Los valeiros cierran la campaña de la lamprea con buenos resultados.
La escasez del pez en enero y febrero se compensó con la abundancia de marzo
El precio de las piezas osciló entre los 15 y los 55 euros en primera venta
Los valeiros del Ulla concluyen la temporada y lo hacen con buenos resultados y con fiesta. La Festa da Lamprea que se celebra hoy en Pontecesures lleva al plato al que fue el pez estrella en el puerto cesureño durante los últimos cuatro meses.
Allí se desembarcaron este fin de semana las últimas partidas de lamprea y se cerró una campaña que estuvo caracterizada por la irregularidad. Los inicios poco hacían presagiar un balance final tan positivo. En enero las capturas empezaron siendo muy escasas, pero poco a poco empezaron a recuperarse. Con marzo los aparejos se llenaron hasta llegar a la sobreabundancia. Inevitablemente los precios bajaron y ya fue difícil alcanzar los 55 euros por pieza que se llegaron a pagar enero. El abanico de precios se situó entre esta cantidad y los 15 euros en el caso de los ejemplares más pequeños.
A la espera de cerrar las cuentas, el sector calcula que esta campaña se cobraron alrededor de 8.000 piezas, una cifra similar a la del 2006. Así pues el balance que hace el presidente de la agrupación de valeiros, Ramón Barreiro, es positivo. «Ao final acabamos a campaña dignamente», señala.
La agrupación integra a un total de 22 barcos y alrededor de 40 tripulantes. La mayoría de las embarcaciones tienen su puerto base en Pontecesures aunque también hay cuatro de Rianxo y una de Carril. De hecho, la agrupación pertenece a la cofradía de Carril desde hace cuatro años.
Estos valeiros del Ulla mantienen viva una tradición de más de doscientos años que llegó a dar trabajo a dos centenares de barcos. Entonces, la productividad del río y el sistema de trabajo hacían de Pontecesures un importante enclave pesquero. Cuando se acababa la época de la lamprea, en abril, llegaba el turno de la trucha y el salmón y después del verano los barcos bajaban a la desembocadura, a vela y a remo, para capturar sollas y berberechos.
Los valeiros de hoy también diversifican su actividad, aunque la trucha y el salmón ya no forman parte de nómina de capturas. Ahora, una vez concluida la campaña de lamprea, se vuelcan en la anguila y el chopo.
El Ulla es uno de los pocos cauces fluviales, junto con el Miño, que ofrecen la posibilidad de pescar lamprea, de modo que es desde esta comarca donde se surte el mercado no sólo de Galicia sino también de España. No es un pez de consumo generalizado, pero sí es demandado por restaurantes especializados en gastronomía gallega situados en Barcelona y Madrid. El grueso de la producción se queda en Galicia. Las últimas capturas de la temporada no viajarán muchos kilómetros. La degustación de la Festa da Lamprea prevista para hoy precisa de un suministro de entre 270 y 300 piezas
LA VOZ DE GALICIA 15/04/07
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