Cien días y «todo sigue su curso».
«El expediente sigue su curso» era la frase favorita del concejal de Obras y Urbanismo de Pontecesures, Ángel Souto Cordo, cuando en el anterior mandato se le preguntaba en los plenos por los expedientes urbanísticos de recuperación de terrenos públicos, reposición de la legalidad, protección patrimonial y similares. Luego, en la realidad, de seguir nada de nada y, en consecuencia, los expedientes se eternizan en los despachos. Empezó el pasado 13 de junio el actual mandato y estos expedientes del pasado «siguen el curso» que marca el reelegido concejal de Obras, es decir, continúan empantanados, sin resolverse nada.
Pero también en otras materias la actividad es nula. Continuamos con un aula de nuevas tecnologías desaparecida por no poder instalar los ordenadores que fueron retirados, con un terreno municipal de más de 1.000 m2 sin recuperar cerca del consistorio, con el muelle y la estación del tren con los problemas de limpieza de siempre, con un mercado ambulante decadente, con las peores fiestas del Carmen de la historia, con un trabajo de elaboración de la relación de puestos de los empleados del Concello y su valoración que no acaba nunca, con una prometida ordenanza de participación ciudadana que no ve la luz, con la biblioteca cerrada buena parte del verano, con las calles centrales colmadas de gatos vagabundos, con el consiguiente problema sanitario, y pagando un recibo 2015 de IBI, como lo hicimos estos días, con una subida del 6% por culpa de una actualización de valores catastrales decidida por el gobierno anterior hace algún tiempo. Ya no sigo.
Hasta ahora pocas novedades en la labor del gobierno. Colocaron los «lombos» del centro del pueblo en contra de la ciudadanía y, tras las necesarias obras en el edificio de la casa consistorial, se cambió el color de la fachada.
Escaso bagaje para tener que pagar a tres miembros del gobierno unas sueldos por su dedicación.
Por cierto, sigue sin haber megafonía en los plenos y el del 28 de septiembre comenzó además casi en la penumbra, pues tardaron hasta en encender las luces del salón. Como sigamos así habrá que ir a los plenos con un candil.
(*) Luis Ángel Sabariz Rolán es exconcejal de la Corporación de Pontecesures.
Faro de Vigo
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