.000 y sólo recoge 25.000 en el convenio?, por lo que el dinero con el que cuentan los concellos no es suficiente para afrontar los costes del CIM, que requiere de 34.500 euros de gasto en pago a los abogados y psicólogos, y otros 3.300 para mantenimiento. Begoña Castro apuntó que la directora del SGI, Ana Luisa Bouza, accedió a recibirla a ella y al alcalde, Juan Manuel Rey, el próximo lunes para abordar la cuestión. Los dos representantes de la comarca le pedirán que mantenga la palabra dada y conceda los 30.000 euros, puesto que de lo contrario el CIM supondría un déficit de 4.000 euros a los ayuntamientos beneficiarios.
En caso de que Ana Luisa Bouzas no acceda, las opciones que se plantean son dos: desintegrar el CIM ?que pasaría a prestar servicio sólo a Caldas, Moraña, Cuntis y Pontecesures? o mantenerlo en las mismas condiciones actuales pero incrementando las cuotas de los respectivos concellos. Cuntis y Valga tendrían que pagar 1.900 euros, y los demás 1.500, excepto Caldas, que aporta una agente de igualdad, el local, agua, luz y otros servicios. En caso de optar por esta última vía la decisión tiene que ser unánime, de lo contrario el CIM se disgregaría. A este respecto Begoña Castro apunta que «hay que darse cuenta de que un servicio cuesta dinero y hay que pagarlo, y 1.900 euros no es tanto».
La alcaldesa de Cuntis, Fátima Monteagudo, también se pronunció al asegurar que «non estamos dispostos a deixar o que temos agora porque levamos traballando dez anos e, se hai unha estructura que funciona correctamente, non é normal que teñamos que desfacela». Añade que el CIM de Caldas no solo presta un servicio informativo a las mujeres víctimas de violencia de género, sino que también las asesora en temas judiciales y les ofrece apoyo psicológico. «Por desgracia hai demanda e temos que ofrecerlle ás mulleres da comarca un servicio con totais garantías e o máis cercano posible, xa que ese é o cometido das administracións locais», apuntó.
La edil Begoña Castro finalizó diciendo que «lo que no podemos hacer es ir hacia atrás en lugar de avanzar».
:: Diario de Arousa :: M. Angueira
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