El Concello cesureño recurre a su superávit para pagar las facturas pendientes.
El Concello cesureño recurre a su superávit para pagar las facturas pendientes
El alcalde anuncia que en el 2012 será necesario aplicar recortes en el gasto
Pontecesures le debe a los proveedores 222.173 euros en concepto de servicios y materiales suministrados al Concello. Para poder hacer frente a esta deuda, el pleno acaba de autorizar una operación (reconocimiento extrajudicial de crédito) para poder
hacer frente al pago de 94.838 euros por euros por este concepto. Pero no será suficiente. Según los datos que maneja el gobierno local, todavía quedan otros 90.000 euros en facturas por pagar que, como las anteriores, tampoco contaban con consignación presupuestaria, esto es, están sin reconocer. A estas hay que sumar las obligaciones contraídas en lo que va de mandato «que nos vimos na obriga de levar a cabo pola mala xestión do goberno anterior», según explican desde el tripartito formado por BNG, PSOE y Terra Galega.
A diferencia de otros concellos, Pontecesures no tiene, de momento, que pedir ningún crédito para poder satisfacer estas deudas. Las cuentas del 2010 se cerraron con superávit (329.000 euros de remanente de tesorería) que le proporcionan un colchón en el que descansar ante la crítica situación económica de la hacienda local.
Pontecesures es de los pocos municipios que no arrastra la pesada carga de los créditos bancarios. Ni siquiera tiene deudas con la Caja de Anticipos de la Diputación a la que recurren los ayuntamientos para conseguir préstamos sin intereses. Pero, pese a este escenario favorable, el gobierno que entró hace cuatro meses en el Concello dice haberse encontrado con una situación más compleja de lo que esperaban. Es por eso que el alcalde, Luis Manuel Álvarez Angueira, ya anuncia que en el 2012 habrá que aplicar recortes, aunque no especifica en qué conceptos. Se dilucidará en cuanto se aborde la redacción del presupuesto, que pretenden presentar a pleno antes de que acabe el año. Entre tanto, dice el regidor, en las arcas locales queda dinero para «ir tirando» con lo mínimo. Una cosa es el superávit y otra bien distinta la liquidez que tiene el Concello. El dinero en caja es menos del que se esperaba a estas alturas del ejercicio porque los ingresos por concepto de licencias de obra y altas de servicio están lejos de cumplir las expectativas. La crisis del ladrillo está haciendo mella, también, en la financiación de los ayuntamientos.
Y por si esto no fuera suficiente, el gobierno se ve en la tesitura de hacer frente a gastos que no esperaba. A las facturas de los proveedores se suman obras como las de la urbanización de la calle Caldeirón de Arriba. El Concello tendrá que invertir 32.000 euros de fondos propios para terminar de colocar el saneamiento y pavimentar un tramo de calle que quedó a medias. Este proyecto, que inició el anterior gobierno. no contaba con consignación presupuestaria suficiente como para completar la actuación y el equipo de Angueira optó por recurrir a las arcas locales ante la falta de garantías de que vaya a haber subvención de la Xunta de Galicia o la Diputación de Pontevedra para afrontar esta actuación.
329.000
Remanente de tesorería correspondiente al 2010
El Concello pagará las facturas con cargo a este concepto
222.173
Deuda contraída con proveedores del Concello
De esta cantidad, 185.000 euros son del mandato anterior
32.000
Partida que se empleará para pagar las obras de Caldeirón
La financiación correrá por cuenta de las arcas locales
LA VOZ DE GALICIA, 04/10/11
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