Retrasos, trasbordo, noventa minutos y 4,35 para llegar de Portas a Vigo.
Lucía Latorre, miembro de ??Salva o tren?, sube al autobús con un cartel de la plataforma.
El experimento realizado por la plataforma ??Salva o tren? para comprobar el funcionamiento del autobús, la única alternativa de transporte que le queda al municipio tras la supresión del ferrocarril, no resultó para el colectivo nada positiva.
La supresión del servicio del ferrocarril regional en Portas deja al municipio carente de alternativas de transporte público, algo que viene denunciando desde hace meses la plataforma ??Salva o Tren?, que hace unos días decidió comprobar cómo funcionan las líneas de autobús que discurren por la comarca, una de las pocas opciones que les quedan a los vecinos más allá del vehículo privado. Así, acompañaron a una vecina que todos los viernes hacía uso del tren para desplazarse a Vigo, ??una de tantas usuarias del ferrocarril que ahora está sufriendo las consecuencias de la pérdida del servicio?, indican.
La experiencia parece que no fue nada positiva para los miembros de este colectivo, que optaron por realizar en autobús el trayecto entre Caldas y la ciudad olívica, que antes se cubría con el ferrocarril. Los retasos, trasbordos, aumento del precio y del tiempo de viaje provocaron que la plataforma tildara este servicio como ??pésimo?.
El primer inconveniente surgió incluso antes de salir de Portas, puesto que, para llegar a Caldas, es necesario ??andar durante dos kilómetros por una carretera estrecha, sin arcén ni acera y con alto riesgo de atropello? para llegar a la parada situada en la entrada del Paseo Román López. Tras 45 minutos de ??paseo?, allí les esperaba una nueva sorpresa: la falta de información sobre los horarios, lo que les obligó a tener que preguntar en un bar la hora aproximada en la que pasaría el autobús. La respuesta fue: ??a las 15:45?, pero el autobús no llegó al lugar hasta las 16:05.
Al retraso se unió muy pronto otra noticia poco satisfactoria: ese vehículo no llegaba hasta Vigo, sino sólo hasta Pontevedra, donde tendrían que hacer un trasbordo para continuar en otro autobús hasta la ciudad olívica. El billete hasta Pontevedra tuvo un coste de 2,05 euros y la continuación a Vigo supuso otros 2,30. En total, 4,35, más de un euro de diferencia con respecto al tren, que costaba desde Portas 3,15 euros.
La ciudadana, acompañada por los miembros de ??Salva o Tren? llegaron a Vigo a las 17:30 horas, lo que supone noventa minutos de viaje: el doble de tiempo que tardaba el ferrocarril en cubrir el trayecto entre el municipio portense y Vigo.
Tras todos estos avatares que fueron trasladados a la compañía de transportes a través de hojas de reclamación, la ??aventura del autobús? no pasó la prueba del colectivo, que cree que la calidad del servicio, la puntualidad, la diversidad de horarios y la información sobre los mismos son ??pésimas?, a lo que hay que añadir el ??alto riesgo de accidentes?, que con el tren era ??casi nulo?. La conclusión que sacan es que este servicio es ??muy precario, de baja calidad y no adaptado a nuestros tiempos, lo que nos hace reforzar la tesis de que debemos recuperar el tren para las localidades que lo perdieron y defender con coraje cada metro de vía que aún permanece en Galicia?. ??Salva o tren? insiste en que es ??intolerable? que una comarca de 50.000 habitantes se quede sin ferrocarril, un servicio que, ??aunque no optimizado a la actualidad, ofrecía una calidad infinitamente mejor que la ofertada por el autobús?.
DIARIO DE AROUSA, 02/10/08
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