Alcalde de Dodro y ex monitor deportivo llegan a las manos.
Arturo Díaz, alcalde de Dodro, izquierda y Alfonso Fernández, ex monitor
La casa consistorial de Dodro fue escenario ayer de una discusión más que acalorada entre el alcalde, Arturo Díaz, y el ex monitor deportivo, Alfonso Fernández. La pelea finalizó con denuncias por ambas partes y con un parte médico del ex empleado municipal del ambulatorio de Padrón.
Los hechos ocurrieron ayer a las 13.30 horas. Alfonso Fernández acudió al despacho del regidor local, según indica el ex monitor, a «llevarle el calendario de partidos de fútbol de los niños de la asociación juvenil O Xílgaro, de la que soy coordinador». De acuerdo con Díaz, le dejó entrar «en el despacho, porque venía en actitud conciliadora». Y así lo fue al principio de este encuentro.
Poco después, no obstante, y por «la discrepancia de criterios» con respecto a la asociación O Xílgaro y otra que actualmente está registrada en Padrón, ambos comenzaron a discutir.
Finalmente, el alcalde le indicó que se fuese del despacho, ya que, según sus palabras, «comenzó a dar malas contestaciones» y a hacer insinuaciones «que no iba a permitir». Ya fuera de la alcaldía, en unas escaleras, empezaron las descalificaciones. Mientras que el regidor le gritó que era «un mentiroso» el ex monitor respondió, según la denuncia interpuesta por Díaz en el Juzgado de Dodro, «que era un sinvergüenza».
Fue en ese momento cuando, según indica la demanda del regidor, «el denunciado se abalanzó sobre el alcalde, lo agarró y le amenazó con que le partiría la cara. Fue entonces cuando el denunciante (Díaz) se intentó deshacer de él empujándole, resultado de lo cual el denunciado manifestaba un hematoma en la cara», reza el documento. Concluye la denuncia alegando que Fernández «le tiene ojeriza por no renovarle el contrato que tenía». Versión diferente es la de Alfonso Fernández. El ex monitor, de 29 años, explicó ayer a este diario que, tras las descalificaciones (reconoce que llamó «cínico» al alcalde) y después de «gritarme para que la gente le oyese, me estaba dando la vuelta, perdió los estribos y me pegó un puñetazo en la zona de la oreja izquierda provocando una fuerte inflamación».
Por el impacto, «me di contra la pared y caí en el descansillo de las escaleras por inercia». Mientras tanto, «el alcalde echó a correr para unas oficinas de otro piso. Yo me levanté y pedí a una funcionaria el teléfono de la Guardia Civil y ella me respondió que no me lo podía dar, que ella no lo tenía», relata.
A continuación, y «muy nervioso», se dirigió al centro de salud de Padrón, «porque tenía miedo que el golpe me afectase al tímpano». Allí le realizaron un reconocimiento médico y, si bien el oído interno no parece estar afectado, «tengo bastante inflamación en la zona». Además de la denuncia en el juzgado, «el centro de salud de Padrón también dará parte de esto»
EL COREO GALLEGO, 20/01/09
0 comentarios