Un ingeniero de Valga estudiará becado en Oxford con opciones de trabajar en escuderías de F1.
Un ingeniero gallego desembarca en el Motorsport Valley.
Un ingeniero gallego se aproxima a la fórmula 1. Se llama Manuel Aboy, es de la localidad pontevedresa de Valga y en breve viajará a Oxford, donde ha sido reconocido con una beca para estudiar diseño de vehículos y aerodinámica. Su valía ya ha sido descubierta antes de iniciarse el curso: un equipo de la F3 británica lo acaba de contratar para trabajar durante su estancia en Inglaterra. «Es genial porque la F3 británica es como una fórmula 1 en pequeño, porque en el resto de las competiciones se trata de monomarcas donde sólo puedes hacer reglajes (señala el joven ingeniero gallego), pero aquí tienes libertad para hacer muchos más cambios en el vehículo».
A principios de septiembre expira su contrato con Epsilon Euskadi, uno de los mejores equipos de las World Series, que ha sacado adelante figuras como Robert Kubica, y que es dirigido por el sabio Joan Villadelprat, bajo cuya batuta en el Máster de Especialización Técnica en Competición Automovilística, ha aprendido numerosos conceptos que la Alonsomanía empieza a popularizar. «Suena a algo increíble, pero a cuatrocientos metros de distancia un coche de fórmula 1 influye sobre el que le sigue», señala Manuel, quien logró el título de ingeniería industrial en sólo cuatro años. Ahora continuará su formación en la Universidad de Oxford Brookes (gracias a una beca de 36.000 euros concedida por Cajastur) y, tras nueve meses entre libros y bibliotecas, serán las escuderías como McLaren o Renault las que seleccionen a sus aprendices para trabajar temporalmente. Sí, hay una remota posibilidad de que Manuel Aboy trabaje bajo el mismo techo de Fernando Alonso.
No obstante, Aboy está dispuesto a renunciar a la fórmula 1 con tal de ejercer como ingeniero de pista, su clara preferencia en las múltiples ramas de esta disciplina: «Hay ingenieros novatos que se pasan un año trabajando con un ordenador para aligerar el peso de un tornillo de un fórmula 1 y eso no me atrae precisamente».
LA VOZ DE GALICIA, 24/08/07
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