Toda Valga se moja para dar impulso a la Festa da Caña.
Valga vivió ayer una edición recortada de la Festa da Caña. La crisis es la crisis, y ni siquiera el mejor licor de Galicia está a salvo de los ajustes. Puede que en muchos otros sitios la decisión del Concello de reducir la partida para la fiesta local hiciese que los vecinos se encogiesen de hombros y se pusiesen enseguida a pensar en otras cosas. Pero en Valga no ha sido así: todo lo contrario. En Valga los vecinos lo que han hecho con sus hombros ha sido arrimarlos para llenar de contenido la fiesta, para a base de granitos de arena, hacer atractivo el programa de actos.
No faltó nadie
Más de una docena de colectivos han unido fuerzas y han hecho magia, magia de la buena. Las asociaciones de padres organizaron talleres de actividades. Unos sedujeron al público con postres hechos con caña. Los organizadores del Belén de Cordeiro trasladaron al campo de la fiesta una pequeña muestra del tesoro que brilla cada Navidad. La banda de música hizo lo que mejor sabe: música. La asociación que cada año recrea la gloriosa lucha entre los vecinos de Casal de Eirigo contra los franceses sacaron de los baúles sus trajes de época y sus cañones… Y todo el mundo sacó lo mejor de sí para la ocasión.
La fiesta fue de todos y para todos, pero también tiene sus nombres propios. El primero, el de Andrés Quintá, un embajador de la caña de Valga que este año ha actuado como pregonero. Y, junto a él, los ganadores del concurso. En blanca, los primeros premios fueron para Lorena Blanco y José María Santiago. En hierbas ganó Tamara Cerneira y José Andrés Castro. Y en el podio de tostada vuelve a repetir Lorena Blanco, seguida de Ana Martínez.
LA VOZ DE GALICIA, 26/08/12
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