Belsué habla en la Diputación de los campos de hierba artificial como el que se va a instalar en Pontecesures.

ENTREVISTA | ALBERTO BELSU�? | Ex futbolista internacional

Jugó 11 temporadas como lateral derecho en el Zaragoza, estuvo con la selección en la Eurocopa de Inglaterra y acumuló 17 participaciones en el combinado nacional en los años 90. Ganó una Copa del Rey y una Recopa, la del célebre gol de Nayim en parábola desde 49 metros en la final contra el Arsenal. Ahora, Alberto Belsué es adjunto a la dirección comercial de Mondo Ibérica y se dedica a asesorar sobre el uso de campos de hierba sintética. Ayer estuvo en Pontevedra para hablar de la tercera generación de campos, fruto de años de investigación y que intenta que el sintético se asemeje lo más posible al natural.

-¿Técnicamente qué es lo que tenemos en el campo?

-Es como si se hiciese una carretera. Se hace una compactación con zahorra, se pone encima asfalto y, encima, el césped, que lleva una carga de arena y una carga de caucho.

-¿Debajo?

-En el césped. Tiene una altura de 55 o 60 milímetros. Esto conlleva una carga de dos centímetros de arena y tres centímetros de caucho. Deja un centímetro o centímetro y medio libre, de pelo, que es por donde el jugador transita. Lo que ha cambiado en todo este tiempo y a eso se tiende es que la fibra sea más dúctil y no abrase al jugador. Ese era el problema de los primeros campos: eran solo una moqueta que, al caerte encima, lo que te hacías era rasparte.

-Se cambió el compuesto también…

-Se pasó del polipropileno al polietileno. Eso ha sido un salto cualitativo y da mucha más comodidad. Los parámetros de bote, rodadura, de interacción del jugador con el campo, de la tracción con los tacos ya son prácticamente los mismos que en un campo natural.

-Bueno, hay quien se sigue raspando un poquito…

-Siempre puede ocurrir. [Hay que tener en cuenta] si está mejor mantenido el campo, más lubrificado, más regado. Si lo coges en un momento de mucho calor, eso puede ocurrir.

-¿Cuándo hay que regar?

-Soy partidario de regar una hora antes de la llegada de los jugadores al campo. Depende de la zona de España en la que estemos. Hay muchos sitios que, con el rocío de primera hora, se soluciona toda la mañana de fútbol. Pero en otros, como puede ser Almería, hay que regar.

-Aquí en verano el calor también aprieta ¿Es cierto que no se debe regar con 30 grados?

-No se debe regar. Soy partidario de que no. Aunque aquí, con muy buen criterio, se optó por un relleno de caucho ecológico de color marrón (nada que ver con un reciclado de neumático, que son toneladas de caucho negro que se echan en el campo) también sale un vapor que no es bueno para el jugador. Es mucho mejor hacerlo por la mañana para que el campo mantenga esa frescura.

-Hay cuidados imprescindibles como el cepillado…

-Diferenciamos dos tipos de mantenimiento. Uno básico, que tiene que realizar la propia propiedad del campo semanalmente o cada diez días: es preciso retirar hojas, colillas o desperfectos que pueda haber, y pasar el cepillo para que ese relleno de caucho siga manteniendo su estabilidad y la fibra esté lo más erguida posible. Otra cosa es el mantenimiento especializado de una vez cada año.

-¿Y ahí qué se hace?

-Hacemos lo que no puede hacer la propiedad. Tenemos una maquinaria especializada que limpia profundamente, incluso aspirando el caucho, tamizándolo y quitando las pequeñas hojas y la suciedad que no pueda retirar por la propiedad. [Se trata de] aspirar el relleno, descompactarlo, cepillar, recebar (si hace falta echar más caucho en zonas), repasar las juntas, y de dar todo tipo de tratamiento especializado que un empleado de un club no puede realizar.

-¿Hay problemas especiales en sectores como el punto de penalti o la zona del portero?

-Sí, porque son las que más se pisan. En el punto de penalti puede haber muchos disparos que se peguen al suelo, en el córner igual, y el portero está mucho tiempo bajo el larguero. Esas zonas requieren de muchos más cuidados, de más recebado de caucho e incluso de la necesidad de tener que sustituir un punto de penalti. Exagerando, eso tendría que ocurrir cada cinco años como máximo. Otra cosa es que alguna línea o algún punto se pueda despegar y hay que optar por volver a poner cola y pegarlo.

-¿Nayim habría podido hacer el mismo gol en un campo artificial?

-Sí, porque la pegó de volea. Los genios pueden jugar en cualquier tipo de superficie y Nayim lo es.

LA VOZ DE GALICIA, 26/03/08