El derbi asnal llenó de público y diversión las calles padronesas el día 24 de julio.
Más burros que ningún año en el gran derbi asnal de las fiestas del Santiaguiño del Monte de Padrón que, no obstante, congregó a menos público que las ediciones anteriores debido, quizás, al amago de lluvia. Un total de 18 animales participaron en la carrera organizada por el Concello y que, como las de gran velocidad, deparó emoción, adelantamientos en curva, una caída y hasta una eliminación, en este caso por pegar al burro.
Dieciocho animales procedentes de lugares como Padrón, Cesures, Lousame, Porto do Son, Abegondo, Oza dos Ríos y hasta de Asturias, con nombres como Platero, Facundo, Genaro, Paquito o Enana, recorrieron las calles de la villa en un circuito de cuatro vueltas, son contar la de reconocimiento. «Este ano parece que están máis coidados», se escuchaba decir entre el público. Más cuidados y también más entrenados, a la vista de cómo corrieron los tres primeros clasificados.
El ganador fue el animal con el dorsal número 5, de nombre Fary y montado por Aníbal Liñares de Asturias; el segundo fue el número 4, Hidalgo, con el jinete Roberto Carlos Nimo de Lousame y el tercero fue el número 10, Manolo, de Javier Hermo, también de Lousame.
Rapidez
Los tres cubrieron las cuatro vueltas del circuito en menos de nada, seguidos de otros tres. Ni el jurado ni el público esperó por el resto de participantes, con lo que la carrera se disolvió y el Concello procedió a entregar los premios de la mano del alcalde Antonio Fernández y de la concejala de Festexos Elena Romero.
En total, el primero se llevó 130 euros; el segundo 100 y el tercero, 80 y todos ellos la diversión de la carrera, muy fotografiada y grabada por un público fiel a esta cita, que ya es todo un clásico del Santiaguiño de Padrón y de Galicia.
Entre las curiosidades de la carrera, están los pimientos de Herbón que un jinete le quería dar a su animal «para mellorar o rendemento», no se sabe si eran picantes o no; dos humoristas del concello disfrazados de guardia civiles o la duda que tenía alguno de «se ese é un burro ou un cabalo», por lo grande que era el animal.
LA VOZ DE GALLICIA, 25/07/13
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