Un horno de época tardorromana, otro viejo ??tesoro? que escondía Igrexa Vella en Cordeiro.
El horno conserva parte de la boca, la cámara de combustión y la de cocción m. angueira
La campaña arqueológica en el yacimiento de Igrexa Vella (Cordeiro) está tocando a su fin pero los últimos trabajos han arrojado nuevos resultados. El más destacado, el hallazgo de un horno tardorromano de producción industrial local del que se conserva parte de la boca, así como la cámara de combustión y la de cocción. Está todavía sin determinar a qué se dedicaba, algo que los arqueológos esperan conocer tras el análisis de varias ??escorias? localizadas en el mismo punto. Parece descartada la producción de cerámica, decantándose más los expertos por vidrio o metal, explicó el director de la excavación, Emilio Ramil, durante la visita realizada ayer por el alcalde, José María Bello Maneiro, y parte de la Corporación.
El horno viene a confirmar la existencia en la zona, entorno al siglo IV y antes de que se erigiera ninguna iglesia, de un asentamiento galaico-romano. ??Estaban vivindo aquí?, indica Ramil, de ahí que la mayor parte de restos encontrados cerámica común, cuentas de collares y pulseras, vidrio o tégulas sean romanos. El material medieval es más escaso, al estar ya el lugar ocupado en esa época por una iglesia, que genera menos actividad vital.
Fue tras la cristianización, a partir del siglo V, cuando se levantó en Igrexa Vella el primer tiemplo en honor a Santa Columba. El espacio fue reutilizado en la época altomedieval en torno a los siglos X o XI con el emplazamiento de una segunda iglesia. A esta correspondería otro de los elementos localizados por el equipo de la empresa Tomos, adjudicataria de la campaña de excavaciones: una columna medieval que apareció fuera de su ubicación original y que cuenta con epigrafía las letras INC y ??un rebaixe central? en forma de un posible báculo espiscopal o arzobispal que incluiría una cruz. Se trataría, ??seguramente, dunha columna que soportaría un capitel?, comentaba Emilio Ramil durante el recorrido explicativo a los representantes del Ejecutivo valgués.
En cuanto a la necrópolis, son seis las tipologías de tumbas que salieron a la luz. Las de ímbrice, las más antiguas, seguidas de las de piedra en posición horizontal, otras excavadas sobre pavimento romano, una estola también con inscripción dedicada a los dioses Manes y, finalmente, tumbas ??de laxa? en dos variedades: con dos o tres tapas o con una grande y única. A esto hay que añadir un sarcófago aparecido durante la primera campaña de excavaciones, en 2011. Un forense recogió tierras de sepulturas en algunas se percibían incluso las improntas de los cuerpos y esqueletos y se llevó también la tumba de ímbrice al Hospital de Verín para su análisis, estando a la espera de resultados que arrojen más luz.
de los siglos IV al XVIII
El yacimiento abarca desde el siglo IV al XVIII y el interés del Concello es que el proyecto arqueológico pueda continuar con una tercera campaña que permita definir todas las estructuras y elementos tanto en el interior de la planta de la iglesia como en el exterior. Hay que tener en cuenta, que el de Igrexa Vella es el único yacimiento de este tipo excavado en Galicia para su puesta en valor. En esto consistirán, precisamente, los últimos trabajos de los siete arqueólogos, dos peones y tres restauradores que tomaron parte en esta campaña. Están terminando de cubrir las tumbas para su protección, se hará lo mismo con el horno y se consolidarán los muros.
De cara a la conservación del yacimiento, los arqueólogos recomiendan al Concello la instalción de una cubierta que la proteja de la lluvia, además de instalar un buen sistema de drenaje para derivar las aguas hacia un arroyo próximo. El gobierno valgués explora algunas líneas de subvención que les permitan financiar la actuación.
DIARIO DE AROUSA, 04/07/12
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