La secretaria de Cesures, atrapada por una tromba de agua en un barranco canario.
La crecida del cauce pilló desprevenidos a los excursionistas.
Un paseo por la Caldera de Taburiente en el último día de una semana dedicada al senderismo en al isla de La Palma terminó de manera abrupta el viernes debido a una imprevista tormenta que convirtió el barranco en una trampa. Medio centenar de paseantes se vieron atrapados, entre ellos nueve gallegos, una de ellas, la secretaria municipal de Pontecesures. La intervención de un importante despliegue de medios de los servicios de emergencia permitió el rescate de todos justo cuando la noche hacía imposible cualquier movimiento.
Los gallegos llegaron a las 9.30 horas a la zona de Los Brezitos. El parte meteorológico preveía buen tiempo, algo clave en un parque que se cierra con la lluvia, medida que se aplica con rigor tras el suceso ocurrido hace una década en el que fallecieron varios excursionistas. Sobre las 13.30 empezó a llover con intensidad, lo que les obligó a detenerse bajo una peña que hacía de paraguas, con la pega de que se encontraba junto al arroyo. Esperaban que dejara de llover, pero ocurrió justo lo contrario: el diluvio aumentó, el arroyo crecía y lo más grave caían piedras de las paredes del barranco. Decidieron que había que salir de allí y prosiguieron el camino. Para entonces el agua bajaba con fuerza, pero lograron ascender a cierta altura y localizar una construcción semirruinosa.
«La Rianxeira»
Fue llegando más gente y la barraca empezó a ser insuficiente. Los vigueses dieron el primer aviso al 112 y comenzó una difícil comunicación por la escasa cobertura para móviles. Todo hacía indicar que iban a pasar allí la noche mojados y ateridos de frío. Peor estaban los que llegaban, muchos de ellos jubilados, a los que tuvieron que prestar ayuda. Aún así, entonaron desde La Rianxeira hasta A saia de Carolina y consiguieron reanimar a todo el grupo.
La cosa empezó a cambiar sobre las 18 horas, cuando un helicóptero de emergencias del Gobierno canario empezó a sobrevolar la zona. A las 18.30 descendió un rescatador y empezó entonces un difícil paseo. Al filo de las 20 horas se llegó al final, donde la Consejería de Medio Ambiente había montado un importante dispositivo de emergencia. El grupo de gallegos, antes de subir a su autobús, fue atendido por un guardia civil… de Lalín.
LA VOZ DE GALICIA, 23/10/11
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