Con botas de goma por Padrón.

Publicado por Redacción en

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Cuando llueve, es imposible andar por sus calles sin mojar los pies.

«Con botas de goma». Así hay que ir calzado por Padrón la mayor parte de los días que llueve, si uno no quiere mojarse, o más bien, calarse, los pies. Las calles de la villa se llenan literalmente de agua cuando llueve, convirtiéndose en «corredoiras», tal y como señalan varias personas que a diario andan por la capital del Sar.

 

Calles principales como la rúa Longa son un buen ejemplo de ello. La causa está no en lo «moito que chove» como dice algún gracioso, sino en que la inmensa mayoría de los canalones de los edificios desaguan de toda la vida en la vía pública, convirtiéndolas en piscinas cuando llueve con cierta intensidad, como sucedió estas últimas semanas.

 

«? unha pena andar por Padrón», dice una vecina de Dodro quien añade que «hai días que da ganas de non vir por non mollar os pes desta maneira». Cuenta un padronés de toda la vida que, antiguamente, las calles tenían una parte central en la que las piedras estaban separadas por una ranura considerable, por la que «desaguaban moitísimo máis que agora».

 

Pero al remodelar las calles y hacer otras nuevas, con la colocación de rejillas que no dan abasto, las vías acaban llenándose de agua. Un ejemplo de calle remodelada es la zona que está junto al edificio de los Juzgados, donde tiempo atrás se cambió el enlosado y donde el agua se almacena, sobre todo junto a los bancos ornamentales.

 

«A medida que se van facendo edificios novos, o Concello debía obrigar a conectar os canalóns a rede de pluviais», sostiene el mismo vecino de Padrón.

 

De hecho, en el anterior mandato de Padrón, conectar los desagües a la red de pluviales era una «tarefa prioritaria» del gobierno local, que tenía previsto hacerlo con cargo a la subvención que le correspondía al Concello por las obras de urbanización en el Área de Rehabilitación Integral del Casco Histórico, según explicó ayer el entonces concejal de área, Eloy Rodríguez.

 

Oficina Rehabilitación

 

Durante su gobierno, este le encargó a un funcionario que hiciera el «trabajo de campo» para, después, entregárselo a los técnicos de la Oficina de Rehabilitación que, a su vez, redactaron los informes en base a los que se iban a hacer las obras necesarias para sacar el agua de las calles y, en algún caso, llegaron a ejecutarse previa comunicación al titular del inmueble. No obstante, con las elecciones hubo cambio de gobierno y todo ello quedó en «augas de borralla», como dice Eloy Rodríguez.

Por tanto, toca mojar los pies o calzar botas de goma para andar por las calles de la villa padronesa pero también por otros espacios, como el Campo del Souto, donde se forman charcos.

La Voz de Galicia


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