La campaña de la lamprea resurge y cada barco captura entre diez y quince ejemplares diarios.
La campaña de la lamprea remonta. Tras las escasas capturas de las primeras semanas debido a las lluvias, los vientos del sur y el elevado caudal del río Ulla, desde hace unos días los resultados son mucho mejores hasta el punto de que cada embarcación está pescando una media de entre diez y quince ejemplares diarios, confirma uno de los valeiros de Pontecesures, Ramón Barreiro. El pescador cree, con todo, que las precipitaciones del inicio de campaña también han ayudado a la situación actual. «Daquelas choivas veñen estos peixes, todo axuda», dice al respecto.
Aunque «nunca son moitas», el nivel de capturas ha evolucionado de forma notable y en positivo. Esto es consecuencia del cambio experimentado por la climatología. Tal y como preveían los pescadores, el tiempo seco y los vientos del norte, que predominan desde la semana pasada, han traído como consecuencia el incremento de capturas y se prevé que en los próximos días no haya notables cambios meteorológicos. Además, el río ha bajado de nivel y las corrientes son menos fuertes, otra buena noticia para los valeiros ya que se producen menos roturas en los aparejos.
Las capturas son de bastante buen tamaño, apunta Ramón Barreiro, y se están vendiendo a un precio de 35 euros las más grandes, si bien los compradores no sobran y «temos que buscarnos a vida» para dar salida al producto, abastecer el mercado pero «sen tirar os prezos». Esto se debe a la importante competencia que suponen para los valeiros cesureños las lempreas provenientes de Francia o pescadas en el Miño, que son más abundantes y más baratas. En este último río, además, las embarcaciones que faenan son mucho más numerosas, por lo que «teñen máis posibilidades para suministrar» a los clientes, aunque últimamente las capturas no fueron demasiadas debido a las «mareas grandes» que se produjeron en el Miño.
Ramón Barreiro destaca que «cada vez hai máis lamprea, é unha especie que está indo a máis», algo que realciona con la reducción de la pesca de esta especie en zonas como la ría de Noia, donde «xa non se colle», o con las jubilaciones. Por otra parte, en esta campaña, los propietarios de algunas de las «pesqueiras» del Ulla no solicitaron autorización, y es que los requisitos que pide la administración son cada vez mayores.
Barreiro, que fue presidente de la asociación de valeiros, vaticina que en un plazo de unos quince años la flota dedicada a la pesca de la lamprea puede verse reducida a la mitad si se mantiene esta tendencia. En este sentido alude a que se trata de un oficio en el que «os coñecementos herédanse de pais a fillos, non se aprenden nas universidades e se fala unha xeración, pérdense», incide.
DIARIO DE AROUSA, 25/01/11
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