El plan de limpieza de ríos tras las lluvias olvida la zona del Ulla

Publicado por Antonio Cortés en

Tres meses después de las devastadoras riadas de noviembre, algunos concellos afectados siguen esperando soluciones para evitar nuevos desbordamientos en sus ríos. La Consellería de Medio Ambiente tenía previsto intervenir en la limpieza de los cauces en virtud de un plan provincial que beneficiaba a seis municipios de Arousa: Catoira, Valga, Meaño, Meis, Ribadumia y Vilagarcía. En algunos las actuaciones ya han comenzado, pero otros siguen esperando.

Es el caso de Valga donde la falta de respuesta de la Xunta ha obligado al Concello a hacer las obras por su cuenta en el regato Devesa, en O Cual y en Forno. En los riachuelos de Cordeiro la actuación comenzará en breve. El alcalde, José María Bello Maneiro, reprocha la actitud del titular de Medio Ambiente a quien hizo entrega de un amplio dosier el mes pasado en el que se recogían las necesidades más perentorias. «O conselleiro dixo que o ía estudiar, pero sigo esperando a contestación», señaló el regidor.

Bello Maneiro destaca el esfuerzo económico que le supone al Concello asumir estas obras con fondos propios, máxime cuando no estaban presupuestadas, y echa en falta una mayor implicación de la Xunta no sólo porque no acometa las obras solicitadas si no también por anular otras previstas. Se refiere el regidor al río Valga, donde la consellería realizó el año pasado una importante obra de ensanchamiento del cauce y canalización para evitar inundaciones pero que, a su juicio, resulta insuficiente. «O proxecto foi reducido por problemas de financiación, entre eles a limpeza do regato Devesa, que agora estamos facendo nós», explica Bello Maneiro.

Abastecimiento de agua

En cuanto a Pontecesures, no estaba incluido en el plan de obras presentado por Manuel Vázquez el pasado mes de noviembre en Pontevedra, pero no por ello el Concello renuncia a ellas. Las riadas afectaron a prácticamente todos los regatos que cruzan el municipio dejando una marea de lodo y restos vegetales a su paso. Esta circunstancia está afectando en dos vertientes: el barro obturó las tuberías lo cual acrecienta el riesgo de desbordamientos y posibles inundaciones y además ha dejado inutilizada una de las fuentes de captación de agua potable del municipio, el canal de regadío propiedad de Augas de Galicia construido en los años sesenta.

El Concello ha tenido que prescindir de esta vía de suministro porque el agua llega demasiado turbia para ser destinada al consumo humano. Hay alternativa: las minas de agua del monte y la captación del Ulla a través del bombeo de Lapido. Pero el alcalde, Manuel Luis Álvarez Angueira, ya advierte que coger agua del Ulla les resulta más caro y que las minas no duran siempre. Así las cosas, urge a Augas de Galicia a que limpie esta infraestructura para recuperar el suministro.

Esta petición forma parte del paquete de medidas que el alcalde solicitó ante la Consellería de Medio Ambiente después de las riadas. Otras se refieren a la limpieza y saneamiento de los regatos en la zona de Tarroeira y los que cruzan Carreiras y Condide que, en caso de desbordamiento, afectarían a las principales carreteras de la localidad.

Los técnicos de Augas de Galicia han tomado nota de la situación en los lugares afectados «pero aínda non se fixo nada», se lamenta Angueira, máxime después de ver que en la vecina Catoira sí han llegado ya los operarios contratados por Medio Ambiente.

La intervención en los ríos Catoira, Souto da Vila y Freixeiro comenzaron ya el mes pasado y consisten en la retirada de residuos sólidos almacenados en los lechos y las márgenes fluviales, dragados en los lugares donde se han acumulado mayor cantidad de sedimentos y desbroces y limpiezas de las obras hidráulicas afectadas por las inundaciones. El presupuesto de la actuación que se ejecuta en Catoira asciende a 120.000 euros.

Medio Ambiente empezó también a trabajar en la limpieza de cauces en Meis, especialmente en las zonas de Mosteiro y Baralla. En Ribadumia actuó sobre el Umia a la altura de Cabanelas y Ponte Arnelas pero el Concello ha tenido que recurrir a una ayuda de la Diputación de Pontevedra para contratar una brigada que se encarga de limpiar y reparar las rutas de los molinos de Barrantes y Batán.

:: La Voz de Galicia :: B. costa


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