El temor a los incendios aviva las denuncias por fincas con maleza

Menos de lo que fuera deseable, pero cada vez hay más sensibilidad respecto al problema que representa la maleza cerca de las edificaciones, por el riesgo que ello comporta en relación a los incendios. Episodios como los vividos a finales del verano en Galicia, cuando el fuego llegó a las casas, contribuyen a mentalizar a la gente sobre la necesidad de mantener los perímetros de sus viviendas libres de árboles y arbustos que, llegado el caso, pueden actuar como un combustible letal.

En los concellos de Arousa se constata que este año ha crecido el número de denuncias respecto a la presencia de maleza en fincas urbanas y rurales lo que ha incrementado, a su vez, el número de expedientes que tramitan los ayuntamientos.

Los datos de Vilanova y Meis ilustran perfectamente esta tendencia. De los 55 expedientes que se abrieron en el 2011 en el municipio vilanovés, se pasó a 54 en el 2012 y a 63 en el año en curso. Y en Meis, de los 60 requerimientos que se cursaron en el 2010 se pasó a 84 en lo que va de año. A falta de estadística, en otros ayuntamientos también perciben que cada vez son más los particulares que acuden a las oficinas municipales para pedir que se actúe contra aquellos que no limpian sus propiedades.
Con y sin ordenanza

Hay vecinos que lo hacen recurrentemente cada verano y hay otros que se estrenan en estas lides. Unos y otros quieren que su Concello haga valer la potestad que le confiere la ley para garantizar que los perímetros de las viviendas están bien blindados contra el fuego.

Los ayuntamientos más grandes tienen ordenanzas en las que se establecen las sanciones que se pueden aplicar en caso de incumplimiento de la norma -en Pontecesures están con el trámite para dotarse de este instrumento-. En raras ocasiones se imponen multas porque, por lo general, los propietarios se avienen a limpiar en cuanto reciben la primera carta. Pero hay excepciones. En Vilanova, por ejemplo, sí se han cobrado multas por este concepto en lo que va de año, según informa el alcalde Gonzalo Durán. «Primero ponemos multas coercitivas y si aun así no limpian, llegamos hasta el final», indicó. En otros ayuntamientos, como el de O Grove, van a ponerse más duros a partir de ahora. «Levamos xa seis anos mandando ás casas cartas informando da necesidade de limpar as fincas, pero para o ano acabouse. Imos sacar un bando e a quen non cumpra se lle aplicará a ordenanza directamente», informó el concejal delegado de Medio Ambiente, Fredi Bea.

Este municipio está a la cabeza en esta materia. En el último año ha cursado 300 requerimientos para que se proceda a la limpieza de fincas, si bien en este caso no obedecen exclusivamente a la política de prevención de incendios. La salubridad de la vía pública es otro de los objetivos que persigue esta política.

Cifras muy variadas

En Vilagarcía, de los 85 expedientes abiertos desde el 2012, veinte están resueltos, es decir, sus propietarios acataron la orden dada desde Ravella; sesenta están en fase de notificación, de modo que están en plazo para que los servicios técnicos emitan el oportuno informe o de que los propietarios procedan a limpiar los terrenos; y cinco están en trámite.

Las cifras varían mucho en función de los concellos. En lo que va de año, en Cambados se cursaron 24 requerimientos; en Ribadumia, 25; en A Illa, 70; en Meaño, medio centenar, en Pontecesures van 75 y en Meis, 84, según los datos suministrados desde los respectivos ayuntamientos. En otros municipios como Catoira no intervienen en esta materia y prefieren delegar en la Xunta de Galicia, teniendo en cuenta que las competencias en terreno rústico son autonómicas.

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