La Xunta desembolsó 42.300 euros en Arousa por defectos de las carreteras
Dieciocho vecinos fueron indemnizados por daños sufridos como consecuencia de la existencia de baches
El mal estado de las carreteras de la comarca de Arousa obligó a la Consellería de Política Territorial a desembolsar 42.300 euros en la última década por indemnizaciones a particulares que sufrieron algún tipo de percance mientras circulaban por ellas. La mayoría de las reclamaciones de este estilo que fueron examinadas por el Consello Consultivo de Galicia se referían a desperfectos causados por la existencia de baches en la calzada. Fueron admitidas nada menos que dieciocho quejas de este tipo, de tal manera que la Xunta deberá indemnizar a sus víctimas.
Ningún municipio se libra de padecer situaciones de este tipo, de modo que se presentaron reclamaciones contra la Xunta, por este tema, desde O Grove -un caso en Ardia-, hasta Vilagarcía o Pontecesures. Aunque, ya sea por casualidad o porque efectivamente su estado es peor del habitual, lo cierto es que la parroquia de Simes, en Meaño, se lleva la palma en cuanto a petición de indemnizaciones por daños ocurridos en socavones.
En Vilagarcía se han dado en los últimos tiempos dos reclamaciones por arquetas que se encontraban levantadas con respecto a la calzada.
Este mismo año presentó una queja ante la Consellería de Política Territorial un camionero que, parado en la carretera que une Mosteiro y Cambados, a punto de iniciar una maniobra para girar a la izquierda, notó cómo la carretera comenzaba a ceder bajo el lateral derecho del vehículo. Pese a que la consellería desestimó en un primer momento la reclamación por considerar que el conductor intentaba iniciar una maniobra prohibida hacia su izquierda, el Consello Consultivo entiende que el hecho de que la calzada se haya desmoronado por la derecha resta relevancia al argumento de la Administración. En consecuencia, dictamina que ha de pagársele a los reclamantes la cantidad de 3.306,21 euros.
Una indemnización de 234,91 euros hubo de pagar la Xunta al dueño de un automóvil cuyo faro delantero izquierdo resultó dañado en la rotonda de As Sinas cuando le golpeó un trozo de reflectante.
Una piedra en la calzada
Impactada debió quedar una mujer que el año pasado colisionó con una piedra de grandes dimensiones cuando circulaba en Vilanova hacia la rotonda de A Illa. El vehículo que la precedía pudo esquivar el obstáculo, pero ella no pudo evitar el choque, que provocó daños en su coche por los que tuvo que ser indemnizada con 1.899,60 euros.
La presencia de un perro en la vía de O Salnés provocó un percance a un hombre al que Política Territorial tuvo que pagar 2.105,09 euros. Aunque en ocasiones se desestiman este tipo de reclamaciones por entender que los animales pueden entrar en la vía por alguno de los accesos, en este caso una rotura en la valla de protección propició que la reclamación fuese tenida en cuenta.
Pero el mal estado de los viales e infraestructuras públicas no solo causa problemas a los automovilistas. En ocasiones los peatones también sufren las consecuencias de esos desperfectos. Es el caso de una persona que reclamó por una caída al mar al desprenderse una barandilla del paseo de San Tomé, en Cambados. Este episodio, dictaminado por el Consello Consultivo este mismo año, supuso una indemnización de 3.032,28 euros al perjudicado.
:: La Voz de Galicia :: María Santalla
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