Carpetazo a los vertidos en los cauces fluviales

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

¿Qué fue de aquel vertido de fuel que hace casi dos años afectó al río Ulla? ¿Quién pago las consecuencias de los daños que puediera causar al ecosistema?. En la Consellería de Medio Ambiente señalan que «en vía judicial nunca se probó que la empresa Picusa fuera la responsable y Augas de Galicia resolvió el expediente de la misma forma. Son varios los episodios contaminantes que se producen en los ríos de O Salnés y Ullán, y también en la ría de Arousa, que finalmente se convierten en una tragedia puntual y pasajera. Está claro que el tiempo todo lo tapa.

El 27 de abril de 2008 saltaba la noticia: se había detectado un vertido de fuel en el Ulla. FARO daba cuenta de la existencia de varias manchas que, procedentes de una empresa asentada en Padrón, habían aparecido el día anterior en el cauce fluvial.
Inmediatamente saltaban todas las alarmas, y el 28 de abril se conocían que jornaleros contratados por Picusa se afanaban en retirar el chapapote acumulado en el río, cuyas riberas estaban impregnadas de aquel líquido vertido desde la fábrica de curtidos.
La tardanza en encontrar el foco de la fuga agravaba las consecuencias de la misma y una amplia zona de gran valor paisajístico y ecológico se veía seriamente amenazada, al igual que corrían peligro los bancos marisqueros situados ría abajo, en Os Lombos do Ulla y Carril.
«Nunca más se supo de aquello y nadie comunicó nada al Concello». indicaba ayer el concejal Luis Sabariz Rolán, delegado de relaciones institucionales de Pontecesures. «Tristemente este tipo de sucesos acaban en nada, pues de hecho tampoco se volvió a saber qué pasó con aquel expediente abierto por vertidos que yo mismo denuncié y que procedentes de Finsa, afectaban también a nuestro río».
Episodios como estos se quedan en la memoria y en la retina de los ciudadanos, pero muchas veces los expedientes duermen en algún cajón del que ya nunca salen.
Y eso que en casos como el de Picusa la alarma social generada fue tremenda. Los pescadores de lamprea llegaron a denunciar que el fuel derramado en abril de 2008 había alcanzado la ría en plena época de desove.
Operarios de Tragsa participaban también en las labores de limpieza, recogían el fuel acumulado en el agua y retiraban las ingentes cantidades de combustible que tomaban las orillas del Ulla, especialmente en los márgenes de la provincia de A Coruña.
Incluso se hacía preciso cortar juncos y demás vegetación de ribera a lo largo del río para habilitar una zona de seguridad paralela al mismo.
La cofradía de pescadores de Carril denunciaba un incremento de la mortandad de almeja y lo achacaba a ese vertido, mientras que el concejal Luis Sabariz y su compañero de filas, Alfonso Diz villar, exigían en una moción plenaria medidas preventivas y el saneamiento integral del río.
«Nos entran ganas de llorar», decían los vecinos que contemplaban la dantesca escena que presentaba el chapapote acumulado en el Ulla, donde las tareas de limpieza se prolongaron durante semanas a la altura de Padrón, Pontecesures, Valga y Catoira, pero sobre todo en los carrizales de Dodro y las inmediaciones de Rianxo.
Días después del suceso, el entonces conselleiro de Medio Ambiente y ahora secretario general de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez aseguraba que el vertido quehabía producido a causa de «n accidente» estaba controlado » y que «no afectó» a la fauna. Todo quedaba pues a la espera de la resolución de los dos expedientes abiertos contra la empresa, perteneciente al grupo Cortizo.
Los expedientes habían sido iniciados por la Dirección Xeral de Conseración da Natureza, con base en la afección sobre la Red Natura, y por Augas de Galicia, debido a los daños que el fuel pudiera causar sobre el cauce fluvial.
Ya a finales de mayo de 2008, desde la Consellería de Medio Ambiente apuntaban que la empresa responsable del vertido al Ulla se enfrentaba a una posible sanción de entre 30.000 y 300.000 euros, a lo que añadían que el vertido había sido de «hidrocarburos alifáticos» y que todo había quedado «solucionado», pues «después de la limpieza y la instalación de barreras anticontaminación se efectuó la reparación de las zonas afectadas». Se estimó entonces que se había visto dañada la vegetación a lo largo de 2.100 metros de ribera. Parte de ella ya volvió a crecer… y ahora todo parece limitarse a un mal recuerdo.

Categorías: Ecoloxía

1 comentario

Tiroliro II · 31-03-2010 a las 17:01

Finsa, picusa, polvillo, vertidos, que mais da quen este no poder, estuvo o bipartito e esta o pp, e igual, manda o capital, todo se tapa e todo queda en nada,

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