La primera lamprea de la temporada fue pescada en A Guarda y no en Cesures.
Todos los años se crea la expectativa de dónde se pescará el primer ejemplar de este bicho antediluviano que constituye la base de uno de los platos más exquisitos que se conocen en Occidente. Típica de dos cocinas paralelas, la de la zona de Burdeos y la gallega, se ha mantenido con preferencia la receta en la que la lamprea se cocina en una salsa donde prima su sangre, y que, en homenaje al primer país donde se cocinó históricamente, lleva el glorioso nombre de bordelesa, aunque es enormemente apreciada la que se acompaña de guisantes, y que resulta, en general, mucho más suave, y resulta un verdadero mito la seca, además de algo que ronda el milagro: la ahumada y rellena, que tan bien suelen preparar en la zona de Tomiño y Salvaterra. A todas eses recetas tradicionales, habría que añadir la receta padronesa del timbal, por ejemplo.
Pues bien. la primera lamprea de este año ha sido pescada en A Guarda (y no en Cesures, como venía siendo habitual estos últimos años). Por tanto, del Río Miño. El hecho data del día 2. Todavía está viva, y la posee Pepe Noya, en el Barrola del Franco.
El Correo Gallego
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