«En 62 años, la pirotecnia nunca causó daños a los vecinos ni a las casas».
Santiago López, de la Pirotecnia López de Brión, con una ristra de cohetes lista para su uso.
Santiago López espera abrir su nuevo local de Viceso en un mes·· Afirma que no reconstruirá la caseta destrozada el pasado día 25
«No había ni una casa en esta zona; tampoco gasolinera, que se construyó hace treinta años». Habla Santiago López, segunda generación de la Pirotecnia López que lleva desde 1948 dándole color a las celebraciones del área.
Y lo hace tras el accidente del pasado día 25, en el que un posible cortocircuito provocó la deflagración de productos inflamables, mandando al garete uno de los galpones del negocio que regenta en Os Ánxeles. Su intención es mudarse «en mes o mes y medio» a su nueva sede de Viceso y lamenta el cese cautelar de actividad decretado, «porque la actividad pirotécnica podría seguir sin la caseta destruida, que no pensamos reconstruir».
Y es que la historia de Pirotecnia López es la habitual en las instalaciones de este tipo: un negocio con décadas de historia para el que se eligió una zona despoblada y que la fiebre inmobiliaria acabó rodeando de viviendas.
En concreto, el enclave de Guitiande lo eligió su padre Ramón López y fue refrendado por el Distrito Minero el 25 de junio de 1948. «Todas las casas estaban en la carretera de Santiago a Noia y recuerdo que aquí accedíamos por una vía peatonal», apunta Santiago ante su hijo y futuro relevo empresarial.
Con respecto al tema de la seguridad, Santiago argumenta que lo que se inflamó el día 25 fue carbón y nitrato, «productos presentes en cualquier negocio agrícola, que no tienen especificaciones de almacenaje». A pesar del desgraciado accidente que segó la vida de uno de sus empleados en el año 2003, afirma que «en 62 años que llevamos, daños a vecinos o inmuebles, ninguno».
EL CORREO GALLEGO, 06/04/10
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