Afectados por una supuesta estafa bancaria en Cesures reclaman el dinero ingresado.
Una colaboradora de una entidad financiera fue detenida en agosto por la desaparición de 800.000 euros
Un grupo de afectados por una supuesta estafa bancaria en Pontecesures comparecieron ayer ante los medios de comunicación para denunciar que, medio año después de destaparse el caso, siguen sin cobrar el dinero que afirman haber entregado a la agente colaboradora del Banco Santander. El presunto desfalco se le atribuye a esta agente a la que varios clientes confiaron su dinero para distintas operaciones. Al cabo de unos meses se descubrió que el dinero faltaba del banco y la mujer fue detenida en agosto acusada de tres delitos: estafa, apropiación indebida y falsedad documental.
Los cálculos iniciales indicaban que la supuesta estafa podría alcanzar los 800.000 euros y podría afectar a una veintena de personas.
Entre ellos están la media docena que ayer se reunieron en Pontecesures para explicar su situación. El Banco Santander anunció en agosto «que en caso de que se constate que ha habido irregularidades, procederá al resarcimiento del perjuicio que se haya ocasionado». La lectura que hicieron los afectados es que se les iba a devolver todo el dinero que habían depositado en este banco, pero finalmente no ha sido así. Algunos cobraron una parte y otros no han cobrado nada de manera que entre ellos los hay dispuestos a iniciar movilizaciones y acudir a los juzgados. De momento han expuesto ya su caso al Defensor del cliente y al Banco de España.
Los afectados, que prefieren mantener el anonimato, relataron como se han encontrado con créditos que no son suyos, como han pasado a engrosar el fichero de morosos o como han perdido varios miles de euros por el camino. Un hombre depositó 80.000 euros y solo le devolvieron 60.000; a una mujer que afirma haber hecho ingresos por 60.000 euros solo le devolvieron 15.000 y a otra que tenía 35.000 euros le prometieron 18.000 «e aínda non cobramos».
Según informaron, la agente acusada tiene lazos familiares en Pontecesures y quedó libre tras pagar una fianza de 150.000 euros. Cuando se la cruzan por la calle «escapa e cruza a rúa», explican.
LA VOZ DE GALICIA, 25/02/11
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