Desavenencias sociales en Padrón.
Por lo que se cuenta páginas atrás, no bajan demasiado tranquilas las aguas de la convivencia social en Padrón, donde hasta tres asociaciones que dan vida a otros tantos proyectos colectivos se han enfrascado en luchas ??internas y externas?? en las que puede pasar de todo, menos lo bueno. Si en Carcacía son la Asociación Vecinal A Sociedade y la Asociación de Mulleres Rurais las que andan a la greña por el uso y disfrute de los locales de lo que fue Mutua Ganadera, en la capital municipal la bronca se dirime puertas adentro de la Asociación de jubilados, donde unos pocos y animosos socios pretenden enterrar 16 años de pasotismo y este intento es boicoteado por otros socios bajo la supuesta acusación de falta de claridad y exceso de prisa. ¿Será que en 16 años de inacción no tuvieron tiempo para la denuncia? En fin, ni uno ni el otro caso son el mejor ejemplo de la tarea que debe desempeñar una asociación que se quiere representativa de una parte de sus conciudadanos. Porque la hombría de bien y hasta los derechos propios se defienden mejor desde la tolerancia y la comprensión que no desde el radicalismo y la intransigencia. De esto ya tenemos suficiente en el día a día de las oficialidades como para ver que también lo mucho y bueno de la sociedad civil acabe contagiándose de estas nefastas prácticas. Y si no lo hacen lo dirigentes, son los socios los llamados a imponer cordura.
Columna «Espinas». TIERRAS DE SANTIAGO, 11/11/08
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