Los pimientos de Padrón en Alemania.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

«Cositas verdes de sabor delicioso». Así se describen los pimientos de Padrón en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los periódicos de más prestigio en Alemania y Europa, en una edición extraordinaria del domingo, y recomiendan tomarlos como tapa junto con rodajas de queso manchego y pan blanco. En otro ejemplar de la misma publicación hacen una descripción sobre los pimientos más conocidos y apreciados del mundo y también se incluyen a los pimientos de Padrón. Dicen que proceden de Galicia, tienen color verde, son pequeños y de sabor suave y picante que varía de fruta a fruta. Añaden que enteros, fritos en aceite de oliva y sazonados con sal marina, saben muy bien.

En un libro que se publicó recientemente, con mucho éxito, sobre los diversos productos que se ofrecen en el mercado más antiguo y conocido de Frankfurt, los pimientos de Padrón ocupan un lugar preferente, pues los eligió el propietario de un puesto que los vende como una de sus más interesantes ofertas, apareciendo fotografiado detrás de dos grandes cestas llenas de estas «cositas verdes de sabor delicioso». El Sr. Olbrich, que así se llama el señor del mencionado puesto de ventas, es menos diplomático que el redactor del periódico pues en vez de decir que su sabor oscila entre suave y picante, dice que son la «ruleta española», unos pican y otros no.

El Sr. Olbrich, me informa que está aumentando considerablemente la demanda. a pesar de que el precio no es módico, o sea el kilo se vende a 20 euros. Sus principales clientes son los restaurantes y entre ellos, un restaurante egipcio, cuyo propietario compra regularmente importantes cantidades. Esto me hace pensar que en tiempos remotos esta hortaliza pudo haber sido «bocado de faraones».

Lo que yo más admiro es que se estén vendiendo en Alemania sin las ayudas a las que se acude en estos tiempos par vender cualquier producto en el extranjero, es decir, publicidad y red, más o menos organizada de ventas. Al Sr. Olbrich se los proporciona un camionero que, aprovechando sus viajes desde Galicia con pescado para el mercado alemán, le trae unos cuantos sacos. Hablando con un mayorista especializado en la venta de productos de alimentación españoles, me dice que hubo una época en que los incluía en su programa de ofertas, pero tuvo que sacarlos debido a los problemas que tenía con el transporte y a que, normalmente a los propietarios de restaurantes no les gusta incluir en su carta productos sometidos a temporadas. Si bien este último problema ahora ya no existe pues los pimientos de Padrón se venden todo el año, pero, desde octubre, y no siempre, solamente les queda el nombre, ya que, de cultivarlos se encargan empresas de Marruecos y de alguna zona del Mediterráneo español. Aquí tengo que hacer notar que los encargados de vender estos pimientos, que podríamos llamar de invierno, son muy activos, pues cada vez hay más comercios que los venden, incluso, últimamente los encontré en una sucursal de la más importante cadena alemana de supermercados, es decir, el Kaufhof, pero en las etiquetas de las bandejitas que los contiene no figura el nombre de Padrón, se presentan como pimientos españoles a secas, incluyendo una dirección de Alicante. Es decir, como no se active el espíritu exportador de los cultivadores de Padrón, por lo menos en el mercado exterior, pronto dejarán de ser de Padrón.

Esto sería una pena, pues es un producto que gusta, se vende bien y a buen precio y, por el momento, aparte de los cultivadores de Marruecos, no existe más competencia a nivel internacional. No podemos olvidar también de que si se hace el nombre de Padrón conocido como un lugar de origen de un producto de calidad, influiría indudablemente como como valiosa tarjeta de visita para exportar con éxito otros productos del campo de la comarca, supongamos, frutas de Padrón, hortalizas de Padrón, etc..

Uno de los factores básicos para que los pimientos «auténticos» de Padrón siguieran vendiéndose din interferencias que debiliten su posición en el mercado sería, pues, el que se alargase la temporada de cultivo, lo que yo, sin ser biólogo, veo muy posible si solamente pienso que en Alemania por estas fechas se están ofreciendo fresas frescas del norte del pais, en donde el clima es mucho más duro que en Galicia. Por consiguiente, creo que sería más rentable hacer todo lo posible para seguir cultivando pimientos a partir de octubre, y no como se hace ahora, o sea, termina la temporada del pimiento en octubre y, ¡a plantar cebollas!, de las cuales está el mercado saturado.

Los pimientos que se venden en Alemania en invierno, y me imagino que en otros paises, incluso en España, son un poco más grandes, tienen un color verde más oscuro pero pican menos que los gallegos al final de temporada y, en cuanto a su sabor, si bien existen diferencias, estas no son muy marcadas y se pueden compensar recordando el dicho que «a falta de pan, buenas son tortas». En cuanto a lo de picar o no picar, tengo entendido que incluso ahora existen técnicas de cultivo para lograr que piquen menos.

Colaboración de J. Rodriguez Buján.l «Arousa, un mar de cultura». DIARIO DE AROUSA, 03/02/08


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