Desembarco forzoso en Vilarello.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Responsables de la embarcación y de un astillero de Isorna trabajaron en la reparación.

Vilarello ya tiene su particular Titanic. Menos trágico, eso sí, pero con algunas coincidencias si se cambia el iceberg por una piedra y los botes salvavidas por un autobús. Un catamarán que remontaba el río Ulla en dirección a Pontecesures tuvo que ser evacuado a la altura de la playa fluvial de Cordeiro debido a una vía de agua que provocó que la embarcación comenzase a escorarse. Las sesenta personas que viajaban a bordo del catamarán, en su mayoría mujeres y de Riveira, tuvieron que salir por patas, no porque hubiera mucho peligro, pero sí para evitar mojarse y acabar con un resfriado.
Unas piedras cubiertas por el agua del río tuvieron la culpa. El fondo de la embarcación tocó en las rocas y se abrió un pequeño boquete ­en forma de cuadrado­ por el que comenzó a entrar el agua de forma incesante. ??Non é moi grande ­el agujero­ pero é como un grifo que está aberto seguido, non para de meter agua?, comentaba el propietario de un astillero de Isorna que acudió a Vilarello a intentar reparar la embarcación de recreo. Por fortuna, antes de que el catamarán comenzase a escorarse de forma notable, consiguieron acercarlo al pantalán de la playa, por el que bajaron los ocupantes. Algunos casi ni se enteraron de lo que estaba ocurriendo, pero otros estaban inquietos. ??Chegou unha muller toda nerviosa, pero largoulle unha cervexa e quedou toda tranquila?, comentaba un testigo entre risas. Y es que, afortunadamente, el incidente se quedó sólo en eso y se prestaba a las gracias. Un autobús se encargó de recoger a todos los desembarcados para llevarlos de nuevo a su lugar de origen, mientras en Vilarello comenzaba ya otra fase, la de evitar que el catamarán, que es de O Grove, se fuese a pique y los daños pudieran agravarse.

Lograron acercarlo a la playa con ayuda de unas pequeñas embarcaciones y, con una cuerda, lo ataron a un árbol para que se mantuviese cerca de la orilla. Un buzo acudió al ??rescate? y fue el encargado de localizar el agujero por el que entraba el agua, situado muy próximo a la hélice. Mientras, con una bomba se achicaba agua constantemente para que el barco se mantuviese a flote.

A la par, responsables del catamarán y del astillero rianxeiro trabajaban de una manera un tanto artesanal para conseguir taponar la vía de agua. Con unas tablas, unas cuantas puntas y herramientas como un martillo y una sierra manual ­aparejos aportados, algunos, por los regentes del bar Playa, que incluso facilitaron ropa seca a quienes se habían mojado casi hasta la cintura­ crearon unos tacos con los que tapar el agujero que se había abierto debido al golpe con las piedras. De esta manera frenaron la entrada de agua hasta la bajada de la marea, lo que dejaría el barco sobre tierra para acometer una reparación más fiable.

Lo que estaba en boca de casi todos tras el percance era la falta de señalización en el Ulla. ??As zonas de pedras están sen marcar? y, con la marea un poco alta, ??non se ven?, lo que supone un riesgo, se lamentaban. Al parecer, las boyas que señalizaban estas rocas y que servían de guía a los barcos, desaparecieron.

DIARIO DE AROUSA, 20/06/10


1 comentario

sobreiras · 21-06-2010 a las 17:08

E que o noso río hai que saber navegalo, para eso estaban os prácticos de río, que ahora non sei si hai, pero dende logo, deso saben moito os nosos valeiros, que lles pidan axuda. E como querer que desembarquen na Ponte, xa dixen aquí moitas veces que o río por alí non é navegable e calquera día hai outra aventura «Titanic».

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