El Bloque colorea de azul su estrella roja.
Afronta con signos de apertura el último Día da Patria antes de las autonómicas
Cuando se produjo la catástrofe del Prestige , la estrella roja se tiñó en señal de duelo del color del chapapote. Otras veces se le alargaron sus cinco puntas para formar diferentes composiciones publicitarias e incluso se rellenó su perímetro de gente para la foto oficial de los candidatos a las elecciones municipales del 2007. Pero el BNG va ahora un poco más allá, al colorear de azul celeste su principal seña identitaria, en lo que es una clara apuesta por el aperturismo y la proyección social que rodearán los 200 actos de conmemoración del último Día da Patria Galega que tendrá lugar antes de las autonómicas de marzo.
El portavoz nacional del Bloque, Anxo Quintana, y el secretario de Propaganda, Mario López Rico, presentaron la imagen que lucirá en los actos del 25 de julio, que representa a dos chavalines alegres, como recién salidos de una galescola, que sostienen en lo alto la estrella del Bloque, pero esta vez del azul patrio de la bandera gallega. La organización explica de este modo la composición del cartel: se eligió la estrella porque es el «símbolo aristotélico da intelixencia» y también de la «liberación»; los niños, porque representan el futuro, en tanto el azul alude al mundo de las «ideas» y la política. Paradójicamente, el rojo revolucionario del BNG cede, más o menos conscientemente, todo su protagonismo en la campaña que lleva por lema « Cremos no noso País» .
Tiempo nuevo
¿Casualidad o golpe de efecto? Quintana no oculta que la nueva imagen que se exhibirá en los actos conmemorativos del Día da Patria marca el «tempo novo» de una organización instalada ahora en el Gobierno de la Xunta, desde donde intenta cumplir «co mandato de cambio que nos deron os cidadáns».
En sintonía con el cartel, el Bloque desplegará una campaña informativa para dar cuenta de los logros alcanzados en los tres años que lleva en el Ejecutivo autónomo, en paralelo con la organización de unos 200 actos, conferencias o conciertos con los que pretende estimular a sus bases para celebrar el Día da Patria más multitudinario de la historia, que le servirán a la organización para exhibir su musculatura y calentar la maquinaria que la llevará a afrontar dentro de ocho meses su cita con las urnas.
Aun así, Quintana se resiste a hablar de las elecciones. «Sería moi malo meternos nunha campaña a un ano vista das eleccións», manifestó, tras admitir que los actos que rodearán el 25 julio sí tienen la misión de trasladar el mensaje del nacionalismo «a todo o país».
Cuestión de entusiasmo
La renovada imagen publicitaria del Bloque corre el riesgo, no obstante, de que no sea abrazada con el mismo entusiasmo por el conjunto de la militancia. Si bien la estrella azul puede abrirle nuevos horizontes al nacionalismo, no es menos cierto que la transformación también levanta no pocas suspicacias en algunos sectores, pues no hay que olvidar que el azul es el color tradicional de la derecha política y que representa al Partido Popular. «A ver se de tanto decolorar a estreliña se nos vai volver gaivota», indicó con sorna un dirigente del BNG de A Coruña, antes de restarle importancia a este tipo de gestos encuadrados más bien «no ámbito publicitario» que en el espectro ideológico de una organización política.
LA VOZ DE GALICIA
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