Estalla una caseta de Pirotecnia López de Brión, que suministra material a toda esta comarca, sin causar daños personales.
El material de la caseta, muy cercana un camino público, apareció esparcido a bastante distancia
Un fuerte estruendo sobresaltó ayer por la noche a los vecinos de Val da Amaía. Sobre las diez de la noche, una caseta de la pirotecnia López SL, ubicada en Brión, saltó por los aires. La explosión causó gran inquietud en la zona, pues el recinto de la empresa se encuentra muy cerca de la gasolinera de Os Ánxeles, y relativamente próxima también al centro comercial Monte Balado.
En los siguientes minutos se movilizaron varias dotaciones de emergencia, aunque Protección Civil pudo certificar desde el primer momento que los daños eran solo materiales y que no había causado heridas de ningún tipo a los vecinos de las casas más cercanas, algunas a menos de cien metros.
En cualquier caso, el susto no se lo quitó nadie a los vecinos, que pasado un tiempo, más tranquilos, reconocieron que no es la primera vez que escuchan fuertes explosiones procedentes de la pirotecnia. «Pegué un salto de récord Guinness», confesaba una vecina que ya había recobrado el aire.
El propietario, que se mostró molesto por la presencia de medios en la zona, insistió en que su negocio cumple todas las medidas de seguridad y minimizó los hechos diciendo que en la caseta destrozada «solo había almacenado nitrato potásico de carbón».
Sobre los motivos que pudieron causas el suceso se mostró algo más dubitativo, aunque considera que pudo tratarse de un cortocircuito provocado por la humedad o la tormenta eléctrica de las últimas horas.
La caseta en cuestión está bastante cerca de un camino de acceso público, y de hecho es una de construcciones que se acercan más al perímetro de la instalación.
El estallido se escuchó con bastante claridad en el ayuntamiento de Ames, en Bertamiráns, donde se estaba celebrando un pleno, y de hecho hubo que alterar el orden del día para que los presentes pudieran informarse de lo sucedido. Los bomberos de Santiago también fueron advertidos vía telefónica, pero no se desplazaron.
LA VOZ DE GALICIA, 26/03/10
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