Enjambres de avispas bajo tierra en Padrón y concellos del rural.
Protección Civil recalca que han mudado sus hábitos y se ‘cuelan’ bajo tierra// Indican que cada año son más resistentes a insecticidas
El verano y las altas temperaturas traen aparejada la presencia habitual de inquilinos un tanto molestos, como pueden ser las avispas. No es nada nuevo. Cada temporada hay alguna alerta en diversos municipios, lo que conlleva, en algunos casos, a tener que desalojar edificios y a fumigar. Pero Protección Civil de Padrón recalca que este año se está llevando la palma.
Sólo en los últimos 15 días han tenido al menos cinco avisos. Casi todos ellos coincidieron con días de sol y en zona rurales, excepto el de ayer tarde, que fue en el colegio Flavia.
Fuentes de la agrupación recalcan que han detectado un cambio en los hábitats de estos insectos. «Antes hacían sus nidos en salientes de paredes, en cámaras de aislamientos, en árboles… Pero, desde hace dos años, estamos desmantelando nidos y enjambres a ras de suelo», señalan. Además, indican que «hacen galerías en el subsuelo y esto provoca, a veces, que éste ceda».
En una reciente intervención llevada a cabo en Muíños «el suelo cedió unos veinte centímetros,», dicen.
La agrupación, que cuenta con tres miembros que se han formado en control y eliminación de enjambres, ha constatado también que las avispas (tipo chaquetas amarillas) «de un año para otro se han vuelto más resistentes a los insecticidas que usamos normalmente y son menos agresivas».
No hay un patrón establecido para erradicar un nido de avispas. «Tienes que ingeniártelas, porque el problema de las galerías es que tienen muchas salidas y, aunque encuentres una y la rocíes con el insecticida, luego le eches cualquier otro líquido fuerte para camuflar y la selles, la avispa regresa o sale por otro lado. Es complicado», indican.
En la intervención de Muíños lograron acabar con el nido. Eso creen. Les llevó más de una hora. Otros puntos de actuación fueron Lamas, Extramundi, el Santiaguiño y la piscina de A Escravitude. Y a última hora de ayer, la agrupación se las ingeniaba para fabricar un repelente casero a base de gasoil y aceite para aplicar a las vallas del Flavia, para tratar de evitar que las chaquetas amarillas vuelvan a rondar recogiendo madera para sus colmenas. «Debe de gustarles ésa en concreto porque es la cuarta vez que actuamos y ya no sabemos qué hacer. Ayer, picaron a niños».
El pasado año, las avispas obligaron a cerrar el centro social y a fumigarlo y afectaron a un edificio de la avenida de Compostela. La desembocadura del Sar también fue conflictiva: «Hicieron nido bajo tierra».
En Pontecesures, los vecinos están especialmente sensibilizados tras el suceso de hace diez días, cuando una joven y su madre fueron atacadas por avispas. Habían pisado el avispero, oculto en el suelo, sin querer, cuando cruzaban una finca.
Desde entonces, Protección Civil tuvo otros avisos. «El primero, que salió en la prensa, era un tema serio; y otro un enjambre también era grande; pero, por lo regular, se trata son pequeños», dicen. Uno que retiraron estaba situado en un poste del campo de fútbol. «Hay cierta alarma».
Consejos desde la AGA
???Desde la Asociación Galega de Apicultores (AGA), que colabora con el 112, recalcan que cada caso requiere un tratamiento. «Todo depende de onde esté situado. Se está baixo terra actúase dun xeito determinado. Hai quen lle bota auga quente para que se inunden as galerías, un insecticida e sella a entrada», dice José Luis Meixide. «Pero hai quen lle bota un espray ou tamén unha botella con líquido azucarado para atraelas… Hai quen actúa á noitiña e quen o fai de día…Cada caso é distinto e haino que estudar. O máis recomendable é chamar o servizo de emerxencias «, dice.
EL CORREO GALLEGO, 11/08/11
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