Nada de nadar.
Aún le queda a la psiquiatría moderna la labor de desentrañar los mecanismos cerebrales de ese tipo e gente que se dedica a batir records pseudo-deportivos en los sitios más inverosímiles. Hay a quien le da por subirse quince veces al Everest silbando «El puente sobre el río Kwai» con una ensaimada en la cabeza y hay a quien le da por cruzar la ría de Arosa en pleno diciembre y remontar el Ulla. El chaval este que lo intentó hace unos días tuvo que ser rescatado antes de palmar de frío y agotamiento. Pero, hombre de Dios, ¿A quién se le ocurre semejante soplapollez?. Incluso tiene su punto de burla en un país desgraciadamente acostumbrados a los naufragios en los que han muerto muchos marineros por no saber nadar. Claro que las cosas han cambiado y ahora la seguridad en los barcos pesqueros y la preparación del personal es mucho mayor, pero aún así esto de meterse en el agua helada y ponerse a batir records estúpidos parece una coña. En realidad a este hombre le pasó lo que a muchos turistas novatos en esto de venir a Galicia de vacaciones: se quejan de que el agua está muy fría. Pues claro, comparado con la sopa en la que se baña la gente en Benidorm, el Atlántico es una cosa muy seria y un poco más arriba está el Polo Norte. Gracias a ello tenemos un marisco cojonudo pero todas en el mismo saco no caben.
Para nadar hay que saber guardar la ropa, entre otras cosas porque al salir del agua hay que secarse bien y abrigarse no vayamos a coger un resfriado. Es curioso que a lo de andar fuchicando en Internet se le llame navegar y no nadar. Porque claramente es más parecido a nadar perdido por el océano lo de sumergirse en el proceloso mar de la red que a navegar en un crucero de placer por Puerto Vallarta. Guardar la ropa en las autopistas de la información es importante para no quedarnos después en bolas ante todo lo que vemos, leemos o escuchamos que luego nos creemos cualquier cosa. Y, lo mismo que pasa con los niños en la playa o las piscinas, todos tenemos un amigo bienintencionado qeu no hace más que salpicarnos con las cosas que encuentra desde su ordenador, ya sea un chiste sobre Zapatero o una animación picante (¡qué horrible palabra!) protagonizada por un judío y un lorito. Hay gente a la que le sobra el tiempo o sencillamente no duerme y bucea noches enteras a ver si pilla algún peixesapo que reeenviar a todos los colegas con la sana intención de batir un record bloqueando correos electrónicos.
Cuando vuelva por aquí algún intrépido nadador a hacer la mona por la ría de Arousa, lo que procede es no hacerle ni caso y dejarle a la deriva rodeado de pulpos atónitos dándose con un tentáculo en la sien al ver como se hunde. Y lo mismo hay que hacer con el colega internauta insomne, no vaya a ser que alguno de los dos nos arrastre a todos al fondo de la tontería que ya bastante tontos estamos.
Columna «Noticias del submundo» de Julián Hernández en el especial «Estela».
FARO DE VIGO, 10/01/10
1 comentario
Luis Angel Sabariz Rolán · 10-01-2010 a las 19:53
Cada un pode dar a súa opinión. Pero a falla de respecto deste artigo co nadador Meca para min é censurable. Escribir con esa «suficiencia» ao falar dos demais non me convence en absoluto.