Pontecesures se rinde ante un manjar prehistórico.
Se sirvieron casi cuatrocientas lampreas durante la fiesta, que en esta edición se celebró todo el fin de semana
La carpa oficial llena de comensales a mediodía.
Prehistórico, parásito,cocinado en su propia sangre. Todos estos calificativos por si solos repugnan pero si se atribuyen a la lamprea se convierte en el manjar más exquisito de la comarca y sino que se lo pregunten a los numerosos comensales que durante este fin de semana han podido degustar raciones del sabroso pez cocinado a la bordelesa. La gastronómica cita se hizo coincidir con la romería de San Lázaro con lo que fueron muchos los que se acercaron a la carpa cubierta y dar buena cuenta de las casi 400 piezas que se sirvieron en raciones y pinchos.
No es fácil rendirle culto a la lamprea con la vista pero se trata de un manjar digno de dioses para el paladar. Su serpeante forma y su deslizante tacto también impresionan, sobre todo si se ha tenido la oportunidad de observar al parásito incrustado en los mújeles en los cauces fluviales menos cristalinos.
Sin embargo, Pontecesures le debe un monumento pues gracias a este prehistórico pez ha conseguido situarse en el mapa de las más importantes fiestas gastronómicas de Galicia.
Este fin de semana celebró la XVI fiesta de exaltación de la lamprea y han sido muchos los que se acercaron hasta la frontera de Pontevedra con A Coruña para degustar un manjar que no siempre está al alcance de todos los bolsillos.
Los organizadores volvieron a hacer un gran esfuerzo para ofrecer la lamprea a la bordelesa, es decir cocinada en su sangre, en raciones de diez euros y en pinchos, al precio de 3.
Gracias ello, en el fin de semana no quedó ni la más mínima porción del exquisito pescado y eso que se trocearon nada menos que 375 ejemplares, guardados para la ocasión por los valeiros del UIla.
La cita oficial comenzó a la una de la tarde de ayer. Cuatro cocineras, con varias ayudantes, habían pasado toda la mañana preparando las sabrosas raciones, de las que se dieron cuenta a lo largo de todo el día.
Ya el día anterior habían tenido la primera experiencia pues se sirvieron pinchos de lamprea a los asistentes, en tanto que el jurado deliberaba sobre las mejores empanadas con lamprea como ingrediente principal.
Siete concursantes compitieron por hacerse con el premio. El jurado reconoce que no lo tuvo fácil a la hora de decidir debido a la excelente calidad y presentación.
Al final decidió que la más sabrosa fue la cocinada por Aida María pardal Carbia, vecina de Pontecesures, que cobró un premio de 300 euros.
El segundo premio de 200 euros se fue para la parroquia de Campaña, en Valga, y se lo llevó Nuria María Moares. Había un tercer reconocimiento que correspondió a Manuel Cordo Castro.
Pero a la vez, Pontecesures celebró la romería de San Lázaro que se celebró en las inmediaciones del templo de San Xulián. Algunos historiadores apuntan que se trata de una celebración religiosa que comenzó ya en el siglo XV; de ahí que se entienda que a lo largo del fin de semana haya habido una importante concentración de fieles.
Se cree que el fervor por San Lázaro tiene relación con una plaga de lepra en la Edad Media. En Pontecesures había una leprosería que atraía a numerosos pacientes de toda España y la iglesia de San Xulián era otra de las paradas obligatorias de los fieles. Allí pedían la ayuda divina y el amparo de San Lázaro. Algunas de las súplicas eran escuchadas, lo que provocó una gran devoción que continúa hoy.
Por ello, ayer, la imagen de San Lázaro volvió a recibir el calor de sus fieles que han encendido velas en su honor y depositado limosnas en agradecimiento por sus favores. También ayer se bendijeron las ramas de mirto que se colgarán en un punto visible de la casa.
FARO DE VIGO, 11/04/11
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