Pontecesures y Valga tienen sus cuentas sin ninguna deuda con los bancos.

Publicado por Luis Angel Sabariz Rolán en

Cuarenta y un municipios llevan ya cuatro años sin recurrir a préstamos.

El debate sobre la estructura de la administración ha fijado gran parte de sus miradas en los ayuntamientos de escaso tamaño y en su incapacidad para sostenerse por sí mismos. Algunos ejemplos muestran cómo el endeudamiento ha ido minando su capacidad de maniobra. Otros casos, sin embargo, evidencian que apretarse el cinturón y acometer ajustes permite presumir de no mantener ninguna deuda con ninguna entidad financiera. Un total de 53 concellos gallegos cerraron el año pasado con una deuda bancaria cero, lo que representa uno de cada seis. Cuarenta y uno de ellos mantienen esa situación desde 2008.
Los municipios que presumen de no contribuir a engordar los 645,6 millones que la hacienda local adeuda al sistema bancario, según los últimos datos del Ministerio de Hacienda correspondientes al año pasado (en 2009 era de 670), presentan una característica común: se trata de concellos de tamaño pequeño. Su reparto provincial, además, es similar. En primer lugar aparece Ourense, con 16 concellos, seguida de A Coruña con 15 y Pontevedra y Lugo con 11 cada una.
En la mayor parte de casos se trata de municipios que acumulan cuatro sin adeudar un solo euro a los bancos, como Rodeiro Valga, Pontecesures o Dozón, en el caso pontevedrés, pero existen también otros en los que se han ido acometiendo esfuerzos para reducir la deuda. El caso más llamativo es el concello lucense de Becerreá, que en 2008 presentaba una deuda de 271.000 euros sobre un presupuesto de algo más de dos millones de euros. A Lama, por ejemplo, se mantiene por segundo año con deuda cero a pesar de que en 2009 adeudaba 132.000 euros. Ribadumia alcanzó los 247.000.
No son los únicos casos. Créditos para la reparación de maquinaria u obras se esconden detrás de los momentos en que alguno de estos concellos tuvo que recurrir a préstamos bancarios. El caso del concello coruñés de Pontedeume muestra las dificultades que impone la devolución. En 2008 alcanzaba los 302.000 euros de deuda, que fue reduciendo año a año para pasar de 157.000 a 19.000 y cerrar el ejercicio pasado a cero. Un caso similar es el de Navia de Suarna, que amortizó préstamos por valor de 60.000 euros en tres años: 38.000 en 2009, 7.000 en 2010 y en 2011 cero.
A esos 41 casos que no conoce las notificaciones de pago bancarias, se unen otros que experimentan una situación antagónica. Tres municipios se han visto en problemas este año y han tenido que recurrir a préstamos para hacer frente a sus pagos. Se trata de los concellos de Fornelos de Montes, Láncara y Pol. Los tres cerraron el año pasado sumando deuda bancaria ??estas estadísticas no computan el pago a proveedores?? a un saldo que habían conservado a cero durante el ejercicio anterior. El primero adeuda 117.000 euros; el segundo, 175.000; y el tercero, 65.000, de acuerdo con los datos del Ministerio de Economía.
La paradoja de la fusión
Las estadísticas también recogen una curiosidad. Los dos municipios que negocian la primera fusión en más de cuatro décadas impulsada por la Xunta arrojan situaciones diametralmente opuestas. Mientras Oza dos Ríos, con apenas 3.200 habitantes, presenta una deuda de 177.000 euros (la ha ido rebajando desde los 250.000 que adeudaba hace tres años), Cesuras no sabe lo que es tener deudas bancarias al menos desde 2008. Si la fusión sale adelante, tendrá que hacer un esfuerzo y asumir el ahorro en algunos servicios con el bautismo en las cuotas pendientes a una entidad financiera.

FARO DE VIGO, 01/07/12


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