Los detractores de la obra mantienen su rechazo total.
Sin saber aún cuál va a ser el trazado finalmente elegido para la variante de la N-550 a su paso por Valga y Pontecesures, la plataforma vecinal creada para rechazar esta infraestructura insiste en que la misma «no es necesaria» ni está avalada por una demanda social.
También resaltan que las afecciones van a existir, sea cuál sea el trayecto, y para ello se refieren a la Ley de Carreteras, donde se dice que «a ambos lados de las carreteras estatales se establece la línea límite de edificación, desde la cual hasta la carretera queda prohibido cualquier tipo de obra de construcción, reconstrucción o ampliación (…) en las variantes o carreteras de circunvalación que se construyan con el objeto de eliminar las travesías de las poblaciones, la línea límite de edificación se situará a 100 metros medidos horizontalmente a partir de la arista exterior de la calzada en toda la longitud de la variante».
La Voz de Galicia
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