Era por Pascua…
En Carcacía, frente a un hórreo clásico derruido, existe un Calvario del siglo XVIII compuesto de un varal octogonal sobre el que descansa una gran cruz ornamentada en la cabeza de los brazos y que muestra la imagen de Cristo y de la Virgen de los Dolores. Es además el único del municipio escoltado por dos cruces.
Por Pascua, dábamos lustre a la piedra y recogíamos flores para decorar el cruceiro a fin de recibir a la enlutada Dolorosa que salía en procesión desde la iglesia parroquial hasta la mesa de piedra adyacente. Hay poca gente que sepa que el cruceiro de Xuane sale en la guía turística de Padrón gracias a Mari Luz. Y digo gracias a Mari Luz porque fue ella quien, frotando la piedra de la peana, dejó al descubierto parte de la inscripción: año 1719. A partir de ahí, una limpieza a fondo daría valor al conjunto hecho por Cristóbal Barreiro y edificado por los vecinos de la parroquia. ¡Como todo! -diría yo.
Y es que el Concello, absorto en ser la cuna del Xacobeo, descuida su periferia hasta el punto de incluir en su guía una foto de la obra obviando que su estado actual haría llorar al turista más condescendiente. Con todo, turísticamente hablando y según su página web, Padrón termina en el convento de Herbón y bajo el plástico de un invernadero. Menos mal que nos quedan los vecinos para conservar algo de cuando Padrón ni siquiera era Padrón?
KATJA Mª SÁNCHEZ. TEAT y Vecina de Carcacía
TIERRAS DE SANTIAGO, 03/04/12
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