Pontecesures fue la localidad arosana con más actos vandálicos contra el patrimonio público.
Pontecesures fue ayer la excepción que confirmó la regla. Tal y como lamentan los responsables locales (que tenían pensado dar parte a la Guardia Civil de los destrozos con los que amaneció ayer la localidad) la villa volvió a ser escenario de la mayor parte de los actos de vandalismo sobre el patrimonio público.
En un primer balance efectuado en la mañana de ayer, se tenía constancia de que los cuadros de la luz del pabellón municipal y del centro de salud habían sido arrancados. En el ambulatorio hubo que arreglar los desperfectos de urgencia, para que los médicos pudiesen atender a los pacientes. También se rompieron cristales en la zona trasera del edificio del club juvenil, y hubo pintadas en las inmediaciones.
No fue posible tampoco abrir a primera hora la puerta de la biblioteca, porque habían sellado la cerradura con pegamento. Un contenedor situado en el muelle fue arrojado al río, y en esa zona se rompió también una papelera. Por último, los gamberros rompieron la base de una señal informativa del mirador del Galiñeiro, y hubo tentativas de quemas de mobiliario público en otras zonas del municipio.
LA VOZ DE GALICIA, 25/06/09
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